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𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐕𝐄𝐈𝐍𝐓𝐄: 𝑡𝑎𝑘𝑒 𝑚𝑦 𝑏𝑟𝑒𝑎𝑡𝘩 𝑎𝑤𝑎𝑦
— Y entonces me besó. — suelta mientras toca sus tobillos con sus manos.
— ¿Y qué hiciste? — pregunta Noah con la boca abierta, está sentado en una banca en el salón de música con un telar de colores mientras trata de hacer una bufanda, son ejercicios para mejorar la motora fina, le ha explicado.
Millie se levanta de pronto y lo mira con una mueca de nerviosismo — Pues... lo correspondí.
— ¿Y Jack?
— No tengo ni idea de dónde estaba, la verdad. — contesta mientras sigue con su calentamiento.
— ¿Y cómo te sentiste? — cuestiona sorprendido.
— Bueno... — de solo recordarlo sus mejillas se tiñen de carmín — Salvaje y brutal, además estuvo un poco ardiente. Fue de esos besos que te quitan el aliento, sientes cosquillas por todo el cuerpo, y no puedes controlarte, no sé, no fue dulce. — asegura la chica arrugando las cejas — Para nada, era como una necesidad de estar muy juntos, las palmas de las manos me picaban.
El castaño arruga la cara y niega — No cómo te sentiste en el beso, me refiero al respecto. — le explica un tanto asqueado.
— Oh. — abre su boca unos segundos y luego la tuerce — Culpable, extremadamente culpable, eso no estuvo bien, rayos, pienso mucho en Jack y en lo buena persona que es, Dios ha decidido enviar al ser humano más noble y dulce a mi vida para arreglar todo lo malo que hay en esta, y yo solo lo arruino cometiendo un acto carnal, espero que tanto el Señor, cómo él me perdonen en algún momento. — suspira desanimada y sigue estirando, es la primera vez que va a practicar desde que la internaron en el ala médico y aunque no está al cien, necesita hacerlo para disipar el desorden de pensamientos que están atrapados en su cabeza.
— Ya veo... — asiente el menor algo dudoso.
— Lo he estado evitando estos días, no puedo verle a la car, ni siquiera sé que hacer, así que he recurrido a ti, seré su fiel padawan, joven Yoda. — la chica hace una reverencia mirando a su mejor amigo, Noah por su parte la mira algo perturbado.
— Sí que te gusta mucho Star Wars, eh. — Millie solo sonríe sin ganas por unos segundos y sube su pierna a una barra que ha jalado al comenzar el estiramiento — ¿Puedo serte muy sincero?
— Por favor.
— Tú y Jack ni siquiera son novios. — exclama con una voz inocente, tierna, como si no quisiera ofenderla o algo por el estilo — Solo salen y ya.
— ¡Noah! — asevera ella deteniendo su calentamiento — Sí, pero no creo que él vaya por ahí besándose con otras chicas o algo así, sé que no somos exclusivos, pero hay cierto compromiso. — una parte de la bajita se alivia al escucharlo decir esto, por más que pretenda estar furibunda.
