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Flor había tomado demasiado, en una noche que parecía ser la de una salida tranquila terminó por pasarse de copas. Sus hermanas abandonaron el lugar poco a poco con sus respectivas parejas, quedando últimas ellas dos.


Jaz: Flor basta, ya tomaste demasiado 

Flor: ¿qué importa? tomá un poco vos también, estás muy aburrida

Jazmín rió ante su comentario

Jaz: no estoy aburrida. Ya está -le dijo quitandole el vaso que todavía contenía más de la mitad-

Flor: no, no -insistió tratando de alcanzar el vaso- yo estoy bien, a demás todas mis hermanas deben estar igual

Jaz: tus hermanas se fueron Flor 

Flor: ¿eh? -preguntó indignada- ¿se fueron sin mí? 

Jaz: bueno, se fueron con los chicos. Igual estoy yo acá, tampoco te quedaste sola...

Flor: no obvio -sonrió- me quedé con la mejor compañía

Jaz: ¿vamos yendo? te acompaño hasta tu casa

Flor no, no hace falta, yo me voy sola...voy a llegar supongo 

Jaz: -rió- mirá como estás, vamos yo te acompaño

Jazmín la tomó con suavidad por la cintura y juntas salieron en busca de un taxi. Cuando por fin llegaron al departamento, Flor se quitó los zapatos y se tiró sin dudarlo en su cama. Jazmín la siguió y la observó con ternura.

Jaz: ¿tenés alguna pastilla? si no mañana vas a estar con mucha resaca

Flor: no me importa -suspiró- vení -le dijo estirando su mano-

Jazmín se sentó en el borde de la cama y tomó su mano.

Jaz: ¿qué pasa?

Flor: ¿te quedás conmigo y me abrazas?

Jazmín suspiró sin poder negarse.

Jaz: solo si tomás algo antes de dormirte

Flor: bueno -sonrió- ahí en el segundo cajón podes buscar -le dijo señalando una repisa dentro de la habitación-

Jaz: bueno, voy por un vaso de agua y vengo

Flor asintió y la observó salir de su habitación.
 Cuando Jazmín regresó ya estaba dormida. Era un ángel, su  semblante tranquilo y su respiración lenta y pausada la enternecía.
Dejó  el vaso con agua en la mesa de luz y se quitó los zapatos. Con suavidad se acostó junto a ella y la abrazó por detrás, pasando su brazo por la cintura de Flor quien de manera inconsciente tomó su mano.
Le besó la mejilla y respiró cerca de su cuello, inhalando aquel perfume tan particular que la caracterizaba. Cerró sus ojos y antes de lograr dormirse pensó en lo hermoso que era estar abrazada a la mujer de su vida.

A la mañana siguiente fue Jazmín quien despertó primero, movió su cuello algo dolorida producto de la misma posición que había mantenido durante la noche. Miró a Flor y sonrió como si ella la estuviese viendo.
Se levantó con cuidado y antes de salir de la habitación volvió a mirarla, le causó gracia que ella rápidamente se desplazó hacia el medio de la cama.
Le preparó el desayuno tal y como le gustaba, tantas mañanas juntas en el hotel hacían que supiera a la perfección los gustos de Flor. A demás, podía imaginar en el estado que se despertaría por lo que necesitaría un buen desayuno para recobrar energías.
Con la bandeja ya lista se dirigió al cuarto, Flor seguía durmiendo profundamente pero sin saber por qué, comenzó a despertar.
Tomó su cabeza y apretó sus ojos con fuerza, sentía que todo le daba vueltas  y que su cabeza próximamente iba a explotar.
Jazmín esperó con ternura que la mirara, cuando el olor a café alertó a Flor, abrió sus ojos asustada tratando de descifrar de donde provenía y ahí fue cuando la vio, sentada a su costado  con el semblante alegre y sus lindos ojos verdes iluminados por la luz que entraba por la ventana.

Un vestido y un amor {Flozmin}Where stories live. Discover now