Un Cambio Inesperado

Capítulo 22

Capítulo 22

      Allí se encontraba, mirándose al espejo recordándose cuando empezó todo aquello. Su sonrisa era irónica, porque a quien miraba al espejo no era ni la mitad de quien era ella. Cerró los ojos y suspiró profundamente antes de abrirlos de nuevo.

   << Amar a veces duele. Duele como si hubieses volado y caído  de repente, sin control alguno, a un precipicio profundo sin paracaídas. Te va derrumbando lentamente cada parte de ti. Y lo que más da rabia de todo esto… Es que a veces uno mismo se lo hace… >>

   Era la conclusión que había llegado Amy, al verse atrapada en su propia trampa. Ella había decidido jamás enamorarse. Jamás había estado en sus planes enamorarse, ni mucho menos seguir viendo a aquel hombre que se había colocado en frente de su camino. Pero ni uno ni lo otro había hecho. Había sido realmente una tonta a la final, al no meditar en lo que estaba haciendo. Ni la manera en que había empezado todo.

    Sabía que cometía una locura al acercarse a aquel lugar en donde le había prometido a Sabrina reunirse con ellos. Sabía que estaba perdiendo la cordura cuando se subió en aquel automóvil que le habían enviado y la llevaba a aquel lugar. Y aún peor, cuando caminó y se acercó a ellos, en vez de enterrar aquello en el pasado.

_ Hola…_ dijo al detenerse en frente de Sabrina y de Christopher.

_ Hola Amy…_dijeron ambos, sin embargo era Christopher quien se veía más emocionado.

_ Toma asiento…_ le dijo Sabrina_. Espero que te sientas a gusto en este lugar… Tiene una hermosa vista, ¿no te parece?

_ No fue fácil tomar esta decisión. ¿Cómo sigues, Christopher?

_ Bien, gracias… Gracias por venir… Bienvenida a mi propiedad…

_ Agrádesele a tu prima… Realmente es muy buena para convencer a alguien… Aunque no sea lo que precisamente uno quiera._ dijo secamente_. Pero, tiene razón al decir que ha pasado mucho tiempo y tal vez es lo mejor… o sea lo mejor…

_ Tiempo que ha pasado por mi culpa. Ambas pueden reprochármelo… Ya sé que me han estado despellejando a mis espaldas.

_ Tú mismo te lo buscaste…_dijo Sabrina graciosamente.

_ No me justifico… Nada de lo que hice y he hecho durante tanto tiempo, tienen una justificación. Me comporte como un tonto… como el peor de los imbéciles. Y pude haber remediado todo desde un principio y evitar tantos disgustos.

   Amy lo observaba, sin saber que decir. Aquello era algo que no se esperaba. Pero deseaba hacerse oídos sordos antes cualquier cosa positiva que escuchara de él.

_ Al menos has madurado… Exceptuando lo del accidente… Ni mejor te recuerdo lo que mi tía te hará cuando te mejores por completo…

_ Después dicen que yo soy el poco cuerdo de la familia…_ dijo graciosamente.

_ Los dejaré un momento a solas… Necesito ir un momento al tocador.

   Amy la miró con cara de querer matarla, pero comprendía lo que también intentaba hacer. Darles un instante a sola para limar aquellas asperezas pasadas que aún había en medio de ellos.

_ En verdad siento lo que te hice… Nunca debí pretender el querer utilizarte para hacer disgustar a mi madre. Estaba tan asfixiado y obstinado que ni quise detenerme a pensar en el error que estaba cometiendo… Y cuando lo hice, fue demasiado tarde… Ya te había perdido…

_ ¿Y está forma fue que conseguiste el arrepentirte y conseguir mejorar tu vida?

_ Siempre he estado errado… Excepto cuando te conocí. Hubo momentos en que en verdad me hiciste querer ser una mejor persona…

_ ¿Y debo creerte?

_ No… Aunque me gustaría que volvieras a creer en mí.

_ Al menos fuiste sincero con lo de que no tuviste nada que ver con lo que publicó la prensa inglesa sobre nosotros.

_ ¿Sabrina te lo contó?

_ Sí… Desde ese día somos muy buenas amigas.

_ Creo que me lo merecía… Gracias por no partirme la cara.

_ Aunque debí hacerlo…_ dijo y ambos sonrieron.

   Christopher la miró a los ojos y comprendió que Sabrina había tenido razón. Él la amaba. Él la extrañaba, porque no concebía su vida sin aquellos instantes que había compartido con Amy y ya no tenía.

_ ¿Qué pasa?_ le preguntó Amy, atrayendo sus pensamientos.

_ Tú me hiciste ver que  la vida no es lo que solía yo creer…

_ Christopher… No arruines este momento. Por favor, o me iré…

_ Amy, solo quiero hacerte saber que nunca antes había querido ser un mejor hombre. No me importaba en absoluto como llevaba mi vida. Si se iba a pique, me importaba un pepino… Tú me salvaste de cierta manera. Me abriste los ojos y debo agradecértelo. Lo más sensato que he hecho en mi vida fue desear conocer a la verdadera Amy cuando supe lo de la apuesta y que me habías mentido el día en que nos conocimos.

_ No digas eso… No deberías.

_ ¿Por qué?

_ Porque no deberías…_ susurró intentado mantener aquella fría actitud que había fingido desde que había llegado a la propiedad de Christopher.

_ ¿Por qué?... No es una respuesta clara lo que me dices. ¿Es por qué soy un noble? ¿Es por lo que sucedió entre los dos en el pasado?

   Amy lo miró recordando con tristeza aquel ayer.

_ Soy una plebeya que no está a tu altura. No lo olvides…Es absurdo continuar con esta conversación. Ni siquiera debería estar aquí_ expresó algo molesta consigo misma_. Es mejor que me vaya..._ dijo al levantarse.

_ Amy… Espera…

_ Christopher…

_ Sólo estoy tratando decirte que por primera vez en mi vida estoy hablándote con la pura verdad… No he podido olvidarte… Cuando perdí tu amistad, comprendí que no tan solo había perdido eso… Sino la oportunidad de amar realmente a alguien.

   Amy lo miró con asombro y consternación.

_ No juegues conmigo, por favor… No lo hagas, Christopher. Yo ni siquiera debería estar aquí…

_ No estoy jugando contigo. Estoy siendo sincero… Te estoy abriendo mi alma… Lo que nunca había hecho con ninguna otra mujer…

_ No insistas. No lo hagas, por favor… Recuerda, no estoy ni estaré a tu altura jamás. _expresó al sentir un nudo en su garganta. Ya no podía más_ Solo soy… Una simple americana que se acercó a ti en Los Ángeles por una tonta apuesta, pero realmente no tenía intenciones de conocerte… Te mentí esa noche para no hacer el ridículo en medio de la multitud. Esa fue la Amy que conociste y jamás volverás a ver. Soy…

_  Lo único que necesito en mi vida._ le interrumpió_. Ahora y siempre… Sé quién eres, Amy. Sé quién eres desde que me permití conocerte aquí, en Londres. Ahora quiero remediar todo lo malo. Quiero empezar de nuevo. Quiero que me conozcas realmente…No quiero volver a cometer errores. No sabes cuánto he lamentado el haber perdido tu confianza…

_ Lo siento Christopher… Yo…yo… tengo que irme.