#19: Serpiente (A.U - lemon)

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Nico no era un fanático total de las fiestas, pero al final sus amigos le habían insistido tanto junto con Hazel que se dio por vencido y de malas accedió a ir.

Se apareció por la noche en casa de Pipper con una camisa oscura, sus jeans rasgados y unas zapatillas de lona negras con la idea de que se iba a aburrir como nunca. Pudo tomarse un par de cervezas, hablar con algunos amigos, ver a otros bailar; y fue entonces que lo vio.  Ahí, entremedio de los chicos con una lata de cerveza en la mano, estaba Evan Bleggione; reconocía al chico de las varias clases que compartían, pero en ese momento era otro totalmente, de no ser por el físico no lo reconocería jamás...

Evan se movía lentamente con ropa apretada y reveladora al ritmo de la música que sonaba. Bailaba relajado y la flexibilidad de una serpiente, pero sin perder la sensualidad del movimiento. Se restregaba contra el cuerpo de Percy (ebrio) y casi sintió celos mientras pensaba que si la rubia los atrapaba nada acabaría bien. Pero en ese momento Evan lo notó en la fiesta y lo miro con una expresión que lo hizo sentir como un pequeño animalito... Y una parte de él deseo ser devorado como uno.
Los minutos que siguió bailando con Percy no le despego la vista, como si lo invitara a bailar o algo más. No aguanto y se acerco despacio con su lata de cerveza en la mano.

Vio al chico excusarse un momento con Percy antes de empezar a acercarse a él, moviendo las caderas al caminar, tenía la mirada decidida y una sonrisa de lado mientras mordía su labio coquetamente.

El gran Nico di Angelo que sabía perfectamente como intimidar a cualquiera se sintió una presa diminuta e indefensa ante el joven que, ahora frente a él, le tomaba la mano para invitarlo a bailar moviéndose atrevido y sin pudor causando que las mejillas del italiano se pusieran rojas; pero el alcohol y una parte de él lo hicieron ceder bajo las luces parpadeantes de colores entre la oscuridad que se mezclaba con la música electro-pop bailable. Y después de algunas latas acabo con las manos en las caderas del contrario sintiendo como este restregaba su cuerpo de forma agradable contra él hasta el punto en que de alguna manera los dos decidieron buscar algo más de privacidad.

Di Angelo no dudo en volver a tomar las caderas del rubio y empezar a besarlo con deseo. Ambos tenían 17 años, la edad en las hormonas aún pensaban solo en el sexo; y ahora con el baile tan descarado ambos deseaban y necesitaban más.

Pasaron a un cuarto que no tenían en claro de quien era, pero tampoco les importaba realmente. Pusieron la traba para que nadie interrumpiera y siguieron besándose con deseo y manoseándose un poco hasta que poco a poco la ropa fue quedando tirada a un lado y ambos cayeron en la cama apretándose cada vez más entre beso y beso. La saliva del italiano y su compañero de clase se había ya fundido en boca de ambos. Lo tenía encima solo con un par de boxers ajustados frotando sus caderas contra las de él causando dos erecciones; y de un momento para el otro la ropa interior de los dos también había acabo tirada por el cuarto. 

Evan estaba sentado sobre él frotando ambos penes con un movimiento de caderas hipnótico mientras usaba un par de dos ensalivados para prepararse a si mismo logrando endurecerlo en segundos a Nico con esos gemidos, pero justo cuando la vista no podía ser mejor llego al paraíso. El rubio se acomodo mejor (después de ponerle un condón) y lo hizo entrar de una sola vez soltando un gemido de placer mientras él soltaba un jadeo igual de excitado.

Sintió como su compañero de clases empezaba a moverse de forma deliciosa meneando su trasero de la manera perfecta para darles placer a ambos mientras subía y bajaba entre gemidos de placer. Las manos del italiano acabaron por sostenerlo de nuevo (pero esta vez más abajo de las caderas) para ayudarlo a llegar más profundo empezando a devorar de nuevo su boca mientras lo manoseaba, y Bleggione no se quedo atrás tampoco en cuanto a tocar se refería. Le lleno el cuello y la boca de besos y mordidas (dejandole un par de chupetones), el cuerpo lleno de caricias, y con toda la experiencia del mundo le dio el mejor orgasmo que había tenido alguna vez.

. . .

Lo último que recordó el pelinegro antes de caer totalmente dormido (solo con sus boxers puestos al menos) fue la figura de Evan vistiéndose y saliendo sensualmente de la habitación sin hacer ni un ruido.

. . . 

Luego de que Jason lo despertara tuvo que vestirse corriendo casi y volver a su hogar antes de que su padre lo matara. Se cambio y ducho rápido como alma que lleva el diablo y llego a sus clases a tiempo por milagro divino. Sin embargo la resaca empezaba  a pasarle a cuenta; y fue cuando levanto la vista y s encontró con una cara conocida que se cercaba a él.
Evan Bleggione se acercaba moviendo las caderas con calma mirándolo igual de seductor que esa noche, con unos ojos marrones chispeantemenete divertidos y decididos, de nuevo se sintió como si fuera la presa del joven, y sus nervios lo dejaron congelado un momento.

  — Para la resaca —dijo el rubio como saludo y despedida dándole una pequeña pastilla que identifico rápido, y sin dudarlo la tomo en lo que miraba al joven alejarse de nuevo a su sitio.

Entonces decidió revisar el pequeño papel que veía con la pastilla "Llámame. 236-546372 ", y al volver la vista hacía el joven noto que este volteaba unos pocos segundos para guiñarle el ojo antes de seguir.

Tal vez las fiestas no eran tan malas después de todo.

One-Shots de Nico di Angelo [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora