Al preguntarnos por qué un género literario como el realismo mágico es exitoso, nos podemos encontrar con el interesante estilo de relatar sucesos y criaturas maravillosas, sin restringirnos a la pura fantasía. Sino, yendo de la mano con la realidad. Afirmar o no la veracidad de una superstición está al criterio de cada persona, porque el mundo es netamente subjetivo, dependiendo de la actitud e ideales de cada cual, se pueden formar una perspectiva de lo que se trata el mundo. El único equivocado es el que cree tener la razón a totalidad. Un ejemplo caro está en las parcialidades adversarias que son la religión y la ciencia, cada uno con sus argumentos que empatizan con las personas o no, dependiendo de cada personalidad. Cuando realmente se puede alcanzar un equilibrio, ya que la ciencia hace referencia a la religión al no encontrar justificación en el accionar de la conocida "Partícula de Dios" o Bosón de Higgs.
Sin ciencia la evolución humana desde el punto de vista del pensamiento no sería posible, y sin la religión, por más fantasiosa que pueda llegar a ser, aún sin basarse en argumentos concretos, representa el único libro que mantiene de alguna manera la moralidad, principios y sentimientos del hombre.
A partir de dicha subjetividad y fantasía surgida de la creatividad de cada autor, se alcanzó una nueva estética en Latinoamérica desde el punto de vista literario, las producciones escritas de los autores entre 1960 y 1970 fueron más atractivas gracias al recurso de lo utópico, y obviamente, por enmarcar en muchos casos una crítica magistral entre las líneas de sus innumerables cuentos y novelas. El conocido "Boom Latinoamericano" fue un desahogo en contra de las vertientes literarias de Europa, que por muchos años se encargaron de imponer sus reglas gramaticales y su anticuado estilo en toda América. Sin embargo, en los tiempos modernos se pudo confirmar que el latino es capaz de producir un arte impresionante, mucho más completo y creativo que el europeo. Hubo una gran cantidad de colaboradores con dicho movimiento, entre ellos están: Julio Cortázar, Mario V. Llosa, Arturo U. Pietri, Gabriel G. Márquez, entre otros. El último mencionado se puede aclamar como uno de los escritores más representativos del realismo mágico, una combinación entre lo ficticio y lo real, aunque muchas veces sea bastante difícil distinguir entre uno y otro, ya que el mundo es un lugar que alberga una gran totalidad de cosas. Lo maravilloso, lo feo, lo terrorífico, lo increíble. Todos son elementos cruciales del estilo.
También es muy importante remarcar que creernos algo imposible es el primer paso para que el destino se encargue de demostrarnos lo contrario. Porque el que busca encuentra, si tienes la osadía de querer probar que los demonios no existen, es menester mencionarte que te prepares bien, porque el mal existe y se encarga de mostrarnos las más terribles aberraciones y morbosidades, aunque también es un hecho que dejar de aprender de algo por considerarlo irreal es limitar nuestro conocimiento. No debe ser un secreto que el ser humano suele caer en el error de querer investigar y escrutar en un mundo paranormal, el cual no tiene cabida para teorías científicas. Descifrar realmente de qué se tratan todas esas anomalías que se suelen observar es bastante complicado, es para escarmentarse el hecho de que todo aquel que ha sido irrespetuoso y entrometido con dicho mundo espiritual y desconocido, ha sido afectado con terribles consecuencias en situaciones que incluso suelen escapar de la lógica. Una gran verdad es que en este gigantesco planeta que habitamos hay espacio para todo. Es necesario saber conocer y respetar cada uno de los temas. "Es mejor saber de todo un poco, que todo de una cosa, ya que lo universal siempre es mejor". Con estas palabras de Blaise Pascal podemos concluir que no hay un solo conocimiento que no tenga valor.
Volviendo al tema literario, podemos recalcar la obra más representativa en mi opinión de aquel "Boom Latinoamericano" mencionado en páginas anteriores. Llamada "Cien Años de Soledad", escrita por Gabriel G. Márquez. De este último autor, una de sus obras más reconocidas, traducida a más de veinticuatro idiomas, y por su calidad, consiguió la venta de medio millón de copias en tres años, además de ganar cuatro premios internacionales. Con toda esta lujosa introducción, nos podemos preguntar ¿Qué tiene de fascinante este libro? Y es que hace referencia a una gran cantidad de costumbres, supersticiones y a una cultura en sí, que recubre a un entorno familiar nada menos que disfuncional, el incesto es una de las grandes críticas planteadas en esta obra, como una estirpe completa es condenada a desaparecer por el infortunio y las malas decisiones es otra situación que se abarca. De igual manera, es necesario acotar que la justicia es aquella que como la muerte puede tardar en llegar, pero lo seguro es que arriba a rendir cuentas en algún momento. Todos esos pecados y malas acciones de cada uno de los integrantes de la familia Buendía los fue corrompiendo, cada quien por su lado resolvía sus problemas, cada uno ocupado en sus asuntos, representando una familia unida tan solo por los deseos carnales y la sangre. Se trataba de una familia extensa, pero tan separada que si uno u otro se moría, no se enteraban hasta días después, considerando el hecho de que casi todos vivían en el mismo poblado. Este hecho es más realista que mágico, ya que existen las familias sumergidas en soledad y división. Es real el incesto, menos común durante estos tiempos modernos, ya que los estudios de embriología se encargaron de concientizar a las masas de que dicha relación tiene altas probabilidades de provocar problemas congénitos en la descendencia. Sin embargo, en eras medievales era común que las familias quisiesen mantenerse "puras", reproduciéndose entre sí. Otra crítica es que existen personas sin convicciones ni determinaciones, que le tienen miedo al vivir, y si vivimos sin manejar riesgos, estaremos toda nuestra existencia asustados de disfrutar algo tan hermoso como lo es la vida.
También es notorio que la soberbia, la venganza y la furia jamás llevan hacia algo bueno, que la obsesión por la violencia y provocar la muerte para concretar intereses, es el acto más egoísta y déspota que puede hacer una persona, es cierto que el soberbio sufre de soledad, porque su actitud causa dolor a cualquiera que se le acerque, la verdadera razón por la cual una persona como el coronel Aureliano tenía allegados, era por el miedo que infundía, pero con el paso del tiempo fue aminorando sus ganas de lucha, perdió el poder de mano férrea y todos se alejaron, porque durante los malos momentos los que se quedan son los que te quieren, y realmente, a él nadie lo quería.
La obra "Cien Años de Soledad" no debe ser tomada como una simple novela fantasiosa, sino como una gran crítica enfatizada dentro de un contorno estético realista y mágico. Cada personaje, o al menos, la mayoría nos muestran la gran disfuncionalidad y las malas costumbres que puede llegar a tener la raza humana.
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El Bastión de los Relatos
Historia CortaUna recopilación de cuentos y ensayos que abarcan distintas temáticas. Teniendo como objetivo entretener a los buenos lectores.