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"Confrontaciones"

Jacob

Terminé de firmar el último documento y cerré la carpeta dejándola con las otras en una esquina de mi escritorio. Gire mi rostro al computador con mil correos, abrí el primero y el teléfono de la oficina sonó, lo tome.

-Dime Jorge-hable serio.

-El señor Davis, esta aquí-contesta simple.

Fruncí el ceño ante la mención, y rara presencia, de Will Davis aquí en mi empresa.

-Dejalo entrar-ordeno amable y cuelgo el teléfono.

En segundos la puerta doble de mi oficina es tocada.

-Adelante

Se abre y un hombre alto, con cuerpo formado a pesar de los años, tez blanca y rubio, entra.

-Buenos días Will-hablo levantándome de la silla para estirar mi mano.

-Buenos días Jake-contesta educado y estrechando mi mano.

Le indico que tome asiento y lo hace desabrochado un botón de su traje negro antes de mirarme a través de sus lentes.

-Dime ¿que te trae por aquí?-le pregunto interesado.

-Los negocios obviamente-responde obvio.

Asiento lentamente, analizando.

-Tengo entendido que tienes una empresa de productos alimenticios muy conocida aquí en California...-murmuro.

-Si. Y yo tengo entendido que eres uno de los pocos hombres empresariales que han podido difundir productos de cosas diferentes en varios países del mundo...-dice.

-Y a ti te gustaría difundir tus productos por varias partes del mundo...-afirmo.

-En mas lugares, no solamente en Estados Unidos-acota.

-Muy bien, solo...

Pasos rápidos y reclamos se oyen detrás de la puerta y esta se abre sobresaltandonos.

-Ni te creas que te quedaras con Camille

La voz fuerte y furiosa de Sebastian inunda mi oficina.

-A ver ¿quien te crees que eres para venir a mi oficina a reclamarme?-reitero molesto levantándome.

-Alejate de Camille, la perdí una vez y no pasara otra vez-asegura.

-No la perdiste porque nunca fue tuya-digo serio.

-Jake, Sebastian...-habla Will calmado.

-Alejate, en serio, Jacob. El bebé que lleva Camille puede ser mio, yo no use protección-ríe cínicamente provocando la rabia en mi.

-¡Sebastian!

-Eres un maldito bastardo...-murmuro entre dientes.

-Ella aceptara casarse conmigo, no se como le haré, pero aceptará-asegura engreído.

-Ella no es estúpida, nunca estaría con un enfermo-aseguro pero dudo.

El rostro de Sebastian se torna de color rojo y su cuerpo se tensa.

-Estas advertido Jacob-murmura con voz ronca, siniestra.

Una pizca de algo cruel cruza sus ojos de colores diferentes.

-¿Que ocurre aquí?-exige su voz suave pero impotente.

Todos giramos a la puerta.

Camille estaba en la puerta con expresión seria y cuerpo tenso.

Boxeadora EmbarazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora