Sunshine Pleasure - Hopemin/Jihope

09- Calipso

-12 de Febrero de 2016

Los días que siguieron comenzamos a hacernos más cercanos. Todo fluyó de una manera totalmente insospechada. Sus visitas a la plataforma baja como las mías al segundo piso comenzaron a hacerse más frecuentes, acompañadas de sonrisas y miradas cómplices.

Mi estómago era un revoltijo de sensaciones cuando veía su naranjo cabello asomarse a mi al rededor. El sólo hecho de pensar en el aroma de su perfume hacía mi mente volar y me arrancaba sonrisas sin darme cuenta.

Nuestros labios siguieron descubriendo juntos nuevos mundos entre los estantes, entre cientos de libros, como dos fugitivos. El miedo y la sensación de no ser descubiertos por el señor Kim o algún otro trabajador de la biblioteca le otorgaba el sabor de lo prohibido a esta mezcla. A esta perfecta mezcla.

Nos encontrábamos a la salida para caminar juntos hasta donde nuestros caminos se separaban para volver a casa. Los besos de despedida más dulces de mi vida acompañados de un ''Nos vemos mañana hyung'' y una sonrisa tan coqueta como tímida a la vez.

Pero este día fue diferente, Jimin me invitó al centro comercial porque necesitaba una lámpara nueva para su apartamento y pensó que sería buena idea que lo acompañara y pasáramos el rato juntos.

Cuando pensé que las cosas no podían ser mejor, ahí estaba yo equivocándome de nuevo.

Recorrimos las tiendas riéndonos por todo y nada. Maldita sea, su sonrisa es lo más bello que he visto en mi vida. Cada vez que sonríe el mundo a mi al rededor se paraliza. Y sus ojos, oh, sus ojos. Eran oscuros, no de un color azulado, pero aún así, ahí estaban guardando un océano entero en ellos. Mostrándome las maravillas de las profundidades entre cada parpadeo. Otorgándome esa sensación de ansiedad y tranquilidad a la vez, que sólo pensar en el fondo del océano te puede brindar.

Nuestra conexión era única. Realmente estábamos destinados a conocernos.

Por un momento me distraje pensando y mirando una tienda con globos. Él besó mi mejilla para traerme de vuelta y me sonrió. Lo que él no sabía es que con ese detalle mi mente se fue mucho más lejos. Me sentía en las nubes y no quería regresar. Quería que ese instante fuera eterno.

Caminamos y caminamos y realmente no puedo recordar el 90% de las tiendas por las que pasamos ya que para mi no había nada más que él.

Fuimos a tomar un helado y él pidió sabor vainilla. La vainilla era tan blanca, pura y dulce  como él, fue lo que pensé. Yo pedí chocolate porque soy sólo alguien del montón, pensé también. Quizás por eso nos complementábamos.

Él puso helado en mi nariz y rió. Era una escena digna de una típica película romántica. Me sentí como el protagonista de esa película. Sentí que mi pecho iba a explotar de felicidad. Yo reí y puse helado de chocolate en sus mejillas y entonces vino ese sonido del cielo, su risa a carcajadas era como escuchar a un ángel riendo. Sentí que mis mejillas se acalambraban de tanto sonreír pero no lo podía evitar, todo con él era felicidad y sonrisas.

Entonces él se incorporó de su asiento y me besó de una manera tan dulce. Tan dulce que incluso el sabor de la vainilla en sus labios no lograba compararse. La presión que hacía en mis labios era como el pétalo de una rosa cayendo, pero eso bastaba para que todas las fibras nerviosas de mi cuerpo vibraran.

-Hyung, eres divertido -me sonrió ladeando su cabeza luego de separar nuestros labios-.

-Gracias - le sonreí de vuelta embobado-.

-Sólo... -su sonrisa desapareció de a poco- quería decirte... que... no estoy buscando... nada serio... ¿Está bien? -me miró con duda en sus brillantes ojos-.

¿Por qué estaría mal? Me estaba dando el mundo entero sólo con su compañía.

-Sí, por supuesto que está bien -le sonreí de vuelta, no quería que la sonrisa en sus labios se esfumara nunca jamás-.

-¿Estás seguro? Las personas enloquecen cuando digo esto -esbozó una semi-sonrisa aún con duda-.

-Yo no. Algo casual, ir despacio ¿No?

-Exacto -su sonrisa volvió- Sin presiones.

Sin presiones.

Esa noche fuimos a mi departamento y por primera vez hicimos el amor.