El destino nos une

Miedo

Hola! He vuelto con nueva actualización! con éste capítulo, cierrro literalmente la gran amenaza de la humanidad, pero aún quedan más problemas y los sabrán al final del capítulo.

PD: Los personajes no me pertenecen, son creación de Isayama.

************************************

El ambiente era tenso, fúnebre, silencioso y muy pesado. No había voces ni un sólo ruido, sólo miradas penetrantes entre los presentes en aquél lugar húmedo y poco iluminado.

Entrelazé mis manos con fuerza, estaban frías y temblaban a causa del nerviosismo e incomodidad que sentía, miraba de reojo a los presentes, comandantes y capitanes con su mirada fija en cierto objetivo sin pronunciar ni una sola palabra.

Apenas miré de reojo a la persona encerrada detrás de las rejas, su mirada penetrante en mí persona me daba escalofríos, instintivamente giré mí vista a otro lado intentando aguantarme las ganas de correr.  

De pronto un golpe de fierro vacío sonó como eco en el lugar llamando nuestra atención con cierto miedo, volteamos a ver dentro de aquella oscura celda, ruidos extraños, parecidos a balbuceos apenas audibles, seguidos de forcejeos con las cadenas y golpes se escuchaban en un insistente intento de escapar de ése lugar.

Mí cuerpo se tensó ante la idea de que logrará su cometido, jamás habíamos retenido a alguien así, era posible que nuestras medidas no funcionarán y lograse escapar.

De pronto la persona chocó contra las rejas en un acto salvaje y violento, retrocedimos como respuesta sin creer lo que podría pasar, sus ojos penetrantes de un color amarillo oscuro, no paraban de verme con ésa mirada llena de odio y muerte.

-¡Mikasa retrocede!- Hanji jaló de mí chaqueta con rapidez alejándome de las rejas-

No podía moverme, sí no fuera por ella, yo me hubiera quedado ahí frente a él esperando a que me matase, tenía miedo, el que nunca había sentido, tenía miedo de él, de su mirada, de sus infinitas ganas de rebanarme con sus manos y salpicar mí sangre por todos lados, ése era su deseo.

-Te mataré...-

Quedé bocabierta después de escuchar sus palabras, un frío escalofrío recorrió mí cuerpo dejándome paralizada, no podía aparentar no tener miedo, porque lo tenía, sus palabras habían sido como la flecha que aún no me atravesaba del todo.

-¡Cállate imbécil!- Eren lo golpeó con fuerza haciéndolo retroceder sin borrar su mirada de odio- ¡Seremos nosotros los que te mataremos!- le recordó con impotencia y furia golpeando las rejas- ¡Pagarás por todo lo que haz hecho!- gritó eufórico golpeando las rejas con desdén-

-¡Eren, cálmate, o romperás las rejas antes de que él lo haga!- Hanji lo tomó de los brazos alejándolo, sé movió sin excusas calmando su furia-

Nuevamente el ambiente quedó en silencio, todos miraban con odio al mayor asesino de la humanidad, yo no podía verlo, bajé la mirada deseando que todo acabará, quería alejarme de ahí, esconderme, yo era la culpable de que ése hombre estuviera ahí atado, yo fuí quien salvó a la humanidad de ése hombre y por ello ahora era la perjudicada al recibir sus miradas asesinas y amenazas de muerte.