Jikook || one shoots

🐾space🐥

Estar en el espacio era malditamente aburrido.

Estaba harto de la rutina, de enviar cada día informes a la Tierra donde detallaba haber visto lo mismo que el día anterior y de no poder comunicarse con su familia más de una vez al mes debido al alto costo de la teleconferencia. Había jugado a cada puto juego de mesa que había en la nave, pasó todos los niveles del juego que había descargado en su teléfono, leyó cada libro que había cargado a la nave o bajado a su tablet, estaba rozando la locura.

Claro que el primer mes había estado todo emocionado por el despegue y una vez que estuvieron en órbita se había dedicado a observar la magnitud del paisaje que le rodeaba. A decir verdad el espacio no es aburrido, lo aburrido es estar en una estación espacial a la deriva por un año con sólo un tripulante a parte de él. Jimin suspiró con notable cansancio, sólo llevaba ciento cuarenta días en la misión y ya tenía ganas de cortarse las venas con hilo dental sólo para entretenerse un poco.

Hubo momentos en que el aburrimiento y la frustración fueron tan grandes que terminó a los golpes con su compañero con el que por cierto, estaba enojado. Bueno, más exactamente Jungkook lo había estado ignorando en los últimos tres días, por lo general cuando peleaban -aunque hubiese violencia física- terminaban sus pleitos con una sonrisa y un apretón de manos, pero ésta vez era diferente. Había tratado mal al menor a causa de su frustración y lo había acusado de ser "un molesto dolor en el culo", sus ojos llenos de lágrimas fueron lo último que deseaba lograr pero así sucedió, se había pasado y lo sabía. En todo este tiempo con la sola compañía del castaño había aprendido que era un chico sensible a pesar de su físico tonificado, sabía que era fácil herir sus sentimientos aunque nunca lo demostrara,  Jungkook había tenido una vida difícil y trabajó muy duro para conseguir su puesto en la nave. Junto con el menor habían forjado una gran amistad basada en noches de tragos y secretos para pasar el tiempo, se habían confesado cosas que no podrían haberle contado a otras personas y que tal vez se hubieran llevado a la tumba de no ser por el aburrimiento que los abatía.

Miró y admiró por última vez la infinita belleza que lo rodeaba antes de caminar a la habitación del menor, tenía que disculparse. Para su sorpresa escuchó jadeos provenientes de la puerta  que estaba entreabierta, al principio se asustó creyendo que el menor había tenido otro de sus ataques de pánico así es que apresuró el paso pero se detuvo de golpe en el umbral cuando observó lo que realmente estaba pasando.

Estaba desnudo.

Se estaba masturbando.

Tenía un par de dedos moviéndose dentro y fuera de su ano mientras gemía débilmente -Jimin -lo escuchó decir su nombre en un quejido mientras bajó la mano con la que se había estado masturbando otra masajear sus testículos, el rubio se había quedado sin aliento.

Se estaba masturbando mientras pensaba en él.

Sintió su propio miembro endurecer como reflejo, no podía apartar los ojos del esbelto cuerpo del menor, quien aún ajeno a su presencia seguía en el proceso de autocomplacerse, sin darse cuenta, casi por instinto las manos de Jimin comenzaron a actuar; desprendiendo sus pantalones y liberando su necesitada erección, la cual pedía a gritos un poco de atención. No estaba pensando en lo absoluto, comenzó a masajear su pene sin apartar los ojos del menor que no había dejado de gemir -Oh Jimin, si- prácticamente había gritado y el mayor emitió un ronco gruñido como respuesta lo que alertó al menor de que no estaba tan sólo como creía.

Se detuvo en seco, su mirada fija en el espectador que había descubierto masturbándose con su propio espectáculo, sintió el rubor ascender rápidamente por toda su cara pero todavía no dijo una sola palabra. Fue Jimin quien dió el primer paso vacilante, luego otro y uno más hasta quedar junto a la cama del castaño, sus ojos avellana penetrando intensamente sobre los orbes negros de Jungkook mientras buscaba algo, una respuesta. No conocía la pregunta, pero si se trataba de Jimin sabía que sólo podía decir una cosa: si.

El mayor comenzó a desvestirse lentamente ante la atenta mirada el menor, una vez que se libró de sus prendas subió al colchón y se colocó entre las piernas largas y tonificadas, no perdió el tiempo y comenzó a acariciar sus muslos con vehemencia, ascendiendo por su torso hasta que sus miradas se encontraron a la misma altura. Rozó sus labios suavemente antes de besarlos dulce y tímidamente, pues a pesar de que no lo hubiera corrido no estaba seguro de que si era lo que el menor deseaba. No tuvo que esperar mucho para aclarar esas dudas ya que el castaño devolvió el beso aumentando la pasión,  ahora estaban comiéndose los labios fervientemente.

Entre jadeos se separaron para conseguir un poco de aire y Jimin aprovechó para atacar el cuello del menor con sus labios, dientes y lengua, haciendo que el menor se deshaga en suspiros de placer. Siguió descendiendo y se detuvo en los botones rosados de su pecho, donde volvió a lamer, succionar y morder con pasión, disfrutando del sabor de aquella piel tan sensible que se le antojaba deliciosa.

Bajó un poco más y jugó un poco con el ombligo del menor, simulando penetraciones con su lengua, Jungkook enredó las manos en su cabello, instandolo a bajar un poco más y el mayor obedeció encantado. Sin preámbulos se metió el miembro en la boca y succionó con ganas, sintiendo como su propio cuerpo se encontraba al borde por el sabor del menor en su lengua. Vió a Jungkook tensarse y respirar agitado, estaba cerca, debido a que el menor ya se había dilatado lo penetró rápidamente de una sola estocada profunda. Jungkook gimió y Jimin volvió a atrapar sus labios en un beso candente, comenzó a mover sus caderas a ritmo lento pero duro, ascendiendo la velocidad conforme la temperatura de sus cuerpos. Se aferró a las caderas del castaño para mantenerlo firme mientras penetraba en él una y otra vez hasta que su orgasmo se construyó, las paredes anales del menor presionaban su erección arrastrándolo también al clímax.

Salió de su interior y se acostó a un lado, quedando frente a frente- Jungkookie, lo siento- dijo mientras retiraba unos mechones de la frente del aludido- no creo que seas un dolor en el culo, estaba frustrado y me desquité contigo. -el menor levantó la vista con sus ojos llenos de lágrimas- en serio lo siento mucho -dijo realmente apenado.

-Está bien, comprendo que estar aquí es frustrante y más en mi compañía -susurró lo último.

-Claro que no -dijo tomándolo de la cintura para atraerlo más cerca -eres un gran compañero, yo he sido un idiota. Además, pensé que hace unos minutos había quedado claro que tu compañía me es muy, muy agradable -dijo en tono sensual y tuvo el resultado que esperó: Jungkook rió. Se quedó prendado un instante en la belleza del menor, que había comenzado a sonrojarse por la expresión del mayor - y no te preocupes que np volverá a suceder, acabo de descubrir una buena manera de acabar con el aburrimiento.

-¿Ah, si? ¿Cuál es?-preguntó intrigado.

-¿Qué te parece un poco de sexo en la cabina antigravitacional?