Capítulo 16

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POV ERIC

Vale, sé que dije que me olvidaría de ella después de lo que me dijo, pero se me hace imposible. Allá a donde iba me la encontraba y eso solo lo hacía todo más difícil. Cuando la vi en las carreras al principio pensé que era todo un espejismo, pero no, era ella. No entendía qué hacía allí. Lo que me hizo estallar fue verla junto a Raúl como si nada. Actué por impulso, pero no lo pode evitar y me acerqué. La cosa no acabó bien.

El idiota de Raúl me ganó la carrera y para menos su pareja era Anni. Era yo al que quería que se agarrara en una moto, quería sentirla a mi espalda mientras el veinto me golpeaba en la cara.

Llevo una semana intentando quitármela de la cabeza con Ángela, pero nada funcionaba. Lo peor es que la gente empezaba a creer que tenía algo con ella. Ni loco. Es una consentida y mala persona. Solo estoy con ella porque en la cama es genial, pero aun así eso ya no era suficiente para mí y eso me frustraba. No lo aguantaba más y por no hacer una estupidez decidí irme. Necesitaba una copa.

Iba ya por la tercera cerveza cuando la vi entrar en el bar con él de la mano. Simplemente no lo soportaba. Necesitaba decirle todo lo que me pasaba, pero me daba miedo que me mandara a la mierda. Esta chica había calado hondo en mí y a una velocidad descomunal.

La observé toda la noche desde el otro lado de la barra. Ella todavía no se había dado cuenta de que yo estaba allí. Noté unas manos subiendo por mi espalda. No necesitaba mirarla para saber quién era, Ángela. Llevaba ya alguna copa de más y no sabía lo que hacía. No necesitaba preguntarle lo que quería lo sabía,Solo quería desahogarme y pasarlo bien un rato.

POV ANNI

Raúl resultó ser muy majo. A lo largo de la noche se le acercaron como 7 chicas para ligar con él. Tenía que admitir que era guapo, no podía culpar a las chicas por eso. Al principio no pude quitarme de la cabeza la reacción que había tenido Eric antes, por lo que decidí beber. Como dicen, "el alcohol te ayuda a olvidar". A las tres copas me lo empecé a pasar genial con los chicos. Carlos se puso a "perrear" a Paula, pero más bien parecía una danza demoniaca. Paula se puso tan roja como un tomate. Estaba segura que estos dos se gustaban muchísimo, pero ninguno de los dos iba a dar el primer paso.

Alguien chocó conmigo. Al girarme vi como Eric se llevaba a Ángela de la mano hacia los baños. Ella me miraba con una cara de triunfo. No hacía falta que me dijeran que iban a hacer, me lo podía imaginar. No lo admitiría en voz alta pero los celos me mataban. Creía que Eric se habría ido a su casa ya que no lo vi al entrar, pero ya veo que me equivocaba.

- Hey. - me llamó Raúl. - ¿te apetece bailar?

- ¡Claro! - dije. No estaba dispuesta a amargarme la noche por un idiota. - pero antes una ronda de chupitos.

Nos tomamos todos unos chupitos de tequila y nos fuimos a la pista a bailar. Entonces pusieron una de mis canciones favoritas de ahora, Stargazing. Esa canción conseguía motivarme muchísimo y empecé a darlo todo en la pista.

Cuando acabó la canción, noté como unas manos me rodeaban la cintura por detrás y un cuerpo se pegaba a mí. Giré un poco la cara y era Raúl. Puede que fueran las copas de más que llevaba, pero no le separé de mí. Nos empezamos a mover al ritmo de las canciones. Raúl me giró y nos empezamos a acercar. Nuestros labios se unieron, pero rápidamente un tirón lo separó de mí. Abrí los ojos y me encontré a Raúl en el suelo con el labio sangrando. Sin saber que pasaba alguien me cogió de la mano, Eric.

- No te vuelvas a acercar a ella. - le dijo Eric amenazante.

Se dio la vuelta con mi mano aún agarrada y me llevó fuera de la discoteca. No sabía porque había hecho eso. Me solté de su agarre enfadada.

- Pero, ¿a ti que narices te pasa? ¿qué fue eso? - le dije enfadada.

- ¿Que qué fue eso? ¡Te estaba besando joder y tú le ibas a dejar continuar!

- ¡Pues claro que le iba a dejar! ¿acaso no puedo o qué? Que hipócrita eres. Me dices esto mientras tú te vas a los baños a follarte a Ángela.

- ¡joder! - gritó furioso y le dio una patada a un cubo de basura que había. Se acercó a mí y arrinconándome contra la pared me dijo. - ¿sabes qué? Sí, me fui a los baños con intención de follármela. - eso solo hizo que me doliera más. Intenté alejarlo de mi para irme, pero no me dejó.- pero no pude ¡joder!.... no pude. Y solo porque no sales de mi cabeza maldita sea.

En ese momento mi corazón parecía que se me iba a salir del pecho. Sin esperarlo me agarró del cuello y juntó nuestros labios. Esa sensación que empezaba a extrañar volvió. Al rato se separó un poco, lo justo para que nuestras frentes siguieran pegadas.

- ¿También lo notas verdad? - me dijo acariciado mi nariz con la suya. - Esa sensación cada vez que nos tocamos. - simplemente asentí. No creo que fuera capaz de decir una sola palabra. Las piernas me temblaban.

Eric me volvió a besar. Era como una droga. Cada vez necesitaba que el beso fuese más intenso y que nunca acabara. Me mordió el labio inferior haciendo que mi boca se abriera. Eric aprovechó e introdujo su lengua en mi boca. Nos tuvimos que separar en busca de aire. Eric seguía sujetándome del cuello.

- No digas nada, solo... solo no te alejes ¿vale? - Me miró a los ojos. En los suyos vi inquietud y miedo, miedo a que le alejase.

- No me alejaré, no si tu no quieres. - en su cara se dibujó una sonrisa que no le había visto hasta hora. Debería sonreír más. Estaba más guapo si eso era posible.

- ¿Que te parece si nos vamos de aquí?

- Yo... debería irme ya, es tarde y mañana trabajo al mediodía. - dije rompiendo la burbuja que habíamos creado.

- Está bien, yo te llevo.

Me agarró de la mano y se me puso la piel de gallina. Eric y yo nos miramos en ese momento y sonreímos. Me llevó hasta su moto que estaba aparcada en un lateral del bar. Por eso no la había visto antes. Se subió a la moto y yo nerviosa me subí detrás. No sabía porque pero estaba muy tímida. Eric me cogió las manos, les dio un beso y se rodeó la cintura con ellas. Ese gesto había hecho que notara mariposas en el estómago. Le dije donde vivía y aceleró.

La sensación del viento en la cara y la calidez que Eric me transmitía era genial. No quería que llegáramos nunca, pero por mala suerte llegamos. Me separé lentamente de él y me bajé de la moto sin querer irme en verdad.

- Bueno... yo me voy ya. - estábamos los dos tímidos. Como si al hacer un movimiento en falso el otro desapareciera.

Eric solo asintió. Me di la vuelta y cuando estaba en la puerta me llamó.

- ¡Anni! - me giré. - Buenas noches. - me dijo. Estaba nervioso. Me di cuenta porque se masajeaba el cuello.

- Buenas noches Eric. - le dije y entré en el portal.

Una gran sonrisa se dibujó en mi cara. Me pellizqué el brazo para ver si todo había sido un sueño, pero no, había sido real.

AfterglowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora