Catástrofe

35 4 2
                                    

Desperté con Nerón que enterraba las uñas en mi espalda y maullando asustado. Me levanté sobresaltado pensando que alguien había entrado en el departamento, posiblemente mi vecino Igor, que venía a buscarme para asesinarme y echarme en una de sus cajas, por lo que bajé rápidamente de la cama para golpearlo con lo que tuviera a mano.

Apenas toqué el suelo, sentí agua en mis pies, y como estaba aún medio dormido, pensé que sin darme cuenta, había ocurrido un gran maremoto, pero pronto salí de mi estado de pánico al recordar que en Santiago no hay mar.

Intrigado caminé hacia la puerta y vi que en el living caía agua por todas las esquinas, y se estaba inundando todo. Confundido con lo que veía, me di un pellizco para saber si no estaba soñando que estaba en el Titanic, pero estaba despierto, por lo que corrí a la puerta y salí a ver si alguien sabía lo que pasaba.

Por supuesto a la primera que encontré en las escaleras fue a la señora Matilde que estaba agarrándose los pelos y gritando:

- ¡Salgan de sus departamentos, el edificio se está inundando!

Entre tanto enredo olvidé que Nerón quedó arriba de la cama, por lo que fui a rescatarlo, claro que apenas me acerqué, el maldito me mordió y salió disparado hacia fuera, quizás en qué rumbo.

Salí detrás de Nerón y el conserje me miró feo (como siempre) y sólo atinó a decir que mi gato endemoniado casi lo había botado cuando pasó. Traté de excusarme, pero un ruido me ensordeció. Era Matilde que no sé de donde sacó un par de campanas y se ayudaba con ellas a llamar a los vecinos a salir para salvarse de la catástrofe.

Igor apareció acarreando sus cajas desesperado y reclamando a viva voz qué estaba sucediendo. Se acercó una mujer con su hijo y trataban de calmarlo, mientras llamaban al conserje para que ayudara, pero él nunca fue, creo que se hace el sordo.

Yo quise evitar este griterío y me fui corriendo a buscar a Nerón. Comencé a llamarlo y empecé a desesperarme. Sin casa, sin gato, sin mujer... De pronto una voz conocida me llama. No, no era Nerón, porque no habla. Era ella, mi ex, la Lore con el gato en brazos.

- ¿Se te perdió algo?-dijo con sonrisa coqueta.

El vecino del 51 ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora