Bienvenida bajo una capucha blanca

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Academia Beacon.
Aula 301, Clase A-1 / 8:00 am.

—Buenas tardes, alumnos.
—Buenas tardes profesora Goodwitch.
—Hoy es un día especial, pues se incorporará una nueva compañera con todos ustedes. Hoy le damos la bienvenida a Summer Rose, quien por sus grandes habilidades fue transferida, sin necesidad de hacer prueba alguna, a nuestra Academia. Una chica de quien pueden aprender mucho...
—Genial, otra que se cree la gran cosa... Como si no bastara con mi hermana... —Susurraba Qrow.
—Disculpe joven Branwen, ¿Tiene algo que decir?
—Nada realmente, usted ya lo dijo todo... Comentaba mientras algunos reían en unisono.
—¡¡Silencio!! entra por favor Summer y preséntate ante la clase
—H-hola compañeros, mi nombre es Summer Rose, Vengo de Signal y me transferí aquí porque una de mis metas era estudiar en esta hermosa academia. Espero que podamos llevarnos bien y ser amigos muy pronto —se presentaba alegremente la nueva estudiante.
—Toma asiento Summer, y por cierto... Ya que eres nueva aquí necesitas familiarizarte con la academia, así que necesitarás que alguien te de un recorrido por los sitios más relevantes de nuestra escuela... Qrow Branwen, tú serás el encargado de eso, quizás así te mantengas ocupado y aprendas a guardar silencio dentro de la clase...
—Ja ja ja ja, te pillaron hermanito, ¡Que lindo! La harás de niñera un rato.
—Cierra el pico, Raven. (¿Esto tiene que ser una broma no?).
—Psss Psss oye Qrow, eres un suertudo, yo quería darle ese recorrido... En el buen sentido de la palabra claro.
—Cállate, Tai.

Una vez finalizada la clase, Summer se acercó a Qrow con cierta timidez...

—D-disculpa...
—¿Sí?
—No tienes que hacerlo si no quieres, me refiero a mostrarme la Academia jeje, puedo aprender por mí misma.
—Oh, claro olvidaba que eres tan especial... Tú puedes hacer todo sola...
—Discúlpame, no quería molestarte... —Con esas palabras se retiraba Summer y una expresión triste en su rostro. Sin embargo Taiyang se acercó a ella con su sonrisa característica y charlaron un rato con lo cual ella se alegró de comenzar a relacionarse con sus otros compañeros.

Una vez en su habitación, Qrow pensó en lo grosero que había sido con la chica nueva, e ideó una manera de disculparse sin ser verdaderamente obvio y directo... Después de unas horas, Taiyang llegó al cuarto.
—¡Qrow Branwen! ¡Mi querido amigo! ¡Tengo algo que contarte...!

Amores dañinos sobre una rosa blancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora