-No voy a permitir que sigas jugando conmigo, es un juego de nunca acabar. Estamos bien; tu la cagas y yo me entero por otras personas; te pregunto si ha pasado; me lo niegas; después de que yo te lo haga asegurar y muchas promesas, lo confiesas; dices que estas arrepentido y que no volverá a pasar y yo te perdono y otra vez a empezar desde el principio.- grité triste y a punto de llorar.
-Lo siento, pero te aseguro que no volverá a ocurrir. - Me dijo él.
Parecía realmente apenado, pero no quería perdonarle, quería que esto acabara ya, me estaba utilizando.
-Yo también te aseguro que no va a ocurrir otra vez.- me salió sólo, lo dije muy cruelmente sin querer.
-No estarás...
Sabía lo que quería decir, yo no sabía que contestar. Por un lado, estaba harta de este juego en el que me estaba utilizando y quería pararlo ya. Por otro lado, no se si todavía siento algo por él.
Ya no aguantaba más, salí corriendo. ¿Hacia dónde? No lo sé, hacia un lugar lejos de él.
-Clara!- le oí gritar.
Oí mi corazón latir como loco, también unos pasos frenéticos que poco a poco se acercaban a mí. No pude más. De repente, una mano agarró mi brazo deteniendo mi corrida.
-Clara escúchame...
-Olvídalo, hemos terminado.- le interrumpí bruscamente.
-Piensa bien lo que haces.
Ahí lo tuve bien claro, él no había mostrado cara de sorpresa ante la interrupción que le había hecho, y menos aún, por haber roto con él, me había respondido como si estuviésemos actuando, había preparado su frase para hacer que me arrepienta. Ya no iba a volver atrás, no me arrepentí de lo que habia dicho, estaba claro que no le importaba.
-Ya he pensado lo que hago, no voy a volver contigo, olvidate de nuestra relación.
No me respondió, se quedó allí, quieto, sin decir nada.
-Me tengo que ir.- le dije a la vez que empezaba a andar.
Me dirigí sin titubear ni un instante a la parada de autobús más cercana, hubiera preferido el taxi, ya que es más rápido y eran las 23:30, pero no tenía suficiente dinero. Llegaría tarde al apartamento. Cuando llegué, vi el autobús que llevaba a mi destino avanzando, no pude montar en él. Miré cuando pasaba el próximo autobús que llevaba a donde quería, tardaría media hora en venir, (si no lleva retraso) y llegaría a la parada que quería a las 0:25 (que estaba a 10 minutos de mi apartamento). Llegaría tardísimo al apartamento. Decidí decírselo a Marina, Fátima y Estrella (mis compañeras de apartamento) para que no me esperaran despiertas.
*Conversación telefónica*
-¿Hola?
-Hola Fátima.
-Clara!
-La misma.
-¿Qué tal con Carlos?
-Mal, hemos cortado.
-¿¡¿¡QUÉ?!?!- eran todas gritando.
-Habéis oído bien.
-Qué fuerte- dijo Marina.
-Bueno, en verdad he llamado para deciros que el autobús que lleva al apartamento sale de donde estoy a las 0:00, llega allí a las 0:25 y me deja en la parada que está a 10 minutos de el apartamento.
-Y por qué no coges uno que te lleve a la parada que está en la misma calle que el apartamento?- preguntó Estrella.
-Porque el próximo autobús que pasa por ahí sale de aquí a las 0:30!
-Dios!- responde Marina- A que hora dejan de pasar autobuses?
-Siempre me lo he preguntado, para mi que trabajan 24 h al día.- contestó Fátima.
-Bueno no me entretengo, que no hace falta que me esperéis despiertas.- dije intentando que me hicieran caso, pero como siempre, no funcionó.
-Qué!? Y dejarte sola en un momento con respecto a lo de Carlos? Ni hablar.- respondió Marina muy segura.
-Exacto.- asintieron Fátima y Estrella.
-Bueno... os dejo.- respondí.
-Vale, te esperamos aquí.- dijeron las 3 a la vez.
Eran las 23:45, empezó a llover, y eso se mezcló con mi llanto, me quedé sentada, en el borde de la acera, llorando en silencio, completamente empapada (lo que, por cierto, me daba igual), esperando el autobús.
***
Al fin llegó el autobús, me senté, no había mucha gente, tan sólo 5 personas más o menos. Miré por la ventana, seguía lloviendo, de repente, una sombra apareció corriendo en la oscuridad corriendo, lo reconoci al instante. Era... CARLOS! Automáticamente giré la cabeza para no verle, undí mi cara en la chaqueta que llevaba puesta intentando olvidar, pero un mensaje me hace volver a la Tierra. Lo miro, era de Carlos, a pesar de que mi conciencia me decía: no lo leas!, lo leí. Ponía: ya la he cagado, Clara ha roto conmigo, con lo feliz que era yo, saliendo con una de las chicas más guapas de la Universidad. La verdad es que no la amaba, pero ahora ella tampoco a mí, en parte es bueno porque se estaba poniendo muy pesada... Cuando terminé de leer automáticamente recibo otro mensaje de Carlos diciendo: lo siento, este mensaje iba para otra persona me he equivocado al enviarlo. Ahí fue cuando me puse a llorar otra vez sin parar todo el camino.
***
Cuando llegó el autobús a la parada que tenía que bajar, ya no llovía, yo bajé, y andé lentamente hasta el apartamento. Cuando llegué...
——————————
Bueno, hasta aquí mi primer capítulo, espero que os haya gustado.Votar y comentar, por favor.
Podéis comentar sobre opiniones, sugerencias, cosas que no os hayan gustado...
A votar, sólo estáis a un click, yo, sin embargo, tengo que inspirarme, escribir, pensar... Sobre todo escribir, cansa mucho. Os lo agradecería mucho ya que eso significa que mi esfuerzo a valido la pena, si no lo hacéis :( Si lo hacéis :)
Fijaros en la diferencia: sólo un click (ese es vuestro trabajo para confirmar que os gusta la novela y hacéis feliz a una chica muy especial), y un montón de palabras escritas que han tenido que ser pensadas y cansa escribirlas (ese es mi trabajo para que vosotros disfrutéis leyendo).
Es más, si no votáis, no me dan ganas de seguir escribiendo...
![](https://img.wattpad.com/cover/16656279-288-k449138.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Buscando al príncipe azul
RomanceEsta novela, trata de una chica que rompe con su novio porque se burla de ella pensando que él puede hacer lo que quiere sin que ella se enfade. Siempre le perdona, hasta que un día, termina con la relación tan dolorosa que intentaba seguir. Ahora...