Capítulo 23

350 18 7
                                    

《Helena's pov》

Me desperté a causa de un ruido. Miré en la penumbra y pude ver dos cuerpos moviéndose tratando de no hacer ruido, los vi salir de la habitación en la que me hallaba cerrando la puerta tras de sí. Me pusé a pensar donde estaba, no lo recordaba. Intenté hacer memoria sobre lo que hice la noche anterior. Al cabo de unos segundos lo conseguí recordar: habían venido todas a mi casa de campo y anoche vimos la película La princesa prometida, la cual nos unió con 12 años a Flora, a mi y a una amiga con la que perdimos el contacto cuando a su padre le ofrecieron un trabajo en Canadá y se fue con toda su familia a América.

Volvieron a entrar esos dos cuerpos y pude distinguir dos rotuladores en sus manos. Fingí que seguía dormida para pillarlas con las manos en la masa, lo cual no tardó en llegar, una de ellas se acercó a mi y en cuanto destapó el rotulador le agarré de la muñeca. Le pegué tal susto que pegó un gritito. Ahí pude reconocer la voz de una de mis amigas.

- ¿Lucía? - pregunté para asegurarme.

- ¡Helena! - exclamó la nombrada.

- Shhh, - mandó silencio la compañera de Lucía - vamos fuera. - ahí pude reconocer la voz de Flora.

- Si ninguna se ha despertado es que tienen un sueño muy profundo, pero bueno, así más seguridad para hacer lo que teníamos pensado. - susurró Lucía una vez fuera.

- ¿Qué queréis hacer? - pregunté extrañada.

- Vamos a ir a hacerle unos dibujitos por el cuerpo a nuestras amigas. - sonrió maliciosa la morena.

- Vamos a pintarle a cada una algo así como "Te amo Niall eres mi amor platónico y no tienes ni idea de lo que te haría si fueras mío", cada una con su amado. - agregó Flora.

- La idea es pintarselo por los brazos y piernas de manera que se vea un poco por las muñecas y manos o tobillos cuando vayan vestidas, lástima que sea invierno, sino... - dejó incompleta la frase Lucía sonando aún más malvada.

- Me apunto, ¿tenéis un rotulador para mi?

- Sí, toma. - me tendió la rubia un rotulador rojo.

- Pero este es permanente. - observé.

- Todos son permanentes. - rió Lucía.

- Pero que cabronas, que eso cuesta mucho que salte y más cuando pasa más tiempo. Además mañana es nochebuena. - comenté para ver si estaban seguras y habían pensado en eso.

- Corrección: hoy es nochebuena. Mira la hora. - me corrigió sonriente Flora mostrando sus blancos dientes y achinando sus ojos verdes.

Comprobé la hora y, efectivamente, eran las 4 y veinte de la madrugada.

- Y sobre lo de nochebuena, no lo haríamos si fuera verano. - agregó Flora.

- Eso sí, una última cosa: habrá que dejar a por lo menos 3 ó 4 sin pintar para que no sepan que hemos sido nosotras. - Lucía había gastado tantas bromas que se sabía todos los trucos.

- Creo yo que hay que dejar a Patri, que tiene novio, Nerea, que no tiene a nadie y Raquel que tiene novio. - comenté yo.

Mis dos compañeras asentieron de acuerdo conmigo.

- Vamos a por ellas, no hay tiempo que perder. - Lucía abrió la puerta de la habitación y todas entramos a la aventura.

Yo escribí en el brazo derecho de Mery (para que así le costara más quitárselo con la izquierda) tal y como nos dijo Lucía antes de empezar. Le escribí: "Oh Niall como me pones, si tú supieras todo lo que te haría si fueras mío... Te olvidarías hasta de como se habla. Déjame ser tuya, te deseo, me toco pensando en ti. Oh Niall, si tu me dejarás que fuera tuya...". Intenté que no se pareciera a mi letra. Cuando terminé, se lo leí a mis compañeras que me dieron su aprobación y ellas me leyeron los suyos. Flora le había escrito a Ara "Brad, tan inocente que no sabes lo guarra que soy, veo porno pensando en ti, en si hiciéramos todo eso, después me toco pensando en lo que te haría si me dejaras, es muy difícil quererte en silencio, solo hacerse dedos me ayuda a controlarme. Si me dejaras enseñarte lo guarra que soy, no te querrías separar de mi lado". Tanto Lucía como yo, le dijimos que estaba bien pero que quizás se había pasado un poco. Ella nos respondió que era por cuentas pendientes y cuando le preguntamos a que se refería nos dijo que era un secreto. Lucía le escribió a Ana "Dios no soporto más callarme esto: ESTOY ENAMORADA DE MARIO!! Lo necesito gritar a los cuatro vientos, decirselo a él y que él este enamorado de mi y que nos casemos y tengamos hijos, TE QUIERO MARIO casate conmigo por favor". Todas le dijimos que estaba perfecto y nos pusimos manos a la obra de nuevo.

Buscando al príncipe azulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora