Las Canciones Del Corazón III [Malec]

Me declaro Culpable.

POV. Alec.

¿Como pude ser tan estupido? ¿Como no pude darme cuenta?.
Y maldita sea, ella no estaba aquí. Ella no estaba esta vez para levantar los pedazos rotos de ambos.

Max estaba durmiendo y yo estaba tomando una taza de café, intentando llamarle de nuevo.

342 llamadas.

Le haba llamado 342 llamadas y no contestaba.

Se oyó un ruido, una puerta abrirse. Me levante rápido.

Magnus iba caminando hacia la salida.

— Magnus...— le hable, se detuvo por un instante y volvió a caminar.

— Magnus. Espera!— lo detuve, tomándolo de la mano.

Tenia la mirada baja, su piel se veía pálida.

— Debemos hablar... — dije

— Que?— espeto, sin subir la mirada.

— Mirame!— le susurré levantado su rostro, delicadamente.

— No puedo.— cerro los ojos.

— Magnus!— exclame. Tome su rostro en mis manos. Me acerque mas a el. Tan cerca, para besarlo.

— No quiero que me tengas lastima...— me empujo y salio corriendo.

POV. Anna.

— No entiendo por que no vuelves a tu casa?—

— Callate Julian, intento dormir!— le espete.

— Por que te detuvo esto? Es decir, nada te detiene nunca.— acarisio mi pelo.

— Por que Magnus me lo pidió.— conteste, revolviendome en su regaso.

— Y Magnus sabe lo que sientes por Alec?— me levante, mirándolo a los ojos.

— Emma sabe que no la has superado??—

— No intentes cambiarme el tema Anna.— espeto.

— Que quieres que diga?— miraba las luces de la la cuidad, que estaba dormida.

— Lo que sientes.— dio un suspiro.

— No puedo decirle a Alec lo que siento por el. Y si Magnus se llega a enterar, va a matarme.— Julian me tendió la mano y la entrelazo con la mía.

— No puedes solo guardarte los sentimientos...— dijo.

— Y que quieres que haga, Julian? Que vaya y le diga a Alec que estoy enamorada de el? Para que se deje caer en mis brazos y ser felices juntos?— el no dijo nada, solo me miro. — No tienes idea de cuanto los amo a los dos. Y ellos merecen ser felices juntos. Sus almas siempre han estado y estarán unidas, por que se pertenecen.— recargue mi cabeza en su hombro. — Alec no es para mi. Y jamás puede pasar nada entre nosotros.... Prefiero verlos felices juntos, a ambos.—

— Y que hay de tu felicidad?— me miro a los ojos.

— No importa!— acarisie su mejilla. — Tal vez haya alguien ahí, que me pertenesca y que yo le pertenesca. Pero se que ese alguien, no es Alec. Así que es mejor que me saque ese estúpido capricho con el.—

— Siempre haces esto?— pregunto.

— No me importa que no sea feliz, prefiero que las personas que amo sean felices, por que así puedo ser feliz.—

— Dios, eres una maldita santa!— exclamo, reí. Mi teléfono vibro.

Te necesito...