Extinción de la humanidad (3)

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Holaaaa
Perdón la tardanza pero he vuelto con la última parte de éste título, espero les agrade como a mí.

PD: Los personajes no me pertenecen, son del brillante creador de Isayama.

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Cargué su cuerpo con delicadeza alejándome de ése lugar, la recosté sobre el suelo de la muralla acomodando su cuerpo para no lastimarla más, quité la bufanda de su cuello con delicadeza y la coloqué detrás de su cabeza para que se acomodará y no se lastimará.

Me senté a su lado mirándola con tristeza, me preguntaba cuántas veces ya la había visto así, herida e inconsciente, débil y frágil, tomé su mano con dolor, odiaba verla así, odiaba que ella  me protegiera siempre, odiaba ser débil por no poder cu...

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Me senté a su lado mirándola con tristeza, me preguntaba cuántas veces ya la había visto así, herida e inconsciente, débil y frágil, tomé su mano con dolor, odiaba verla así, odiaba que ella  me protegiera siempre, odiaba ser débil por no poder cuidarla, odiaba verla inconsciente por mí culpa, odiaba no poder ser útil en algo y poder ayudarla.

Mordí mis labios molesto conmigo mismo, siempre se repetía la misma historia, siempre era yo quien tenía que ser salvado por ellos, desde niños siempre me rescataban de los matones del pueblo, siempre me alentaban y me daban esperanzas para no rendirme, me levantaban cada vez que caía, me escuchaban y confiaban en mí, sólo dos veces había podido salvarlos, pero no de la misma forma que ellos.

-¡Arlet, ya llegó el cuerpo médico!- me anunció un soldado, solo asentí con la cabeza-

Tomé distancia para que pudieran revisarla, miraba sin expresión el suelo reprimiéndome a mí mismo, sabía que de un día a otro no podía cambiar, aceptaba que era débil, quería ser alguien fuerte como ella y seguro de mí mismo como él, quería ser diferente, quería cambiar mí manera de ser a una más protectiva y segura.

Por ellos, por mis amigos, aquellos que se convirtieron en mí única familia, en mis hermanos, y por ella, Annie, la chica por la que siempre me preocupe, por la que quería su bienestar y felicidad.

-¡Ella está fuera de peligro, no tienes de que preocuparte, sólo fue una herida en su abdomen, ya la hemos vendado!- afirmó él soldado hincándose a mí lado- ¿Quieres qué también te revise?- me preguntó preocupado-

-No...estoy bien- afirmé sin verlo a la cara- gracias...- agradecí de la misma forma, él asintió y sé alejó con el resto de soldados-

Volví a acercarme a su lado, la miré con tristeza deseando que pronto despertará, tomé su mano con fuerza para sentirla cerca, me sentía solo, desde el ataque, todos cambiamos de posiciones sin rumbo, sólo intentamos ponernos a salvo de la mayor amenaza del mundo.

Los gritos de ambos titanes volvieron a escucharse por el lugar después de mucho tiempo, gritos desgarradores combinados con fuertes golpes entre sí, miraba desde lejos la escena, la más sanguinaria de todas, mordidas y golpes, gritos y fuertes pisadas, sangre salpicada por todo el lugar, rodeados de humo para sanar sus heridas, la pelea que definiría quien ganaría.

El destino nos une Donde viven las historias. Descúbrelo ahora