Pandemia

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Nunca me quisieron creer, pero ahora todos dicen que tenía razón, el mundo este año llega a su fin. Lo presentía hace mucho tiempo y ahora con esta pandemia, me ha reafirmado mi miedo, se terminará la raza humana, tal vez Nerón lo logre, pero creo que estos serán mis últimos pensamientos.

Cuando me enteré de este virus letal, de inmediato me puse a investigar de qué se trataba. Vi los videos de personas tomando sopa de murciélagos, revisé teorías de conspiración sobre creación de armas químicas en China y que se les escapó de las manos. Claramente agregué a mi lista de Netflix todas las películas que pudieran servir para estar preparado: Contagio, Virus, Zombiland, entre otras y compré todos los víveres que pude y me encerré junto a Nerón en mi departamento.

Mis amigos estuvieron algunos días sin responderme los mensajes de Whatsapp, porque me confesaron, semanas después, que ya no aguantaban mi histeria con el tema y que fue el colmo cuando comencé a insistirles que me apoyaran en mi proyecto de hacer un bunker, en el que pudiéramos entrar no más de 20 personas para sobrevivir, en caso de invasiones o explosiones nucleares.

De hecho se juntaron para hacerme una intervensión, porque cuando vieron que le hablé a todos mis contactos, hice un grupo de Facebook para recaudar fondos para el bunker y transmití un Instagram en vivo en donde se conectaron 10 personas (2 de los miembros del grupo del eclipse) y los otros me agarraron pal webeo, optaron por salvarme nuevamente y esta vez en vez de llamar a mi abuelita, para no preocuparla, le hablaron a mi profesor guía y quién me ayudó cuando quise tomar psicología clínica, para que pudiera tratarme, porque decían que al parecer entré en pánico.

Por más que tomé las hierbas del amazonas de Nerón, no me hicieron efecto para calmarme, por lo que en video llamada, el DR. Raymond me ayudó con un tratamiento, incluso, creo, no estoy seguro, que parece que insinuó que me fuera a internar unos días a su clínica, lo que me pareció bien desubicado, si es que era su intensión. ¡Cómo se le ocurre que en este momento de pandemia, me vaya a meter en un lugar con gente que puede contagiarme!.

Ya no le contesto las llamadas, ni los mensajes y decidí afrontar mi próxima muerte, por lo que redacté un testamento, en donde le dejo todo a Nerón y mi colección de vinilos a la Lore.


El vecino del 51 ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora