La alarma sonaba fuertemente, Adam levanto su mano para apagarla, pero sin éxito alguno, pues esta cayó al suelo mientras seguía con el irritante ruido.
―Ya basta estoy despierto―decía mientras se levantaba para recoger la alarma del suelo― Que insoportable eres ―dijo riendo al verse a sí mismo conversando con el aparato.
De pronto el teléfono que se encontraba en la mesita de al lado empezó a sonar, Adam fue en su dirección.
― ¿Si? Diga―contesto suprimiendo un bostezo.
―Buenos días Sr. Knightley lo estamos llamando de la recepción del hotel para informarle que la aerolínea acaba de llamar para confirmar su vuelo del sábado a las 3:00am y también queríamos consultar si usted quisiera un chofer para lo que lo transporte―consulto amablemente el joven al otro lado de la línea.
―Esta bien, muchas gracias por informarme―se detuvo―En cuanto a lo del chofer estaría bien.
―¿Esta de acuerdo entonces?
―Si, claro.
―Excelente―se escuchó el sonido de unos papeles― ¿A que hora quisiera que pasen por usted Sr. Knightley?
―Supongo que a las 1:30am estaría bien.
―Está bien, yo le informo cuando este aquí ―respondió el joven―Que tenga un buen día Sr.Knigthtley.
―Muchas gracias –respondió Adam―Igualmente―finalizo cortando la llamada y dejándolo en su lugar.
El día anterior había sido muy extraño, nunca pensó encontrarse con Elizabeth luego de aquella vez en el aeropuerto, ese día quería charlar mas tiempo con ella, pero dadas las circunstancias no se pudo, por lo que pensó que seria la ultima vez que la vería, pero al parecer se equivoco, y esta vez estaba feliz de que halla sido así.
El día de hoy no se proyectaba a ser realmente tranquilo, pues tenia que ir a dar una charla a estudiantes de medicina en una universidad y luego tenia que asistir a una convención que iba a tratar sobre el “Síndrome de Nelson”, después tendría que regresar al hotel, recoger sus maletas y prepararse para regresar a Los Ángeles. El día iba a transcurrir pesado, eso era seguro.
***
―Lizie lamento no poder pasar este día contigo tanto como quisiera, pero prometo que en la noche saldremos los 3 a cenar ¿Esta bien? ―decía Ciara desde el asiento del copiloto.
―No te preocupes Ciara ―sonreí―Esta bien, te comprendo, el trabajo es así, pero seria genial que en la noche podamos ir los tres a cenar antes de que regrese a Los Ángeles.
―Me encantaría que te pudieras quedar por mas tiempo Liz―comento Kyle.
―Y a mi―suspire lentamente―Pero debo volver al trabajo y seguir con mi vida en Los Ángeles―explique― Aunque me encantaría quedarme aquí uns días más.
Estuvimos unos minutos en silencio, cada uno absorto en sus propios pensamientos, hasta que llegamos a nuestro al lugar indicado.
La empresa en la que trabajaba Ciara era muy imponente, constaba de un gran edificio todo de vidrio con la edificación en forma de “L” en la entrada se podía apreciar el nombre: “LL Models England”.
Recuerdo que una vez Kyle me comento sobre la agencia, por lo que me dijo era la mejor del país, aunque siendo Ciara de quien hablamos no es de extrañarme; no se confundan, la chica es reconocida mundialmente, es casi como si una celebridad del modelaje o algo así se casara con mi amigo.
Ella se despidió de nosotros y luego de prometer que nos veríamos nuevamente en la noche, bajo del auto y entro a la agencia.
―Bueno pequeña―dijo Kyle volviéndose en mi dirección―¿Qué haremos hoy? Tenemos todo el día para estar juntos―anuncio con una sonrisa.
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Mi destino eres tú.
RomanceLa vida de Elizabeth Stevens, una publicista de 21 años, dara un giro inesperado cuando conozca a Adam Knightley, un neurocirujano que se desvive por su trabajo. ¿Qué pasaria si las cosas cambiaran de tal forma que ya nada seria lo mismo? Eso es lo...