Capítulo 12: "En Compañía"

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El tiempo avanzaba tan rápido que no lograba acabar de estudiar para un examen, cuando tenía otro sobre mí. Era realmente frustrante esto de sacar buenas calificaciones, pero mi mayor premio no era el reconocimiento ni que mi padre se sintiera orgulloso de mis logros, aunque eso también era genial, sino el hecho de pasar cada tarde junto al chico más maravilloso sobre la faz de la tierra, quien me enseñaba y me hacía sentir tan único y especial, como nunca antes nadie lo había hecho. A estas alturas del año, cuando ya quedaban tres meses para que finalizara el año escolar, mi amor por Blaine había crecido en mi corazón al punto de no ser posible amarlo más. Él lo era todo para mí, mi alegría, mi consuelo, mi amigo, mi consejero, mi sustento. Por él me ponía en pie cada día, por él me pasaba todas las tardes estudiando, por él había dejado atrás al viejo Kurt, abriéndole una posibilidad a ser una nueva persona, distinta, responsable y preocupada de su futuro. Desde que le conocí a profundidad, todo mi mundo dio un giro en 180° y ya nada fue igual, no tenía comparación con nada que yo haya vivido. Él era lo mejor que me había pasado, y por eso lo amaba.

- ¿Estás decepcionado? – preguntó Blaine cuando me sentaba frente a él, para cenar.

- ¿Qué? ¡No! ¿Por qué lo estaría? – consulté confundido por su repentina pregunta.

- Porque... - bajó su mirada al plato y lo escarbó sin ánimos – Llevamos tres meses saliendo y jamás he mencionado algo acerca de un noviazgo... Sólo salimos bajo ningún título, como si no tuviésemos ninguna relación – ladeé la cabeza para mirarle y esbocé una sonrisa divertida.

- ¿Te preocupa ser informal conmigo? – Pregunté conteniendo la risa – Blaine... no me importa llevar un letrero en la frente que diga que eres mi novio... además, no es que no seamos exclusivos, ¿o sí? Tú me amas a mí y yo a ti – me encogí de hombros – Y si eso no es suficiente, puedo pedirte que seas mi novio ahora mismo.

- De qué serviría, si ni siquiera soy capaz de reconocer que soy gay delante de la escuela. No podríamos tener una relación "normal" – explicó haciendo comillas con sus dedos.

- No voy a presionarte a hacer nada nunca más, Blaine. Aprendí mi lección desde aquella vez, y prefiero amarte en secreto a que hacerte sufrir nuevamente en público. No podría soportarlo.

- Lo sé, gracias por eso, pero... siento que te estoy defraudando de todos modos – su boca se frunció y yo me puse de pie para acercarme a él.

- Te amo ¿ok? Y cuando amas... lo demás no importa, los medios, la forma, las personas... dejan de tener importancia, sólo vale la felicidad de ambos – le vi darme una sonrisa de lado, por lo que aproveché para capturar sus labios en un pequeño beso, mientras envolvía mis brazos alrededor de su cuello.

- Eres un cielo – murmuró acariciando mi rostro con ternura – Te amo.

- Y yo a ti... pero será mejor que comas o se enfriará – reí y regresé a mi lugar.

. . .

- ¿Por qué no haces una locura de amor? – sugirió Britt, sentándose sobre el pupitre – Llena su casillero con globos de helio pequeños que salgan volando hasta el techo cuando él lo abra y que digan "te amo" y luego que aparezcas con un oso de felpa enorme diciendo "¿Quieres ser mi novio?"... entonces él dirá que sí y se besarán y será... tan romántico – soltó un suspiro y me miró con ojos soñadores.

- ¿Estás loca? Sería todo lo contrario a darle su tiempo para asumirlo frente a los demás – me apoyé sobre la palma de mi mano y cerré los ojos.

- Em... ¿Kurt? – Britt me dio un leve siseo tocándome el hombro.

- No Britt, no quiero oír más ideas de proposiciones para Blaine... - hablé sin abrir mis ojos – Ya se me ocurrirá algo.

- No, Kurt...

- Britt, ya basta...

- ¿Kurt? - ¡Un momento! ¡Esa no era la voz de mi amiga!

Alcé la vista, encontrándome sólo. Britt había desaparecido. Volteé a ver a la persona que me hablaba y me sorprendí de verle allí de pie, puesto que jamás nos veíamos en la escuela.

- ¿Blaine? ¿Qué... haces aquí? – balbuceé, enderezándome en mi asiento.

- Sólo... te extrañaba – una sonrisa de lado apareció en su bello rostro.

- Aww... eso es muy tierno de tu parte, pero... no temes que... ¿te miren raro? – consulté dudoso.

- Creo que cada día me importa menos.

Se sentó a mi lado y se acomodó para mirarme de frente.

- Sabes que te amo ¿cierto? – preguntó en un susurro. Yo sólo asentí, mirándolo fascinado de tenerlo ante mí – Por eso quiero que cada día lleves esto en tu muñeca. Es un regalo que he comprado, para que de alguna forma sientas que estoy a tu lado aún cuando no me ves. Y si lo aceptas, también estarás aceptando ser mi novio.

Mis ojos se abrieron como platos, casi se salían de mi cara. De una pequeña cajita cuadrada, sacó una pulsera plateada, con una pequeña placa escrita. Por inercia le ofrecí mi muñeca y él la tomó envolviéndola con la cadena.

"I ♥ U 4 Ever" citaba la placa, con las letras en relieve y el corazón pintado de rojo. Era realmente hermosa.

- Creo que eso es un sí – dijo, mirándome a través de sus pestañas. Yo volví a confirmar con mi cabeza, siendo incapaz de decir media palabra. Blaine sonrió ampliamente, subiéndose la manga de su suéter y enseñándome una pulsera exactamente igual a la mía – Ahora ya tenemos un compromiso serio. Somos exclusivos.

Sin poder contenerme más, me abalancé sobre él para abrazarlo, envolviéndolo en mis brazos eufóricamente. Él me correspondió segundos después.

Nos quedamos en compañía el uno del otro por lo que duró el receso... y los recesos que siguieron de ese.

Cupído [Klaine]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora