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Por la noche Flor convenció a Jazmín de que se quedara un rato en su casa, necesitaba estar con ella, abrazarla y sentir que todo iba a salir bien. 

Flor: ¿estás acá? -le dijo pasándole una copa de vino-

Jaz: estoy acá -sonrió-

En aquel momento Flor parecía ser la más fuerte de las dos, sabía que a Jazmín le afecta el tema de la familia y que todo lo que había pasado la ponía incómoda y triste.

Flor: no quiero que estés mal -le dijo acariciando su cabello-

Jazmín se resguardó en su cuello donde permaneció arrecostada unos minutos. Flor le acariciaba la mejilla con suavidad.

Flor: todo esto te removió lo de tu familia ¿no? -le dijo observando su rostro- dejame contenerte también -sonrió- yo  sé que haces un esfuerzo por no estar mal frente a mí y te lo agradezco de verdad, porque vos me das fuerzas...pero estamos juntas en esto y quiero que vos también estés bien. Hablemos, decime que sentís, qué te está pasando ahí dentro 

Jazmín la abrazó y ante sus palabras soltó el dolor que tanto venía conteniendo. Flor al sentir su llanto la abrazó con más fuerza mientras acariciaba su largo cabello. No hacia falta decir nada, la forma en que lloraba entrecortaba la respiración de Jazmín dejando ver el gran dolor que sentía dentro.
Unos minutos después  tomó una gran bocanada de aire, su respiración se volvió tranquila y sus ojos dejaron de llorar. Al notar esto Flor salió del abrazo y mirándola a los ojos limpió las lágrimas que habían quedado en sus mejillas. 

Jaz: el primer año que pasamos peleadas -comenzó- yo la llamé a mi mamá para su cumpleaños, pensé que quizás podíamos arreglar las cosas, que un cumpleaños sería la excusa perfecta para volver a hablar y perdonarnos,  que me extrañaba, pero no me atendió. Y pasé todo el día pensando que capaz no escuchó el teléfono o que no pudo atenderme y me quede ahí, esperando a que me devolviera la llamada -tomó aire- pero no pasó, nunca pasó -dijo en un hilo de voz-

Flor: pero vos hiciste todo para volver a hablar, para contactarte con ellos, no es tu culpa que no lo hayan hecho

Jaz: -asintió- por eso me entristece, por qué sé que haga lo que haga no van a dejar de pensar que soy una vergüenza 

Flor: no digas eso, no sos una vergüenza...yo creo que pueden estar dolidos por lo que pasó y que no quieren dar el brazo a torcer pero de ahí a sentir vergüenza... mirate lo que sos Jazmín, sos una mina increíble, con el corazón más bueno que conozco, tenés bien claro quien sos, a donde querés llegar, sabes manejarte en la vida, tenes sueños, metas -sonrió- tienen muchos motivos para estar orgullosa de vos. Y yo  pienso que su egoísmo hizo que estos años se engañaran tratando de ignorar lo verdaderamente especial que es su hija, pero estoy segura que ellos lo saben, saben la persona que sos

Jazmín le sonrió con ternura  y unas lagrimas volvieron a caer por su rostro. Hacía tanto que no sentía que alguien realmente la quería bien.
Rápidamente su mente regresó a las palabras de Teresa, lo que le hizo sentir un dolor profundo.

Jaz: mi mamá ni siquiera habla de mí, Flor. Yo dejé de existir para ella

Flor: ¿cómo sabés?

Jazmín la miró algo nerviosa

Jaz: no sé, me imagino eso -suspiró- 

Flor acarició su mejilla y acto seguido le corrió un mechón de cabello detrás de la oreja. Jazmín sonrió y le besó la mano.

Jaz: gracias por escucharme, me hace bien hablar con vos y poder soltar todas estas cosas

Flor: yo siempre voy a estar. A partir de ahora no tenés por qué sentirte sola porque yo voy a estar acá con vos

Un vestido y un amor {Flozmin}Where stories live. Discover now