Capítulo 4: "Blaine"

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- Tu casa es hermosa – comenté entrando con algo de nerviosismo.

- Lo sé – respondió altanero – Mi padre la escogió muy bien.

- Hmm... ya veo – caminé desde el vestíbulo hasta la sala y me acomodé en el sofá sin esperar a que él me ofreciera asiento - ¿Es esto un televisor? Parece una pantalla de cine – exclamé al ver la pared recubierta casi por completo por la pantalla LED.

- Te impresionas con mucha facilidad – murmuró tomándome del brazo y poniéndome en pie nuevamente – Vamos a mi cuarto. Mis padres llegarán en un momento y no quiero que nos interrumpan mientras estudiamos.

- De acuerdo.

Subimos las escaleras en forma de caracol y mi mandíbula casi tocó el piso cuando ingresé al cuarto.

- ¿En serio? – fue lo único que logré decir.

- ¿Qué?

La habitación era enorme, poseía un balcón al lado derecho, unas hermosas cortinas en color azul príncipe, a juego con la tonalidad más clara de las paredes y el edredón de la inmensa cama que estaba en medio de la habitación. En un rincón descansaba un escritorio con un ordenador último modelo, y en el otro rincón, un televisor de menor tamaño que el de la sala, con controles de Play Station, consola Wii, y dos puf en el suelo para sentarse. En un estante, del otro lado, contenía mil libros de todos los ámbitos; ciencia, historia, matemáticas, filosofía, literatura, lectura general, además de un organizador de cd's de video juegos en gran cantidad.

Pasé mis dedos por todas partes, revolví todas las cosas sobre el buró, en su mayoría, figuritas de acción de la Guerra de las Galaxias y algunas de Angry Birds. Abrí uno a uno todas sus enciclopedias y libros, sólo para hojearlos, ya que yo no comprendía nada. Luego me senté sobre su cama, dando brincos como si se tratara de una cama elástica. Por último, me dirigí al balcón y observé el ante jardín, maravillado de ver tan perfecto césped y las hermosas flores de mil colores.

- Ya que has terminado de hurgar en mis cosas ¿Podemos estudiar ya? – reclamó Blaine, golpeando con la punta del pie repetidas veces sobre el alfombrado suelo del cuarto, mientras sus brazos estaban cruzados.

- ¿Qué tal si no? – lo reté.

- Kurt, hemos venido antes de la escuela para estudiar, no para vagar – refunfuñó.

- Es que... el sólo hecho de escuchar la palabra "estudiar", me enferma – dije haciendo comillas en el aire.

- Sólo ven ¿quieres? – exigió, entrando a la habitación.

Me despegué de la barandilla del balcón, aunque no lo deseaba, y volví de regreso al cuarto de Blaine.

Él estaba sentado en su escritorio, rebuscando en algunos de sus libros de geografía e historia universal. Tomé uno de los puf y me acomodé junto a él.

- De acuerdo... - se acomodó mirándome de frente y comenzó a impartir su clase – Comenzaremos por el principio, literalmente... Prehistoria...

- Bah – bufé, más que aburrido con los cinco segundos que había hablado. Él me lanzó una mirada de reproche y simulé cerrar mi boca con una cremallera.

- De acuerdo – continuó - La Prehistoria corresponde al período de la historia que antecede a la invención de la escritura... - rodé los ojos exageradamente, pero aún así él siguió hablando y yo escuchándole.

...

Las manecillas del reloj lentamente se acomodaron sobre el siete, por lo cual volteé a mirar a Blaine, quien no había dejado de hablar desde hacía tres horas y media.

Cupído [Klaine]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora