Broken Hearts

22.

Dos días estaba sin saber algo de Juan Luis o de Santiago, ese mismo día que Juan Luis se habia ido dejaron de llegarme mensajes y llamadas de Diego, como si hubiera desaparecido del mapa no sabia nada de ellos y eso me preocupa, manuela decía que Juan Luis no le contestaba el teléfono, al igual que a mi, ni siquiera santiago lo hacia.

Estos dos días a tratado de trabajar más de lo debido para poder distraer mi mente, pasaba mas tiempo en mi trabajo que en casa de manuela.

—hola.

Volteo y veo a José quien me sonríe levemente.

—hola—dije en un suspiro—ya termine pero me quedare un par de horas más.

—no es la manera de distraer tu mente—dice mirándome—es complicado lo se.

Aguanto mis ganas de llorar y respiro profundamente.

—¿no has sabido algo de el?—le pregunte como última opción.

El solo niega levemente.

—lo llame un par de veces—suspira inquieto—no me contesta.

—no se que pensar—digo bajando la mirada—tengo miedo.

—¿te gustaría ir a cenar a mi casa?—pregunta sonriendo levemente de lado.

Me quedo pensando un momento, quizás deba distraerme. Asiento con una pequeña sonrisa y guardo mis cosas, salimos del departamento y nos dirigimos al de el.

Hacíamos la cena entre charla y unas que otras risas, José era una persona muy agradable, me sentía en confianza a su lado.

—Aylen tengo de decirte algo—dice serio—bueno la verdad es una propuesta.

—¿que sucede?—pregunte confundida.

—tengo que ir a España y quiero que vayas conmigo—dice mirándome fijamente.

—ha...pero yo solo soy tu diseñadora—respondí algo confundida—no tengo porque ir, yo solo diseño tu ropa.

—quiero que vayas como mi amiga—afirma el—no como mi diseñadora.

—haa....no se que decir—fui sinserá.

—solo son unos días...—prácticamente me rogaba que lo acompañara.

—esta bien—dije suspirando—espero olvidarme del tema en esos días.

Después de cenar, lavamos los trastes y le dije que debía irme, me despedí de el y me dirijo a casa de manuela, al llegar veo un auto que me parecía familiar. Bajo del mío y me acerco.

—hola—dicen a mis espaldas.

Volteo y veo a Santiago, una sonrisa apareció en mi rostro y lo abrazo sin pensarlo dos veces, siento como sus brazos me rodean por mi cintura y como se acomoda en mi cuello.

—no sabes cuanto me preocupe—dije aliviada. Lo veo fijamente y sonrío—te cortaste el cabello...—susurre tomando el poco cabello que había.

—si, necesitaba un cambio—dice con mucha calma—Aylen vine para aclarar todo—dice tomando mis manos—necesito que me expliques todo, estoy confundido.

—¿que quieres saber?—pregunte un poco incómoda.

—que fue lo que sucedió ese dia—dice en lo bajo—necesito saber que va a pasar con todo.

—lo que sucedió ese dia...—respiro profundo—no debes preocuparte, fueron problemas que tuvimos Juan y yo en el pasado pero ya no mas.

—¿que sucedió?—pregunta curioso—con el problema...