#23: Wifi (Solangelo - lemon)

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Nico era un chico medianamente responsable y por ello mismo estaba estudiando en su cuarto algo de anatomía en la pc, había tenido el día ocupado y necesitaba aprobar sus exámenes. Por ello mismo cuando el Internet se cortó, ademas de soltar mil y un maldiciones en dos idiomas, no tuvo otra opción que levantarse a buscar libros sobre el tema.

Busco y revolvió todo el cuarto en vano, por la hora tampoco habría una biblioteca abierta y su teléfono no tenía señal wifi tampoco. Suspiro y respiro lento para calmarse unas cuentas veces antes de echarse a la cama a pensar en que demoños se supone que haría; y un idea brillante se atravesó por su cerebro. Tomó el móvil de nuevo y después de marcar se quedo esperando con el aparato en el oído hasta que atendieron al otro lado de la linea.

  — ¿Hola? —dijo la voz de su amigo al otro lado de la linea.

  — Solace —saludo Nico aliviado—, que bueno que atendieras, necesito un favor.

  — ¿A esta hora? —preguntó el rubio extrañado mirando la hora en su reloj, era algo tarde y todo, pero la verdad es que él aun no se acostaba así que no le importaria de seguro.

  — Es que mi Internet se cortó mientras estudiaba anatomía y como tu estas en medicina pensé que podrías prestarme alguno de tus libros —dijo el italiano llevándose una mano a la nuca y tomando otra postura en la cama.

  — Claro, de hecho también estaba estudiando anatomía —dijo Will dejando escapar una pequeña risa ante la coincidencia, aunque en realidad, ademas de medicina él solía estudiar anatomía todo el tiempo por requerimientos de su carrera.

  — Eres mi salvador —bromeo Nico dejando escapar también una pequeña risa—, iré a buscarlos ahora si no te molesta.

  — Te estaré esperando —prometió el rubio antes de despedirse y cortar la llamada.

Di Angelo suspiro aliviado, su amigo siempre lo ayudaba cuando lo necesitaba. Tomo su chaqueta de aviador (y abrigo favorito ya que era un regalo de sus dos hermanas por su cumpleaños) y después de colocársela bien y tomar su celular y algo de dinero por si acaso salió con las llaves de la moto en mano y el casco bajo el brazo. 
Se abrochó el casco sentado sobre la querida Harley que su padre le había regalado en su cumpleaños por todo el esfuerzo que hacía en sus estudios, coloco las llaves en su sitio y arranco saliendo del estacionamiento de la universidad con rumbo a la casa de Will.

No le tomó más de quince minutos llegar, estacionar su moto antes de bajarse con el casco ya abajo del brazo y tocar el timbre de la casa en la que vivía el chico. Tal y como esperaba fue Will el que abrió con la sonrisa amable tan característica de él antes de dejar al contrario pasar cerrando con llave la puerta como solía hacerlos siempre que era tarde.

  — ¿Quieres tomar algo Nico? —ofreció estirando un poco los brazos.

EL italiano miro a su amigo, la musculosa ancha que traía de entre-casa dejaba ver perfectamente unos brazos recubiertos de pecas en todos lados, y su bronceado californiano lo hacía ver mucho más apuesto aún ya que contrastaba totalmente él. Dejo su casco en donde no molestaba y luego negó levemente.

  — No gracias —dijo de manera relajada mirando los rizos de Will moverse al tiempo que el se agachaba para tomar un poco de café de la heladera, no se molesto en calentarlo antes de beberlo. Otra de las rarezas de Solace—. Solo quería los libros, no quiero molestar a esta hora.

  — No molestas di Angelo —dijo el mayor mientras tomaba su café frío subiendo al cuarto con calma haciéndole un ademan con la mano—, ven vamos por los libros. De hecho puedes quedarte a estudiar aquí un rato si quieres.

  — ¿Estas seguro? —pregunto el italiano mientras lo seguía quitándose el abrigo y conlgándoselo en el brazo.

  — ¡Claro! —respondió muy seguro Will mientras abría la puerta de su cuarto.

Se topo con un cuarto amplio de cama desordenada, Will tenía el ordenador apagado y una suerte de libros de anatomía subrayados, marcados, abiertos y esparcidos sobre un escritorio pequeño, un cuaderno de apuntes de encontraba medio enterrado y algunos envoltorios y paquetes vacíos estaban amontonados en un lado (cosa divertida considerando que Will tenía un tacho de basura justo abajo). Ambos pasaron y Solace señalo absolutamente todos sus libros de anatomía desperdigados por el escritorio.

  — Tengo varios, ¿Cual crees que te ayude más? —dijo el rubio de manera amable.

Nico se acerco a los libros y empezó a revolver curioso sin desordenar nada antes de señalar a uno de los libros.

  — Creo que este —dijo mirándolo con una sonrisa leve.  

  — Es uno muy completo, sin duda te sera útil —dijo Will tomándolo y entregándoselo de forma suave antes de tomarle la mano para llevarlos ambos hacía la cama y sentarse allí—, ven, te ayudare a estudiar que se me da mejor que a ti.

El italiano hizo un gesto de molestia ante eso que le causo gracia al contrario, pero sabía que él tenía razón. Se sentaron ambos en la cama, y tal y como había dicho Solace se pusieron a estudiar ambos del mismo libro mientras él rubio le explicaba alguna que otra cosa o detalle con la intención de que aprenda mejor.

Sin embargo lo que empezó como una sesión de estudio entre amigos, acabo tornándose en una de besos. En poco el libro de anatomía había quedado a un lado abierto mientras los dos adolescentes se abrazaban y besuqueaban en la cama de manera intensa con sus dos lenguas pegadas frotándose al igual que sus cuerpos casi. Se miraron por unos segundos a los ojos, el aliento agitado y tibio de ambos se chocaba y fundía a causa de la cercanía que mantenían; acortaron la cercanía de nuevo para seguir besándose en lo que las manos del rubio se colaban bajo la remera oscura de clavera del contrario. Poco a poco la ropa fue quedándose a un lado para que ambos pudieran tener contacto piel con piel.

Nico tenía siempre la piel más fría a diferencia de Will, pero aún así el contacto que ambos generaban le gustaba. Le gustaba estarse besuqueando con él en la cama, le gustaba que le estuviera quitando los pantalones de esa manera tan deseosa, y sobre todo le gusto cuando la mano de Will Solace empezó a masturbarlos a ambos de forma increíblemente placentera.

El italiano no dudo en ponerse entre las piernas del contrario y cubriendo las pecas de sus muslos con besos, introdujo con calma un dedo lubricado con saliva para empezar a prepararlo. Y a medida que añadía un par de dos más los gemidos del rubio iban en aumento por lo que debía taparse la boca para que no lo escucharan. Y soltó un par más de jadeos al sentir que los tres dedos salían de su interior.

  — ¿Listo? —preguntó acomodándose.

Will asintió. 

Di Angelo empezó a entrar lentamente en su amigo abrazándolo de forma cariñosa, y una vez que Solace se hubo acostumbrado totalmente a él, empezó a moverse despacio. Pronto el ritmo fue en aumento y ambos debían callarse entre besos mutuamente para no despertar a la madre y hermanas de Will. La piel de ambos estaban caliente, y más caliente se ponía con el roce, estaban duros y excitados, sin poder evitar tocarse y abrazarse, pero cada vez más cerca del orgasmo.

Aquella sin duda fue la mejor lección de anatomía que Nico recibiría en su vida.

One-Shots de Nico di Angelo [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora