Un vestido y un amor {Flozmin}

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Se dirigió a la cocina en busca de Jazmín pero no la encontró, así que decidió ir a la terraza, lugar donde tampoco estaba. Allí se quedó sin saber hacia donde ir. Luego de unos minutos se acostó en uno de los sillones y al mirar a su derecha la vio a Jazmín llegar, quien se sorprendió de encontrarla. Se incorporó y la miró a los ojos.

Flor: ¿podemos hablar?

Jazmín asintió y se sentó a su lado.

Flor: perdoname por lo de hace un rato -dijo con deseos de volver a llorar y cerrando sus ojos-

Jaz: está bien, no tenías la obligación de aceptar 

Flor: ¿estás enojada?

Jaz: no Flor -le dijo con suavidad- yo entiendo que no quieras irte, lo entiendo perfectamente

Flor: ¿pero?

Jaz: -encogió sus hombros- pero nada...yo respeto tu decisión y si no te insisto es porque vos tendrás motivos para no querer y yo respeto eso,  solo que yo sí quiero hacer ese viaje porque es una experiencia que quiero vivir y no sé, me pone mal  pensar en irme y que quede todo raro entre nosotras  -dijo con dolor- no quiero que perdamos esto que construimos

Flor: es que justamente eso quiero que hablemos -asintió- yo no quiero causarte ese miedo, al contrario, yo quiero apoyarte en lo que vos hagas. Mirá, cuando me dijiste que era en España sentí que se me caía el mundo, que si te ibas , iba a ser el fin de lo nuestro, pero no tiene que ser así -la miró con seguridad- de hecho el amor también es eso ¿o no? apoyarnos en todo momento, en los felices, en los tristes. Yo quiero eso para nosotras dos. Y si vivir esa experiencia en ese restaurante te va a hacer feliz entonces a mí me hace feliz también. Yo creo que cumplir un sueño es un buen motivo para ir a España -sonrió-

Jaz: pero sobre todo tengo uno muy importante para volver

Flor: ¿cuál?

Jaz: vos -sonrió-

Flor le robó un beso. Acto que sorprendió e hizo sonreír a Jazmín.

Jaz: me gustó cuando dijiste "lo nuestro" -dijo en un tono dulce- ¿qué es lo nuestro?

Flor: amor -sonrió- amor verdadero

Jaz: no podés ser más linda

Por la noche cenaron en la casa de Flor, durante todo el día no habían vuelto a tocar el tema del viaje y tampoco lo hicieron en la cena. 

Cuando Jazmín se fue, Flor se detuvo a observar el cuadro que le había regalado, sonrió frente a él y lo acarició suavemente.

Al día siguiente apareció temprano en la cocina, con un cuaderno y una lapicera. Jazmín la miró con extrañeza.

Jaz: buen día -sonrió- ¿En qué andás?

Flor: pensé que te podía ayudar a hacer la lista de cosas para el viaje -sonrió- ¿querés?

A veces reaccionaba mal mediante un impulso, sí, pero mayormente tenía estos pequeños, pero importantes detalles de amor que siempre traslucían su corazón puro y noble. Jazmín la miró con ternura.

Flor: espera, ¿cuándo te irías? no hablamos eso -dijo con preocupación y temor-

Jaz: es que todavía no confirmé nada...

Flor: -la miró sorprendida-  ¿cuándo vas a confirmar?

Jaz: no sé -dijo dudosa- 

Flor: ¿y si llamas ahora?