A Luciano le preocupa que Aroldo Maciel, brasileño experto en terremotos según él mismo, dijera en televisión que se viene un gran terremoto para Chile. Pese a que expertos han dicho derechamente que el tipo es un chanta, su temor a las catástrofes es aún mayor a su razón y anota en su pizarra la fecha del cataclismo. Hizo una lista con todo lo que necesitará en su despensa cuando quede aislado, que incluye 10 bidones de agua, pilas para la linterna, comida enlatada y 20 kilos de comida para su gato Nerón. Le preguntó al conserje si el edificio era antisísmico y cómo le había ido en anteriores terremotos, incluso practicó tiempos de reacción si el movimiento telúrico lo pilla durmiendo, lo que implica tirarse cama abajo, vestirse, agarrar la mochila con víveres y correr hasta el umbral de la puerta, donde se siente seguro. Logró su récord a 2 días del evento, con 35 segundos.
El calendario marca la fecha indicada por el brasileño y Luciano está atento a cualquier movimiento. Reacciona en varias ocasiones, pero sólo eran los ruidos de la máquina de la construcción del frente o Nerón que saltaba hacia el sillón. Trató de distraerse viendo la TV. Ahí estaba Aroldo Maciel diciendo que las corrientes sísmicas habían cambiado por el calor de la tierra ejercido por los incendios forestales en California y que ahora se produciría un maremoto en Valdivia en los próximos 10 días. Luciano respiró tranquilo. No pensaba viajar a esa ciudad.
ESTÁS LEYENDO
El vecino del 51 A
General FictionEl hombre del departamento 51 A le genera intriga a una vecina, luego de observar a muchas personas que vienen a verlo con actitudes extrañas. ¿será narcotraficante? ¿tarotista? o ¿entrega placeres sexuales diferentes a pervertidos? Ella hará todo l...