El destino nos une

El final

¡Hola! Si ya se, cuanto tiempo, lamento la tardanza pero ésta vez no sólo fue la escuela, si no también pensar muy bien el final, si, el final, finalmente hemos llegado al final de ésta historia. Agradeceré a todos mis lectores al final, por ahora los dejo con el último capítulo que, espero, tenga un buen final.

************************************

La tranquilidad regresó por un tiempo, la esperanza renació con cada victoria y la motivación aumentó después de que el número de bajas disminuyera considerablemente.

Le Legión de Reconocimiento regresó con una nueva faceta, con nuevas motivaciones y nuevos integrantes, con mayor número de victorias en cada salida, con nuevas noticias y con el apoyo del pueblo.

Después de la gran hazaña, de la victoria contra aquella especie desconocida, la lucha contra los titanes se volvió algo más fácil, más rápido y más ágil, ganando mayor territorio que ellos, logrando recuperar, poco a poco, aquello que los titanes nos arrebataron cuando la humanidad era débil y vivía con miedo.

Pero eso había terminado, porque ahora la humanidad era fuerte, ya no vivía con miedo, había conocido el terror más profundo hace tiempo, ahora ésa cicatriz era la que la impulsaba a seguir adelante buscando su libertad.

Y gracias a esto, comenzamos a tener mayores días de descanso, mayores ganancias y más apoyo del pueblo y la monarquía. Lo que nos ayudaba a descansar, disfrutar de ciertos momentos con nuestros amigos, familia o  compañeros.

Para nosotros dos, eran los días en que podíamos convivir juntos sin interrupciones, haciendo lo que quisiéramos solos, aunque ya había pasado mucho tiempo, nuestra relación crecía con el tiempo, más y más.

-¿A dónde quieres ir?-

Cabalgábamos colina abajo regresando de un paseo en el bosque, ahora íbamos al pueblo más cercano a pasar la noche.

-Escoge tú, yo elegí donde dar el paseo- respondí pegándome a su espalda-

Llevó al caballo colina abajo mientras lo abrazaba con fuerza, la inclinación de la bajada hacía que me pegara más a su cuerpo, entrelazando con fuerza mis manos, enredando mis brazos en su firme y tonificado torso mientras reposaba mi cabeza en la firmeza de su espalda.

A ésa altura podía observarse todo el paisaje, todo el terreno natural y las pequeñas casas que colindaban con la baja montaña, pastizales y árboles en tonos verdes que bailaban con la fuerza del viento, haciendo contraste con la calidez del cielo azul sin ninguna nube que lo acompañara.

Podía sentir su respiración tranquila, el latido de su corazón algo nervioso por mi cercanía, la suave sensación de su piel debajo de ésa camisa ajustada a su cuerpo, me sonrojé sin notarlo.

-Iré a ver el lugar, espérame aquí- bajó del caballo desapareciendo entre la gente que rodeaba la pequeña plaza-

Conocía el lugar, era aquella plazita donde salimos juntos la primera vez, donde le conté parte de mi pasado, la leve nostalgia pintó mis mejillas de un rojo claro al tiempo que me sentaba frente a la fuente que había sido testigo de nuestra primera salida juntos.

Y regresamos al mismo lugar, pero ahora todo era diferente, ahora no éramos extraños, éramos más que eso, podría decir que nuestra relación había dejado de ser algo entre capitán-subordinada, era algo mucho más fuerte.

Sonreí mientras jugaba con el agua fría que brotaba de la fuente, el reflejo de mí rostro en la cristalina agua me hizo pensar en si yo también había cambiado en algo, en si mí yo de aquél entonces era diferente a como era ahora, después de todos los problemas que enfrentamos y del crecimiento de nuestra relación.