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Jazmín estaba feliz. En el restaurante habían destacado su trabajo y estaban muy conformes con su desempeño, a demás, había encontrado un grupo de personas increíbles quienes rápidamente la incluyeron en su circulo social.
Pero fue con Tomás y Catalina con quienes encontró una mayor empatía.

Luego de un largo día decidieron juntarse a cenar. Jazmín les propuso que vinieran a su departamento ya que ella aún no sabía moverse muy bien por la ciudad de noche.

Jaz: es increíble todo lo que han vivido juntos -sonrió- que lindo que compartan la misma pasión

Cata: sí, igual a veces es el centro de nuestras discusiones, como que estar en lo mismo también nos lleva a eso

Tomás: es cierto -la miró a su novia- pero más allá de eso somos muy felices

Jazmín sonrió con ternura al ver que la chica se escondía en los brazos de su novio. Pensó en Flor y en las veces que ella hacía eso, volvió a sonreír inconscientemente.

Cata: vos no nos has contado nada eh -dijo incorporándose en el sofá- ¿quién anda por esa cabecita?

Tomás: alguien quedó en Buenos Aires ¿no?

Jazmín revolvió su copa de vino y asintió

Jaz: sí, alguien quedó. Alguien muy especial 

Cata: ¿nos vas a contar? ¿o tenemos que adivinar? -rió-

Tomás: bueno dejala si no quiere -le dijo con calma-

Eran tan distintos que posiblemente aquella era la causa por la que se complementaban.

Jaz: no, no es eso. Pasa que me quedé pensando -sonrió- nada más

Cata: pero...¿son novios? ¿estás casada? no sé decinos algo Jazmín

Jaz:  todavía no formalizamos nada pero yo sé que es el amor de mi vida -concluyó- Y es una chica -sonrió-

Los jóvenes la miraron sin demostrar que aquello pudiera influenciar en algo.

Tomás: ¿y ella qué hace? van a pasar un montón de tiempo separadas -dijo con tristeza-

Jaz: es dueña de un hotel, junto con sus hermanas...no podía venir tanto tiempo conmigo

Cata: claro -dijo pensativa- ¿y se conocieron ahí?

Jazmín asintió y sonrió al recordar el primer momento en que la vio.

Jaz: ella me contrató como ayudante para el chef del hotel. Y ahí surgió todo -sonrió-

Tomás: que loco -dijo pensativo- es increíble como el destino se encarga de unir personas -sonrió-

Los tres continuaron la cena con el movimiento de la ciudad de fondo, desde el gran ventanal se podía ver y sentir el encanto del lugar y es que cada  rincón de Madrid tenía algo especial, algo que la hacía mágica y poética.

Tomás salió al balcón a contemplar la noche mientras que las chicas se quedaron tomando una copa más de vino.

Cata: es tan romántico -le dijo mirando a su novio- anda a saber qué cosas pasan por esa cabecita...algún poema, alguna canción nueva -suspiró-

Jaz: ¿escribe?

Cata: sí -afirmó- viste que esta ciudad incluso te inspira mucho eso y él que de por sí es un romántico... -rió-

Jaz: es cierto -asintió- a mí me genera nostalgia la verdad. Quisiera que Flor estuviese acá

Cata: con que Florencia eh...hasta que soltás su nombre -rió-

Un vestido y un amor {Flozmin}حيث تعيش القصص. اكتشف الآن