#08: Helado

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Eras probablemente el único hijo conocido al menos de el dios Fobos y para mejor tu madre era una mestiza hija de Hecate, por lo que contabas con la increíble habilidad de manipular los miedos y usar la niebla para volverlos reales. Y sumado a la mala reputación que te daba tu padre, el pequeño enfrentamiento que habías tenido con uno de los chicos de la cabaña de Ares apenas llegar tampoco había sido para mejor, después de todo habías hecho huir despavorido al chico y nadie podía calmarlo o tan si quiera acercarsele demasiado.

Pero a pesar de todo habías demostrado ser en realidad un buen chico, solo usabas tu don para el miedo cuando era necesario y no en otros por placer (o al menos no tan evidentemente, pero lo hacías con chicos molestos o malos), sin embargo tu reputación aún hacía que muchos campistas te repudiaran, por lo que solías estar solo buena parte del tiempo.
Sin embargo las cosas habían cambiado uno de esos días en los que estabas por almorzar solo de nuevo en tu mesa cuando Percy te invito para que te sentaras junto con los hijos de los tres grandes y no estuvieras solo, desde ese día solías comer con Jason, Percy y Nico, aunque empatizabas más con este último.

Sin embargo últimamente di Angelo estaba teniendo muchas más pesadillas, y más intensas que antes, por lo que todas las miradas apuntaban a ti como culpable, eso era molesto. La verdad era que no, no causabas las pesadillas del chico porque de hecho te caía increíble, y también te preocupaba que no pudiera y quisiera dormir a causa de sus malos sueños... Así que decidiste hacer algo al respecto.

Las veces que habías visto a Nico a los ojos habías logrado discernir muy bien cuales eran sus miedos incluyendo los más profundos, y eran bastantes. Era un paraíso de tormentos, así que ahora sabías con que estarías trabajando. Seria una tarea dura.

Esa noche esperaste a que el hijo de Hades cayera dormido en su cama (ya que llevaba días sin pegar el ojo) para colarte por la ventana de su cabaña y en total silencio te paraste frente a su cama y te concentraste, sentiste sus pesadillas, eran intensas y hacían que se revolviera aún dormido; sentiste pena de él, pero de todas formas te concentraste. Pusiste ambas palmas encima de su cuerpo sin tocarlo y divisaste sus sueños, eran helados y crudos al punto de sentir que te calaban en los huesos de forma agradable para ti.
Respiraste lento y haciendo uso de la niebla empezaste  manipular sus pesadillas logrando cambiar sus sueños a algo más "lindo", un día normal en el campamento o lo que fuera; escuchabas como su cuerpo poco a poco se iba quedando quieto y dejaba de quejarse dormido. Pero las pesadillas seguían ahí esperando a hacerlo sufrir, como si tuvieran vida propia y estuvieran enojadas contigo. Revolviste en tu bolsillo y sacaste un pequeña pelota transparente repleta de nada, y apretándola en la palma de la mano le ordenaste a las pesadillas salir del menor y entrar en ti ahora.

Empezaste a sentir el peso y dolor del tártaro, heridas de guerra, sufrimiento, agonía, soledad, desamores, perdidas... Tu alma sufría mucho, pero de todas formas aguantaste y no te detuviste hasta haber quitado hasta la última pesadilla maldita y haberlas metido a la fuerza dentro de la pelota.

Trastabillaste había atrás y tuviste que apoyarte cansado en la pared para no caer mientras respirabas agitado mirando como en la pequeña pelota en tu mano temblorosa las pesadillas se revolvían inquietas dentro, buscando escaparse y causar dolor, estaban muy molestas contigo. Sonreíste para ti mismo antes de volver a ver a Nico.  Estaba con una expresión tranquila y de alivio en su cama, estaba quieto y en calma en un sueño normal como de verdad lo merecía. Te esforzaste un poco más para envolver en varios pañuelos y una remera la pequeña pelota antes de salir de cabaña 13 y volver a la cabaña de Hermes donde estabas temporalmente, pero el agotamiento te paso factura. Antes de llegar la cama caíste desplomado en el piso inconsciente.

 . . .

Despertaste confundido en el hospital justo para ver como Solace acompañado de los tres grandes empezaba a desenrollar los últimos pañuelos que cubrían a la pelota, aún estabas débil pero te sentaste en la cama intentando alcanzar el objeto para evitar que pudieran hacer algo malo.

— ¡Solace deja eso! —dijiste tan fuerte como pudiste.

Viste que daba un respingo y por poco tiraba la pelota, pero no la dejo escapar de sus manos milagrosamente y volteo a verte junto con los otros tres chicos.

  — ¡Envuélvelo de nuevo! ¡Es peligroso! —dijiste esforzándote por acomodarte en la cama—, son las pesadillas de Nico.

Cuatro caras atónitas te miraron y luego a la bola de paños antes de dejarla a un lado con cuidado, y con la misma rapidez con la que la dejó al entender que era, Will se acerco a ti para sentarte en la cama mejor y darte un poco de néctar.

  — ¿Así que tu tenías que ver con las pesadillas de Nico? —dijo Jason molesto.

Diste unos tragos lentos de néctar y negaste aún cansado. 

  — No Grace. Si tengo que ver y no, no las cuse—dijiste dando un par de tragos más—, cause que anoche durmiera mejor con la niebla.

  — ¿Fuiste tú? —dijo di Angelo asombrado pero al parecer agradecido.

  — No porque Fobos sea mi padre voy por la vida asustando a todos —remarcaste ofendido suspirando—, también me preocupaba que tuviera pesadillas ¿Okay?, es mi amigo al igual que ustedes. Solo me metí a escondidas en su cabaña mientras tenía pesadillas y logre encerrarlas en una pequeña esfera FRÁGIL que estaba envuelta en trapos.

Percy fue el que se acerco a la pequeña pelota de trapo y moviendo los restantes logro ver la pelotita con bruma negra revolviéndose en su interior, y sin dudarlo volvió a cubrirla.    

— ¿Por eso Connor te trago inconsciente del piso de la cabaña? —preguntó Solace.

— Absorber tantos miedos y pesadillas me dejo exhausto. Yo causo el miedo, no lo reprimo, y ellos tampoco querían darme tregua —dijiste acabándote el néctar y empezando a sentirte mejor—, y si rompen eso miles de pesadillas disfrutaran atormentándolo tantas almas como alcancen, y no creo poder hacer algo esta vez más que empeorarlo.

Will te dejo descansando antes de ir con urgencia a atender a otro campista, y por su parte los chicos te dieron unas debidas disculpas y agradecimientos por lo que hiciste, sobre todo Nico quién estaba más renovado y con menos ojeras luego de una noche.

Desde esa pequeña gran hazaña el italiano se había vuelto más cercano a ti, y no era para nada desagradable.

One-Shots de Nico di Angelo [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora