Capítulo 5 - Secreto Público

84 12 17
                                    

Habíamos entrado en los exámenes finales y estábamos atiborrados de actividades. Desde entonces mucho ha sucedido. Aunque había decidido alejarme un poco de Elizabeth, ella Carmen y yo nos acostumbramos a reunirnos en las mañanas antes de entrar a clases cuando coincidíamos al llegar.

Elizabeth fue cambiando mucho su manera de interactuar con nosotras. Actuaba más espontánea y comencé a verla un poco diferente; aunque me seguía produciendo sensaciones inexplicables, sobre todo cuando me miraba con ese misterio que había en sus ojos, como si estuviera tratando de descubrir que había dentro de mí.

Para finalizar el curso nos habían pedido realizar cualquier cantidad de trabajos y tareas, de manera que nos organizaron y comenzamos a reunirnos para hacer las actividades. Mi grupo de trabajo estaba conformado por Jessica, Judy, Olga y Carmen. A diferencia de Carmen, las otras tres chica era rebeldes y aventureras, no gustaban mucho de estudiar y siempre el trabajo recaía en Carmen y en mí. Estaba cansada de esa situación pero no quedaba de otra, sentía que estás chicas nos usaban para sus fines académicos. Faltaba poco para terminar el curso y no podía dejar que nada afectara mi rendimiento, así que decidí hacer caso omiso a la situación; además de que Jessica era mi prima y no quería que se molestara conmigo.

—Pero pueden hablar con el profesor y contarle que estás chicas no participaron en las actividades —indicó Elizabeth, con tono cargado de molestia.

—No, no podemos hacer eso Liz —. Sí, Liz leyeron bien. Hasta ese punto hemos llegado, ahora tengo un poquito más de confianza con ella.

—Es una locura, ellas ni siquiera hicieron la conclusión del trabajo de Historia —Resopla Carmen. Aunque le molestaba un poco, por su parte se mantenía al margen de la situación confiaba en lo que yo decidía.

—Bueno, bueno calma. No pasa nada ya este es el último trabajo y se termina el año escolar. Carmen, ya hemos hablado de esto, más temprano que tarde confirmarás con tus propios ojos lo que pasará, así que paciencia y espera; veámoslo de esa manera "tendámosle la mano a un necesitado" —Le comenté y les di una sonrisa.

Pasamos un rato dialogando y cuando se hizo la hora de entrar a clases de Elizabeth, ella se fue a su salón de clases mientras Carmen y yo, aguardamos pues aun no era nuestro momento para entrar; continuamos conversando.

—Auri ¿te puedo hacer una pregunta?

—Uhm ya la hiciste ¿no? —Sonrío.

—Ja ja... ¡que chiste!, en fin que más da, igual la haré —Hace una pausa, mientras se aclara la garganta—. ¿Por qué cada vez que Liz se nos acerca te noto un poco extraña? ¿Qué es lo que te pasa, aún sientes celos de ella?

Trago grueso, mientras trato de que no se me note la sorpresa ante aquellas preguntas.

—No se a qué te refieres con eso —Trato de sonar lo más neutra posible, aunque es evidente mi incomodidad—. Además dijiste que era una sola pregunta e hiciste dos.

—Estás tratando de desviar el tema, sabes de que te estoy hablando perfectamente. Si hasta colorada te pusiste, mirateee jajaja

Me molesté —¡Ay Carmen Julia no te quieras pasar de lista eh!... mira que puedo hacerte sonrojar tanto, que te tardarás una semana en volver a tu color normal.

—¿Sí y cómo harías eso? —Me dijo con cierta preocupación y ya había dejado de reírse de mi. Parece que había logrado mi cometido.

—Ulises —Un chico por el cual Carmen suspiraba en silencio.

—¡¡Aurora!! ¡¡No te atrevas!! No seas así, no es lo mismo.

—¿Cómo qué no es lo mismo?, me haces preguntas que no vienen al caso y me haces poner colorada, acusándome de estarlo y ¿pretendes que me quedé sin hacer nada? —Le dije en tono de reclamo.

Amando por primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora