Un vestido y un amor {Flozmin}

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"Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya"   

Florencia Estrella despertó y en ese instante sintió el peso de sus preocupaciones nuevamente. El dolor de cabeza y sus tics comenzaban apenas se incorporaba en la cama.

Flor padece Síndrome de Tourette desde pequeña, tras una situación que superó sus nervios. Desde entonces, su personalidad se vio marcada por la inseguridad, el miedo y sobre todo la sensibilidad. Era sensible a todo, no solo a cosas que le perjudicaban a ella, sino que al padecer tanta discriminación, bullying y comentarios  desde pequeña por su problema, sentía empatía por toda persona que conocía, con todos tenía palabras de aliento y abrazos que ofrecer. Era imposible no encariñarse con Flor.

Al cabo de un rato se encontraba desayunando en su cocina. Mientras bebía pequeños sorbos de café, revisaba las noticias del día en su celular. Pero fue interrumpida al recibir un llamado de su hermana Virginia.

Flor: Concha de la lora hmm - se exaltó y tomó aire para atender-

Los insultos también formaban parte del síndrome que padecía, algo incontrolable y algo que a ella le generaba  incomodidad. Todo el mundo la miraba con extrañeza, miedo y hasta desprecio al escucharla por primera vez.

Flor: Vir, es temprano no quiero hablar - Suspiró-

Vir: por favor Flor, vení al hotel. Vos también tenés que ser parte de esto, no le hagas caso a Lucía, sabés como es. -Dijo apenada-

Flor: ¿Y yo tengo que acostumbrarme a eso? No, gracias hmm.

Vir: Por favor -Rogó su hermana- te prometo que vas a estar bien, ella quiere hablar con vos.

Flor suspiró y aceptó.

La familia de Flor era un tanto complicada ... en total eran cinco hermanas, las cuales solo tenían algo en común: su padre.

Lucía y Carla por un lado, Virginia y ella por otro, y por último ... Miranda.

Su padre las puso a cargo de un hotel con la intención de unirlas, pero parecía algo complicado.

Flor se enojaba constantemente con él por  ésta  razón, el estar cerca de sus hermanas, menos Virginia, le generaban miles de tics, los cuales la dejaban agotada.

Y la gota que rebalsó el vaso fue la discusión con Lucía. En toda su vida había conocido una persona tan fría e hiriente ... y encima su hermana.

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Días atrás

Lucía: Florencia ¿Podés dejar de insultar? -Miró a los empresarios presentes en la reunión que observaban con molestias a Flor-  anda... salí un poco, tomá aire. Nosotras nos encargamos.

Flor: No, yo quiero quedarme -Golpeó su pecho e insultó repetidos veces- Virginia se acercó a ella tomando su mano.

Lucía: Nos avergonzás -Le dijo por lo bajo- por favor, salí de acá o estos tipos no van a querer hacer un trato con nosotras.

"Nos avergonzás" esas palabras le dolieron más que los golpes que se propiciaba en el pecho producto del Tourette. Salió de la sala seguida de Virginia que antes de retirarse clavó la mirada en Lucía.

Carla y Miranda la miraron de igual manera.

Virginia: Florencia, mirame -le exigía al ver que Flor intensificaba los tics-