Consecuencias sentimentales

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"Querido diario, hoy fue un día de locos, por un momento creí que terminaría en el hospital... pero llegó él... el único que se atrevió a defenderme, el único que creía caerle mal... De entre todos solamente él... Fue algo muy lindo y no entiendo porque al escribirte esto, diario, siento mi pecho comprimirse, ¿qué siento ahora? Hoy en mi habitación estuvimos frente a frente y me sentí mega nerviosa >\\\< ¡no sé que pasa! ¡Dios! Yo sólo vine a seguir aprendiendo y me topo con una situación como esta... Yo creo..."

En ese momento la redacción de la joven Summer fue interrumpida. Su puerta fue levemente golpeada y ella se levantó para atender el llamado. Era la profesora Glynda, quien le había asignado a su compañera de cuarto.
-Señorita Summer Rose, le presento a su nueva compañera. Ya no estará sola en su estadía en esta academia. Acomodese por favor señorita Raven.
-¡Oh! ¡Una compañera! ¡Que emoción!
-Que fastidio -pensaba la gemela Branwen.
-Raven es de las mejores estudiantes, espero se desarrollen y aprendan mutuamente con este emparejamiento que les preparó el director Ozpin. Ciertamente pienso que es una buena idea y una gran oportunidad de aprender la una de la otra.
-¡Oh, claro!
-Sí, sí... Como sea -susurraba con indiferencia la joven.
-Bueno, me retiro, señoritas.
Raven se instaló en la habitación junto a Summer. Sin mucho que platicar, ambas ordenaron sus pertenencias. Summer, algo nerviosa, intentó romper el hielo con su nueva compañera.
-H-hola, Raven ¿Cierto? Tú eres hermana de Qrow si no mal recuerdo jejeje no me he presentado, yo soy Summ...
-Mira, niña, sólo compartimos cuarto hasta el momento en que finalmente nos graduemos. No llegue a esta academia buscando amistades ni mucho menos perdiendo mi tiempo en charlas estúpidas, así que mejor dejaré los límites claros... Si hablamos será por tarea o entrenamientos que se nos asignen... Es todo lo que voy a decir ¿quedó claro?
-S-sí...-Afirmaba la joven mientras mostraba una mirada melancólica cabizbaja. La chica nueva estaba enmudecida. Tomó una libreta y salió de aquella habitación hacia algún rumbo aleatorio que le diera algo de alegría que sentía le faltaba en ese momento.
Por otro lado, en la habitación de los chicos, Qrow Branwen despertaba de su descanso.
-¡Hey! ¡Flojonazo! ¡Ahora sí cuentame lo ocurrido!
-Como molestas, Tai, déjame quitarme esta pereza del rostro al menos -Refunfuñaba el muchacho con un gran bostezo. Tomó un poco de agua del refrigerador y se lavó la cara posteriormente. Mientras tanto, un impaciente Taiyang esperaba con ansias la versión de su amigo acerca de lo ocurrido.
-Bien, Tai, lo que pasó fue que me disculpé con la chica, o al menos eso intenté, todo salió mal, casi la golpean y no me quedó de otra más que defenderla pues de alguna manera sentía que fue culpa mía...
-Oh, entiendo, Qrow, pero... ¿Por qué culpa tuya?
-tsss pues digamos que la hice sentir mal de algún modo, ella huyó y se topó con esos chicos accidentalmente... Pero al final, y apesar de ese duro golpe que recibí... No fue un mal día... No del todo... Enmendé mi mal inicio de intentar acercarme a ella por ti...
-Que bueno, amigo, me alegra escuchar eso. Supongo que después de lo ocurrido ella y tú hicieron las pases ¿no?
-Sí, podría decirse que sí. Por cierto, hoy no pude obtener información, Tai, mañana lo intentaré.
-Ja Ja Tranquilo, entiendo. Además ya fue un primer buen paso. Mañana será otro día ¿eh? ¡Hey! Que te parece si me enseñas esos grandes movimientos de batalla, yo también deseo rescatar chicas Jajajaja
-Jajajaja seguro, Tai. Por cierto, iré a comprar algo de botanas ¿me acompañas?
-Naaah, debo terminar la tarea de Port, pero traeme algo ¿quieres? No abandones al estómago vacío de tu camarada, Qrow
-Jaja de acuerdo, traeré algo para el dramático de Tai.
-¡Hey! ¡Que cruel!
Entre risas, el gemelo Branwen se dirigió al puesto de comida rápida a las afueras de la academia. Durante su regreso, logró percatarce de unos pequeños sollozos que se escuchaban levemente a un costado del edificio principal de la academia...

Amores dañinos sobre una rosa blancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora