Amores dañinos sobre una rosa blanca

Retroceso inercial

La joven Summer se encontraba a las afueras de la academa, deprimida, ocultando su rostro entre sus piernas mientras las sostenía con sus brazos. Su corazón estaba roto, había escuchado la conversación de principio a fin como para darse cuenta que lo dicho por Raven era cierto, era un juguete, cualquier mujer era un pasatiempo para Qrow. Esas chicas querían pasar la noche con él y sin importarle nada, aceptó. Ella entendía que no tenía derecho a reclamar pues no es su novio pero eso no evitaba hacerla recordar las incontables ocasiones junto al gemelo Branwen; jugando con sus manos, estudiando juntos, riéndo; su amistad pasó de palabras a algo más especial, coqueteos tiernos entre carcajadas y cosquilleos, la confianza al permitirle invadir su espacio personal, era algo distinto... Qrow la estaba ilusionando, o ella lo malinterpretaba así... Su dolor era tan grande que cualquier tipo de justificación era bien recibida. Finalmente, secó su rostro, se levantó del cesped con la frente en alto, suspirando melancólicamente por el llanto derramado previamente y, habiendo tomado una decisión, emprendió rumbo a los pasillos de Beacon. No tardó mucho en encontrarse con el muchacho causente de sus lágrimas.
—S-Summer yo... —Enunciaba, ante la mirada rojiza de la muchacha, a quien se le podían observar los ojos hinchados.
—¿Qué ocurre, Qrow? Jeje te ves angustiado —preguntaba la chica, ocultando su verdadero sentir bajo una máscara de evidente falsa sonrisa. Qrow lo notó, era difícil no hacerlo.
—Yo... —El gemelo apenas podía pronunciar el inicio de su oración
—Jeje estás raro, Qrow, bueno debo irme, debo estudiar yo también...
—¿Tú también...? —cuestionaba el chico, a sabiendas que la respuesta era evidente.
—Nada... Olvídalo.

En ese momento, Summer se marchó de prisa, dejando a Qrow con palabras en la boca que no pudo expresar. Incrédulo, culpable e impotente, el gemelo Branwen se dispuso a partir rumbo a su habitación.
Cada quien llegó, Qrow con Tai y Summer con Raven.

—¿Qué te ocurrió? Pareces deprimida... -mencionaba la ojos rojos, ocultando su sonrisa de satisfacción.
—Jeje no, no es nada, sólo que aún no me hallo en esta academia jeje.
—Oh, que mal, pero bueno, los buenos amigos llegan en momentos especiales. Es como con Qrow ¿no? Veo que se llevan muy bien, aunque es evidente que a ti te gusta...
—¿E-eh? ¡No! ¡Para nada! Él y yo somos amigos solamente... —Ruborizada y desviando levemente la mirada comentaba la joven Rose.
—No tienes que ocultarlo más, es evidente que te gusta Qrow, y por lo que veo, siguen en "plan de amigos", ¿verdad? -Afirmaba, enmudeciendo a su compañera. Posteriormente agregó —: Te lo dije, él no toma nada en serio, en ti no busca algo formal, busca lo mismo que busca con todas. Te lo advertí, amiga —expresaba para finalizar con un suspiro.
Summer, no pudo aguantar más y se quebró ante las palabras de Raven, se abalanzó a sus brazos y estalló en llanto. La gemela, buscando reconfortarla, dejó que se desahogara, mientras la sonrisa invadía su rostro...

Por otra parte, Qrow y Taiyang conversaban.

—Cielos, viejo, te ves tan anti-tú, ¿Qué pasó? —Cuestionaba, extrañado, el rubio.
—Nada, sólo quiero descansar...
—Mmmm, de acuerdo, si eso necesitas eso te daré, amigo, a veces necesitamos acomodar nuestras ideas a solas, así que te dejaré descansar un rato. Iré a comprar unos bocadillos, si necesitas algo de la tienda me llamas ¿Sí?
—Gracias, Tai.
—Jeje vale, me voy -se despedía Tai, cerrando delicadamente la puerta.

Qrow se acostó, mirando su celular, imaginando a Summer sonriendo verdaderamente, y a la vez, imaginando su rostro del encuentro previo. Eran dos tipos de sonrisas diferentes, pero sólo una lo hacía sentir culpable. Finalmente, después de pensar un momento, se dispuso a escribir un mensaje, donde cancelaba la noche de estudio con sus compañeras de clase. Quizás era tarde, pero era lo que deseaba hacer por ella, por Summer... La única chica que movía algo dentro de él...