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"2 de Diciembre"

Narrador Omnipresente

-¡Mierda, Jake! ¡Ve más rápido!-se queja Esteban.

-Si voy más rápido, me verán y me van detener después ¿Quieres eso?

Esteban lo mira enojado.-Cállate y apúrate.

***

Camille ya no soportaba estar más allí. Su cuerpo estaba cansado, sudaba y el movimiento que había en su vientre no la dejaban en paz, le dolía.

-Mierda

El vientre de Camille estaba duro, tenso y cada tanto los bebés se removían inquietos, cómo contracciones. Tocaba su barriga lo más que le alcanzaban las manos.

-¿Te sientes mal?-pregunta Sebastián como si nada, acercándose a la cama.

-¡Déjame imbécil!-grita Camille, enojada y nerviosa, había descubierto que Sebastián estaba más volado de la cabeza de lo que pensaba.

-Quiero ayudarte...

-No necesito tu ayuda ¡Necesito que me sueltes y me dejes ir!

-¡No vas a ningún lado! ¡No los dejaré ir! ¡Se quedarán conmigo!-sostiene los brazos de la chica fuertemente, lastimandola.

-¡Ya! ¡Sebastián!

Sebastián empezó a agitarla y a gritarle.

***

El auto empezó a disminuir la velocidad según los demás autos frente a ellos iban haciendo lo mismo.

-¿Ya llegamos?-pregunta Kyle.

Los autos de policías estacionaron, escondiéndose entre algunos matorrales y árboles, de ellos bajaron varios policías y entre ellos Draco.

-Nos acercaremos a la casa y la rodearemos, entraré con Miles y Oliver para cubrir espaldas ¿Entendido?

Todos asintieron ante las palabras de Draco y fueron acercándose a una casa alejada de todo tipo de civilización, solo cubierta por enredaderas y polvo, era una casa lo suficientemente abandonada que puede derrumbarse en cualquier momento. Tan abandonada y tan alejada que nadie creería que alguien vive allí, pero era el lugar perfecto para esconderse, temporalmente.

-¿Están allí?-pregunta Kyle, todos miraron aquella casa alejada y oscura, solo alumbrada por la luna.

-Ese lugar está que se cae...-dice Esteban.

-Hay que ir-asegura Jacob.

-No, Jake...

-¡Jake!

Ninguno ya no lo pensó y salieron del auto con Jacob al frente.

***

En ese lugar tan sombrío y cutre no se daban cuenta de lo que por fuera pasaba. Uno empecinado en encontrar un lugar seguro para esconderse y ella tan ausente del mundo, que cuando menos se lo esperaban la puerta fue derribada, cayendo al suelo creando una ola de polvo.

-¡Arriba las manos!

Gritó Draco, con dos policías a sus espaldas, todos con armas de fuego en mano y en alto.

Y todo paso como un rayo.

Sebastián huyó de la policía.

Se oyó un disparo.

Boxeadora EmbarazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora