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Habían pasado semanas en los cuales no había podido ver a Nicolás, Juan Luis había hablado con mi padre y el aún con cierta molestia mi padre le dió una última oportunidad.

Por otro lado hoy podría ver a Nicolás con alta seguridad, sabía que Diego no sé de tendría para conseguir lo que quiere pero yo tampoco me rendiría.

Estaba en el aeropuerto, en la pista junto a Juan Luis esperando que el jet aterrizará para ver a mi pequeño. El jet ya había apagado sus motores y Vi como Manuela bajaba con Nicolás en brazos, una sonrisa se dibuja en mi rostro y corro hasta ellos para saludarlos.

—hola Manuela—le saludo mientras la abrazaba.

Veo a mi pequeño quien me mira con una sonrisa.

—¡mami!—dice buscando mis brazos.

Con mis ojos cristalizados tomo a mi pequeño en brazos, estaba más grande, y cada vez se parecía más a Diego.

—es mejor que vayamos al departamento—dice Juan Luis acercándose a nosotras.

Caminamos hasta los Jeep negros que nos estaban esperando, Juan Luis estaba preocupado por la seguridad de mi y Nicolás tanto que habían más guardaespaldas que antes, nos subimos mientras Juan Luis le hablaba a Manuela, yo estaba atenta a Nicolás, en como me miraba.

—de irán a nueva Zelanda—escucho a Juan Luis.

—espera...¿que?!—pregunto sorprendida.

—diego se va a enterar que Nicolás está aquí y va hacer lo posible para tenerlo—dice tomando mi mano.

—pero el está en la cárcel...

—aylen...eso no evita que pueda hacer daño a quien sea por tenerlo.

—entonces me voy con el—digo mirándolo.

—es más fácil encontrarte que encontrar a Nicolás.—suspira preocupado—y la verdad no pienso dejar que te vayas estando en este estado—dice viendo mi barriga que ya estaba más hinchada.

—hablaremos más tarde—dice sonriéndome—ahora solo aprovecha de estar con Nicolás.

Llegamos hasta el departamento donde inmediatamente me fui a la habitación dejando a Nicolás en la cama.

—¿te tomaste tus calmantes?—pregunta Juan Luis mirándome.

—no...

Con su mano en mi mentón me hace que lo vea mientras el me miraba de pie.

—aylen...—me dice como advertencia.

—si, ya lo se...

Tome las pastillas y saqué una para tomarme la, veo a Juan Luis quién me mira con una sonrisa de aprobación.

—tengo algunas cosas que hacer..—dice tomando su chaqueta—volveré en unas horas, Manuela se quedará aquí.

—esta bien...—digo con una sonrisa.

Se acerca a mi y me da un beso en la mejilla, trataba de darme mi espacio, no me besa, no me toca, solo duerme a mi lado cuidando mis sueños, le pedí que fuera así hasta que naciera el bebé, pero con un hombre como el, es difícil de resistirse.

Antes de que pudiera alejarse tomo sus mejillas con mis manos y lo acerco a mis labios besándolo con cierta necesidad, con dificultad se aleja de mi.

—nos vemos a la noche...—dice mientras se acerca a besarme una vez más.

Se va de la habitación y tome a Nicolás en mis brazos mientras me acostaba junto con el.

—pronto tendrás un hermanito...o hermanita—digo mientras veía como cerraba sus ojitos.

Broken HeartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora