Epílogo final

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Llegó el día de mi matrimonio oficial con Sakura, llegó el momento para que nadie en el mundo entero me la quitara...
-Sasuke-kun...- su voz era la mas bonita de todas, al punto que cualquier persona creería que murió y luego resucitó. -dime Sakura- respondí mientras guardaba la lista de mis pendientes antes del matrimonio.
-Sasuke-kun... te quería ver antes de que te vallas al apartamento de Obito-sempai-
-si, ven nena- dije y abriendo la puerta. La vi con su vestido rosado, y claro que ahora comenzó a usar cintillos por su cabello... se apego y quedó en mi pecho.
Se alzó de puntillas y me dejaba varios besos pequeños y claro que la alce más y disfrute nuestro momento de pareja...

Cuando llegó la hora para irme, mi esposa me tenía mi bolso con las cosas mínimas, mi ropa interior, mis cosas de higiene personal, unos jeans, una camisa roja y claro que la fotografía de mi esposa... amo verla en lencería.
-Sakura... nos veremos en la Iglesia, pasarán por nuestros hijos mañana temprano...-
-lo sé... pero-
-descuida... también quiero que sepas que luego de todo. Itachi nos regaló la estadía en un hotel para luego irnos a la isla de Pascua...-
Junto sus manos y dijo-que emoción, sólo recuerda nada de tener pensamientos impuros de su futura esposa...-
-lo se- respondí entre risas, Sakura tiene ese toque de que le gusta jugar conmigo.
La abrace y claro que nos decíamos cosas que solamente se podemos hacer juntos, me dejo mi beso, para que luego yo me fuera. Itachi estaba conduciendo, y pasamos al edificio. Obito tenía todo tan ordenado y fotografías de mis hijos haciendo travesuras, encontré las fotos todos.
-Sasuke, ve a dejar tus cosas a la habitación que esta en el pasillo, para luego irnos al restaurante que esta a unas cuadras-
-Itachi... sólo quiero descansar, pensar en mi nena-
-oye, yo se que quieres servirte a Sakura todos los días, pero este momento es para nosotros...-
Me reasigne a salir con mi hermano.

Mientras caminábamos, le agradecí por todo, y sobre todo por querer a los niños.
-sabes algo estúpido hermano, eres el más afortunado. Sakura nacio para ti y sólo para ti. Es bonita, muy inteligente y sobre todo te tiene una paciencia que se la admiro-
-si, es cierto. Sakura es mi mujer y mi razón de estar cuerdo... y no podemos olvidar que me dio su perdón de todos mis errores. Pero me premió con una familia maravillosa-
-Sasuke, no dejes a Sakura por nada en el mundo. Sabes que han llegado miles y miles de flores y cosas lindas para Sakura. Tiene pretendientes...-
-¿pretendientes?, Itachi, Sakura es mi esposa y no dejaré que ningún otro degenerado toque a mi mujer. Y si tengo que prohibir que haga desfiles lo haré- decrete mientras que mi hermano no aguanto la risa. -si que eres idiota, yo se lo comenté a Sakura y ella misma me pidió que alejara a esos tipos. Además ella reconoce que sólo tiene ojos para ti...-
-de igual manera. Nadie tiene el derecho de ver a mi esposa, no permito que tengan deseos o sueños en donde ella...-
-lo sé, lo sé. No soportas que nadie tenga cosas de ella, pero de todos modos, yo me asegure de que cualquier fotografía o dispositivo que alberga las fotos de ella estén en mi poder y legalmente no pueden tenerlas... así que tranquilo tigre-
Suspire, hasta que llegamos. Nos esperaban sentados en la mesa. Naruto, Shisui, Madara, Obito.
-¿qué hacen los descerebrados?- cuestione.
-Sasuke, ven tienes que disfrutar tus momentos de "soltería"- respondió Naruto. Los mire y me fijé que estábamos apartados. Para que mi hermano me llevará.

Bebí todo lo que quería, pero siempre de manera moderada, vi como Naruto hablaba de su vida ya de casado. El tenía más tiempo de matrimonio que yo, Shisui se dedicó a grabar, con Itachi... Pero Madara estaba metido en el móvil. Parece que hablaba con una mujer.

Me dieron algunos regalos, claro que eran pervertidos. Como el libro del kamasutra, los juguetes que mostraron en películas sexuales...
Pero el regalo de Itachi era el mejor. Los pasajes a Isla de Pascua.

Cuando eran ya las cinco de la mañana. Nos fuimos. Pero el apartamento ya había una mujer que me esperaba. Y no,no era mi esposa.
-¿de parte de quien es esto?- pregunté molesto.
-pues... fue un regalo de mi parte- dijo Naruto. Le tuve que dar varios golpes en su cabeza dura como piedra que tiene.
-¡IMBÉCIL!. ¡LLEVATE A ESA MUJER ANTES DE QUE TE QUEDES SIN MÁS HEREDEROS!- grite. La mujer se fue, pero seguimos festejando un rato más hasta que llegó la hora de dormir un poco, me encontraba con mi nena a las siete de la noche.

Blind thoughts of loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora