Mi teléfono móvil vibró mientras conducía junto a Blaine camino a casa. Al ver la pantalla de este, la sonriente foto de mi amiga me hizo contestar.
- ¡Hola! – Chilló alegre desde el otro lado de la línea - ¿Qué tal lo de ayer? ¡Quiero saberlo todo!
- Am... Britt, ahora no es un buen momento, yo... luego te llamaré ¿sí? – dije, tratando de no ser demasiado cortante.
- Hmmm... ¿Aún estás con Blaine, verdad? ¿Por eso no quieres hablar? ¡Uuuuuiii! – ella no se daría por vencida fácilmente.
- No Britt, nada de eso... Ahora mismo voy conduciendo y no puedo hablar, ¿de acuerdo? Te llamaré más tarde – finalicé la llamada sin esperar una respuesta.
Le lancé una mirada a Blaine, quien no había dicho ni una sola palabra desde que nos montamos en el carro, y eso ya me tenía algo preocupado. Él suele ser muy hablador, incluso cuando está molesto.
- ¿Blaine? – Él volteó a verme sin ánimos – Todo estará bien ¿ok? – sin saber qué más decir, tomé su mano y le di un apretón acompañado de una sonrisa.
Blaine volteó a ver hacia el frente y su expresión se descompuso.
- ¡Mierda! ¡Kurt! – me gire a mirar, pero era tarde. Un camión de dos cuerpos se deslizó hacia nosotros a toda velocidad. Pisé el freno, giré, aceleré, moví el manubrio, pasé los cambios, hice de todo, pero de nada sirvió. Luego todo se oscureció repentinamente.
. . .
- Si no te pones protección solar, dañarás tu delicada piel de porcelana – se burló Britt, vaciando la mitad de un frasco sobre Lord Tubbington.
- Estoy seguro de que el pelaje les ayuda a eso, Britt... ellos no necesitan... - solté un suspiro y contuve la risa, al ver al pobre felino cubierto de loción, sin un solo pelo que no estuviese pegado a su cuerpo.
- Te aseguro que sí lo necesitan – declaró ella, dejando su toalla a un lado y lanzándose de un solo salto a la piscina. El agua saltó para todas partes, incluso me salpicó a mí.
- ¿Por qué no vienes? – Preguntó mi amiga desde el interior – Así te olvidas un rato de Blaine. Yo sólo solté un suspiro.
- Sabes que podría oírte – le reprendí.
- Claro que no – le restó importancia.
- Eso es cruel – dijo tras de mí, con su hermosa voz – Britt, ¿cómo puedes ser tan desconsiderada? Llevo bastante tiempo en la cocina, esforzándome por prepararles estos deliciosos jugos naturales y ustedes hablando a mis espaldas.
- ¿Nos has traído jugo? ¡Yay! – dijo ella aplaudiendo con entusiasmo.
- Este lo hice especialmente para ti – susurró cerca de mí, entregándome un vaso con zumo de naranja y una sombrillita en él.
- Deberías sentarte Blaine – le sugerí, mirando su pierna aun vendada. Tal vez habíamos salido bien de aquel horrible accidente, pero Blaine tuvo una lesión en su pierna izquierda, ya que esta había quedado atorada, y los rescatistas no pusieron cuidado en ello.
- Esta casa es genial – murmuró Blaine, acomodándose junto a mí, con su propio vaso.
- Sí, lo es... Los padres de Britt son sensacionales por dejarnos pasar las vacaciones aquí, lejos de todo – respondí sorbiendo el líquido.
- Pero no más geniales que tu padre – continuó él – Burt fue como un verdadero padre, acogiéndome y prometiéndome que todo iba a estar bien de ahora en adelante. Es un cielo.
- ¡Pero que porquería! – se quejó Britt escupiendo el jugo sobre el césped.
- ¡Dios, Blaine! ¡Esto sabe a calcetines! – dije, siendo incapaz de contenerme. Realmente las cualidades culinarias no podían adquirirse, eran innatas.
- ¿De qué hablan? Me ha quedado delicioso – se defendió él sin inmutarse por nuestros comentarios.
- ¿Estás loco o perdiste el gusto? – Siguió protestando mi amiga – Que suerte que no le di de probar a Lord Tubbington, sino habría perdido su pelo de lo mal que sabe.
- Creo que la próxima vez seré yo quien se encargue de prepararlo – sugerí riendo.
- Pero aunque no sepa preparar ni un simple jugo... me amas igual – sonrió él, acercándose a mi rostro con una expresión cautivadora.
- Por supuesto que lo hago.
Ambos nos fundimos en un beso tierno, dulce y con sabor al jugo que mi amado novio había preparado, mientras que Britt no dejaba de reclamar por la sed que tenía.
- Te amo – murmuré, cuando el beso acabó.
- También te amo – respondió él – Y en cuanto entres a clases, se lo haré saber a todos los chicos para que ninguno te mire.
- Y pensar que tan sólo me acerqué a ti para hacer de cupido y que salieras con Britt – reí al recordarlo.
- Pero al parecer el flechado fue otro – añadió – Fuimos...
- Fuimos flechados con una flecha que nada ni nadie nunca podrá romper o sacar, y estoy feliz con eso.
- ¡Demonios! ¡Amo cuando hablas así! – carcajeó Blaine, tomando mi rostro entre sus manos y plasmando sus labios sobre los míos.
Este sin dudas, sería el mejor verano de mi vida.
F I N ~
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Cupído [Klaine]
Fanfiction[TERMINADA] Kurt Hummel y su amiga Brittany S. Pierce han obtenido una pésima reputación entre sus docentes del instituto McKinley por su rebeldía y bajas calificaciones. Se decide implementar una solución para aquellos "alumnos problema", un plan...