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—No,— dijo Mark alejándose del beso que Jinyoung intentaba darle. —no si no somos novios.

Jinyoung regresó su mirada al libro que leía en la biblioteca con Mark estado a un lado de él.
Sintiéndose estúpido fingió que seguía leyendo aquél libro, más lo que había en su cabeza era la reacción de Mark, él no le había rechazado nunca antes un beso, no desde hace un mes, mes en el cual comenzaron a ser un poco más que amigos, pero todo era meramente inocente. ¿Habrá alguien más? ¿Se habrá dado cuenta de las marcas en su cuerpo a causa de su padre? tenía estás preguntas vagando por su cabeza mientras su mirada viajaba por las letras del libro.

—¿No?— preguntó Mark, Mark estaba indirectamente pidiéndole que fueran algo más, era lo que quería, tener una relación con Jinyoung.

Pero esto era algo que Jinyoung no logró captar, así que sin entender, él sólo negó, dándole una respuesta negativa a Mark.

—Bien.

Mark se puso de pie y salió de la biblioteca dejando a Jinyoung confundido, sin saber qué pensar.
Simplemente Mark se había aburrido de él, así como lo hizo su padre, como lo hace todo el mundo.

El castaño suspiró largo mientras se recargaba en una de las paredes a lado de la puerta de la biblioteca sintiéndose raro, Jinyoung le había dado todas las pistas para que él supiera que sí quería tener algo con él, y de repente, el pelinegro le decía que no y para el colmo, le ignoró volviendo a su lectura, más imbécil y confundido no podía estar Mark.
Del otro lado del plano, Jinyoung mojó la hoja de su libro a causa de algunas lagrimas que cayeron en este, pensando el qué de malo había hecho para que Mark simplemente lo rechazara y se fuera, sin despedirse, entonces supuso saber que todas aquéllas palabras bonitas que Mark le decía eran mentira, él de verdad era alguien desechable, como la basura, según su padre.

Jinyoung y Mark comenzaron a distanciarse, Jinyoung conoció a un nuevo chico de otra aula el cual le comenzó a invitar y salir con él, su nombre era Jackson, ambos se encargaban de ignorar a Mark cuando pasaba a lado de ellos, sobretodo el pelinegro quién comenzaba a convencerse que él era algo en la vida de Jackson.
Entonces Mark dejó de correr por los pasillos, dejó de hacer esas acrobacias que muchas veces lo metían en problemas con profesores por hacerlas en medio pasillo, Mark dejó de sonreírle a todos y reír por todo, Mark simplemente dejó de ser Mark y comenzó a conocer aquello a lo que llaman tristeza y entonces le tocaba repetirse una de sus frases favoritas; a veces, la vida, el destino, o lo que sea que escriba tu futuro, elige personas al azar para que marquen algo en ti, y está bien, hay lecciones que deben aprenderse.

Lección número uno; no todo en la vida puede verse de manera positiva, no cuando estás tan acabado como Mark se sentía en esos momentos.

El castaño entró a su casa desanimado, subió las escaleras y se encerró en su habitación, un día más, no comprendía con claridad el por qué se sentía de esta manera, después de todo Jinyoung era un mentiroso, nunca creyó que él fuese así, pero para sus ojos, Jinyoung le había dado tantas ilusiones que terminó enamorándose como un imbécil; de cómo le miraba o le sonreía, de su risa, de su cabello, de su andar. Mark creyó conocerlo, creyó saber que él era diferente, pero no lo era.

Lección número dos; no creas conocer a las personas.

~

—¿Tú tienes... novia, Jackson?

El rubio comenzó a reír.

—Pensé que lo tenías claro.

Jinyoung le miró, de alguna manera en su corazón guardaba la esperanza de que la chica con la que se veía en las salidas del instituto fuera su hermana o amiga.

—Entonces no entiendo por qué...

—Escucha, eres lindo, Jin. Pero con ella llevo tiempo, además de que estoy en último año, cuando salga me quedaré solo en la universidad si prefiero estar contigo, en cambio con ella, vamos a entrar a la misma facultad, no me conviene dejarla. Y otra cosa, con ella llevo tres años y contigo, bueno, entre nosotros sólo hay una aventura. De verdad perdóname si te hice pensar que esto era algo serio.— Jackson miró sus pies. —Ella no tarda en llegar... así que...

—Oh sí, me voy... ¿pero qué va a pasar conmigo?

—No quiero obligarte a estar en esta situación, entenderé si tú...

—¿Podemos seguir como hasta ahora?— pidió Jinyoung en forma de suplica. Esto era algo que él no merecía, lamentablemente él no lo sabía, le gustaba vivir pequeños fragmentos de felicidad, por más falsos que fueran.

—Claro.

Jackson asintió y se fué a otro lugar, cerca de la acera, Jinyoung le miraba de lejos hasta que fué interrumpido por una voz conocida.

—Sabes que no está bien eso.— le dijeron parándose a un lado de él, mirando también la escena. Jinyoung no contestó. —Pero bueno, a veces las personas tan poca cosa piensan que merecen poco.— Jinyoung sintió un puñal. —Me alegra que Mark se diera cuenta de lo que eres y así pudo alejarse de ti, el no merece tan poco, y tú, definitivamente lo eres.— Jinyoung ya se sabía esas palabras de memoria, incluso él se las repetía frente al espejo. —Y pensar que Mark quería tener una relación contigo...

—¿Qué?— el pelinegro volteó a ver a Bambam.

—Así es, pequeño, si no fuera porque Mark se dió cuenta de que le engañaste y lo ilusionaste, él seguiría detrás de ti como un perro. Ojalá mi amigo encuentra a alguien que merezca su compañía.

—Yo no le engañé...

—¿Y por qué cuando el quiso intentar algo más serio le rechzaste?

—Él no me dijo nada, al contrario, fue él quien me rechazó.

Bambam frunció el ceño confundido, claramente había algo que no concordaba, pero era creer en Jinyoung o en su mejor amigo. La respuesta era clara.

➼fly with you       【m.j】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora