Punto de vista de Harry.
**Harry**
Los murmullos de mi hermana son disueltos en el aire, ella lleva un cono de helado en su mano mientras parlotea y gesticula tratando de explicarme algo. Yo no le presto atención. Tengo la sensación de que alguien me está mirando, no es incómoda, pero es un poco raro.
‘’ ¡Es que lo estás dejando todo por ella!’’ reclama por lo poco que puedo escuchar. Ella sabe de mi amiga, pero no la historia completa, de seguro cree que es otra más de mis locuras. Pobre, no tiene ni la menor idea de cuan serio es este asunto.
Dirijo mi mirada a un lado, pensando en alguna posible respuesta que no ponga en juego mi relación con Ty, conozco a mi familia y sé que la idea de que su hijo pase algo de su miserable tiempo haciendo algo más que trabajar para el futuro es inaceptable y que si llegan a saber algo tomarán represalias. No pienso arriesgarme.
‘’Gemma, eres mi hermana y te quiero, pero no permitiré que se metan en mi vida privada’’ trato de sonar lo menos disgustado posible.
Pensamientos difusos e imágenes apuñalan mi cabeza de pronto. La veo a ella siendo alejada de mí por los colegas de mi padre, lo que hacen el trabajo sucio de papá, y creo que necesito respirar. La idea solo hace que la furia me inunde de pronto.
Sigo sintiendo como si tuviera el peso de una mirada clandestina puesta en mí, eso no ayuda a calmarme, entonces volteo dispuesto a acabar con aquello que está terminando de agotar mi paciencia.
Mis ojos se abren y parpadean seguidamente, estoy congelado sobre mis pies viendo como su reacción no es diferente a la mía.
Ella está ahí.
Sus ojos me escudriñan con intensidad, acompañados de una nube de incredulidad que empaña sus facciones antes de que tome la cámara y apunte.
El flash me sorprende más que su presencia.
Un impulso quiere hacerme desparecer de allí, pero no puedo hacerlo sin Gemma. La tiro de un brazo arrastrándola hacia un arbusto cercano, desde aquí puedo ver como Ty sacude su cabeza como si lo que acabara de ver no fuese real, pero lo es, y la prueba de ello está en la memoria del objeto resplandeciente en sus manos. Ruego egoístamente porque ocurra un problema y la fotografía se borre, pero sé que no pasará. Por ahora solo me queda resignarme al anónimato y esperar a que se vaya para poder salir de mi escondite,entonces podría buscar una solución.
A mi lado Gemma pide explicaciones a mi extraño comportamiento, con la excusa de que por mi culpa dejó caer su helado. Rio, muevo las ramas que nos obstruyen la vista y salimos del arbusto, ella sigue chillando y me veo en la obligación de comprarle un nuevo.
Mi respiración se ralentiza a medida que los segundos pasan, estoy preocupado por ella, sé cómo es cuando la ansiedad la ataca. Me pregunto si debo ir al callejón, pero de inmediato desecho la idea, hoy ha de estar muy impresionada, la conozco a suficiente para saber que lo único que querrá hacer es dormir.
Me obligo a calmarme y prestarle un poco de mi interés en Gemma, mi odiosa hermana que quiere un helado nuevo. No parece que fuera mayor que yo.
***
Nos encontramos en el despacho de la casa, el único lugar donde creo, puedo hablar tranquilamente con el único que tiene información de mi situación ahora, uno de mis mejores amigos, Liam. Él está sentado tranquilamente del otro lado del escritorio, en una de las sillas de cuero negro, en su mano se balancea un vaso con liquido ambarino dentro. Mi posición no es muy diferente a la suya, descansando sobre el gran asiento contiguo al escritorio, debería decir que el puesto me queda grande, me siento como el heredero del rey estando aquí. Mi cabeza descansa en el respaldo de la silla, mi cabello cae hacia atrás. Me siento derrotado, y a diferencia de hace un rato, comienzo a cuestionarme que ocurrirá ahora que todo comienza a tomar sentido. La conozco la suficiente para saber que no se quedará con la duda, ella investigará, y no dudará en encontrar la verdad aunque eso signifique desafiarse a sí misma, esa idea me aterra.
