Las Canciones Del Corazón III [Malec]

Hasta que te perdí... (3)

POV. Magnus.

— Recuerdo cuando tuve que competir contra Imasu! Me gustabas demaciado, por eso tarde tanto en superate.— dijo Camille, mostrando su sonrisa, recordando el pasado. — Perdiste lo mas hermoso que tenias, por un idiota como el.—

— Si!— suspire, tomando un trago.

— Tenia tanta envidia, por que el podía hacerte feliz de una manera en que yo no. Lo siento. Por ser tan..... perra, contigo y tus amigos.—

— Creo que el tiempo te hace darte cuenta de tus errores.—

— Pero no puedes cambiar el Pasado, Bane. —

— Por eso decidí irme,  el jamas podrá perdonarme. Como vivir con un cuerpo sin alma.—

— El Magnus Bane de hace cinco años, nunca se rendiría. Creo que esta bien. Debes hacerlo sufrir poquito. Que se de cuenta de la maravilla que perdió.—

— No, mañana tomare un vuelo a Perú.—

— Bien! Te apoyaré en la decicion que tomes.—

— ¿Camille Belcourt, apoyando?— saco una risita.

— Me arrepiento de toda la mierda que hise en el pasado.—

POV.

Estaba recordando la primera vez que nos conocimos, cuando lo salve de Sebastian.

Parecía un ángel bajado del cielo, resplandeciendo en cualquier lugar.

Y cuando fue nuestro primer beso, fue como si jamas ubiera sabido lo que era estar vivo.

Como se sentía cada beso de el, y su sonrisa, que iluminaba todo.

Nuestra boda, cuando los nervios me carcomían y me tranquilice, cuando lo vi, viniendo hacia mi, en el altar.

Todos aquellos momentos que por mas simples que fueran, como una carisia, eran mas impactantes que si el mundo se volviera cuadrado.

Y me di cuenta, de que lo extrañaba, extrañaba esos momentos, cada mañana en la que despertaba, con el calor de su cuerpo, con su mirada, que podía hacerme temblar de pies a cabeza.

¿Que fue lo que hice?

El no hiso nada malo. Anna tenia razón, soy un maldito egoísta, al no apoyarlo.

Lo amo mas que a nadie, mas que mi propia vida.

El maldito dolor, me volvió ciego. Y esta vez, fui yo quien en realidad hecho a perder todo.

No pude darme cuenta de lo estupido que fui, hasta que te perdí...