Capítulo 15

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Cogí la ropa y todo lo que necesitaría para prepararme y me fui a casa de Paula. La noche anterior apenas pude pegar ojo y el día se me había pasado terriblemente lento. Llamé a la puerta y una emocionada Paula me abrió.

- ¿nerviosa? - me preguntó mientras me arrastraba al salón. - te lo vas a pasar genial créeme, además va a ir mucha gente de la universidad. - genial. Nótese el sarcasmo. Nadie en la universidad se relacionaba conmigo solo ellos.

Cenamos y esperamos a Nerea para empezar a prepararnos. Me puse el vaquero claro que traía y una blusa azul. En mi casa lo veía bien para esta noche, pero ahora que veía los atuendos de mis amigas creo que me había equivocado. Paula iba fantástica, llevaba una falda negra de tubo, un top negro ajustado y sus botas negras altas. Nerea llevaba un vestido gris oscuro ajustado que le llegaba a medio muslo. Lo mejor de su vestido era la espalda. Tenía la espalda abierta y con una tela transparente negra. Iban increíbles las dos, pero yo no tanto.

- ¡no puedes ir así! - dijo Paula de repente asustándome. - ven te dejaré algo mío, creo que usamos la misma talla.

- No hace falta de verdad...

- Shhh calla. Para esto estamos las amigas. Ahora quítate eso y ponte esto.

Hice lo que me dijo y me miré al espejo. Vaya, estaba increíble. La ropa me favorecía mucho. Paula me había dejado unos pantalones cortos negros y un top burdeos que se ataba al cuello.

- Y ahora el maquillaje.

Como la última vez Paula nos pintó a todas y yo nos hice rizos con la plancha. No era por nada, pero nos veíamos fantásticas. Un coche pitó, era Carlos. Cogimos nuestras cosas y bajamos.

- vaya chicas, estáis geniales. No voy a poder quitaros el ojo de encima. Os tendré que quitar a todos los idiotas de encima. - dijo bromeando Carlos.

- Anda calla idiota y arranca ya o llegaremos cuando la carrera haya acabado.

Carlos arrancó y fue por una carretera antigua que había a las afueras de la ciudad. Según me había dicho Paula por esta carretera no pasaban coches por lo que era genial para las carreras. Me dijo que era una antigua carretera que se dejó de usar cuando hicieron la nueva carretera.

Al final de la carretera llegamos a un descampado donde había muchos coches puestos en fila y cada uno con la música puesta. Carlos aparcó al lado de unas motos. Se bajaron y empezaron a saludar a todos los que había allí. Yo me quedé apoyada en el coche sin saber qué hacer.

- Pero bueno, mira lo que tenemos aquí. - me giré y era un chico que no conocía. - ¿que haces aquí sola y apartada preciosa?

- Nada no es asunto tuyo.

- Eee guarda las garras cariño. No te he hecho nada. - hizo una pausa. - aun.

- ¡Eh Raúl! - dijo Carlos y el chico se giró. Con que este era el famoso Raúl. - deja de intimidar a la chica, está con nosotros.

- En ese caso... siento lo de antes. No estamos acostumbrados a ver nuevas caras por aquí. Aquí todo el mundo se conoce. - me dijo con una sonrisa seductora. - soy Raúl.

- Anni. - dije tímida.

- Encantado preciosa. - me dio un beso en la mejilla y pasando el brazo por mi hombro me llevo a donde estaban todos. Ese gesto me incomodó un poco. Le acababa de conocer y había algo que hacía que no me fiara.

AfterglowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora