Jugar con fuego

Dudas

Todos los que trabajaban con Heechul se fueron, desaparecieron para iniciar con alguien más o continuar sus vidas, ya que nadie era feliz con el y si dejaban de trabajar estarían muertos, pero ahora Heechul ya no estaba.

Ru a sus cortos 26 años termino con su vida, desde que tiene 18 ha estado con Heechul trabajando para el, fue entrenada por el, como defenderse, usar armas, golpear, pelear y matar, todo lo necesario para no morir y proteger a Heechul. Ru se convirtió en el arma humana de Heechul, una mujer peligrosa que solo fue entrenada para un propósito.
Ru hizo varias cosas que se arrepiente, haber secuestrado, torturado y robado a gente que no se lo merecía, niñas y niños pequeños, gente viejita que no podía ni defenderse, era de lo pero, y ella se se tía sucia, estaba enojado con Heechul por haberle hecho sentir eso, por haberla hecho odiarse a ella misma.
Por eso cuando vio a Jin, supo que ese dia debía hacer algo, debía acabar con eso.
Mato a Heechul, pero la debilidad, el arrepentimiento y el miedo la llenaron, y fue ahí donde tuvo que apuntar hacia su propia cabeza y acabar con su vida. Cambiar a una más tranquila.

—¿Aun te sientes mal?

—Solo un poco...

Jin no había dejado de ver el cielo, estaba sentado en el césped del gran patio de NamJoon y la vista era muy linda, relajante, podía descansar la mirada en aquella vista tan pacifica en el cual el unido cambio eran las nubes que se movían a una velocidad muy poco notoría.

El moreno se acerco a el y se sentó a su lado a una distancia prudente.

—No fue tu culpa, ella lo iba a hacer de todos modos.

—Pero me salvo, me siento responsable de algún modo.

—Ella siempre fue un dolor en la cabeza, Heechul siempre la mandaba a estropear mis envíos o a pelearse con algunos de mis trabajadores.—El moreno comenzó a relatar, recordando a aquella mujer.—Ella era como un arma viviente, la conocí cuando ella aun tenia 22 años, aunque era delgada y muy hermosa aun así podía matarte a golpes, ni siquiera yo pude ganarle, incluso YoonGi se esforzó por darle un solo golpe, ella era fuerte, el problema es que ella no quería seguir siendo peligrosa, no quería ser recordad como ayudante de Heechul, no quería volver a dañar, Heechul se encargo de destrozarla, sonara muy tétrico pero nosotros fuimos su oportunidad para que ella arreglara todo.

Jin miraba el césped y la pequeña flor que descansaba ahí, soltó un suspiro y miro a NamJoon.

—Gracias a ella estoy vivo, también quiero darte las gracias por ir a buscarme..

NamJoon estiro su mano y acaricio la mejilla de Jin, el castaño cerro los ojos por la caricia y pudo sentir el viento acariciar su cabello.

—Nunca dudaría por ti.

NamJoon a acariciaba ambas mejillas con sus pulgares, jamas pudo apreciar bien el rostro del castaño, nunca se detuvo a admirar su cara ni ningún pormenor de el, cada vez que estaban juntos era un desastre y solo era sexo lo que se involucraba, e incluso si intentaba recordar el cuerpo del menor, no podía, se imaginaba su figura delgada y sumisa ante el, un cuerpo erotico, pero no era lo suficiente como para dibujarlo, porque miraba a Jin con ojos ciegos, pero ahora quería verlo, quería amar al cuerpo de SeokJin, amar a SeokJin.

Acuno su rostro con sus manos y acerco su rostro al suyo mientras los ojos del menor seguían cerrados gracias a la tranquilidad de la brisa y las caricias que recibía.

Junto sus labios dulcemente, solo dejando que se tocaran, conociéndose, el rubio creo un suave movimiento que hizo a Jin ruborizarse por lo dulce del beso, el castaño siguió el beso, el rubio lamió el labio inferior del contrario pidiendo permiso a entrar el cual se le fue aceptado, un beso profundo y lento, el primer beso donde no había pensamientos obscenos sobre el contrario, solamente probando aquellos labios con lentitud y sin prisa.