El baile

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Nota de la autora:

Recomiendo que pongáis la canción que os he dejado en multimedia cuando veáis escrito (Multimedia)
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Narra John

Todo el mundo estaba ansioso porque empezara la fiesta.

Aquella iba a ser una de mis primeras citas en el colegio y los nervios me mataban.
De pronto, una mano apretó con delicadeza mi hombro.
-Watson ¿Puedes respirar por favor?- habló Sherlock -no quiero tener que llevarte a la enfermería-
-Para ti es fácil decirlo- dije aflojando mi corbata para mirar a mi amigo -¡Madre mía! ¡Vas hecho un pincel!-
-¿Qué?- preguntó confuso.
-Quiere decir que vas muy elegante- dije colocando su corbata.

Sherlock llevaba un traje que le sentaba como un guante, aunque que su camisa fuera morada para aquella ocasión no me cuadraba demasiado.

Yo por mi parte iba con un traje que mi madre me había comprado para ocasión, un traje bastante básico con corbata roja.
De pronto, casi todas las chicas comenzaron a bajar.
-Hola- dijo Sarah Harvey de Hufflepuff, mi pareja -siento el retraso-
-Tranquila- sonreí -no pasa nada, la fiesta aún no ha empezado-
-Sherlock estás espléndido- dijo la muchacha con una sonrisa.
-Gracias- dijo Holmes para mirar a Newt que esperaba en la puerta de entrada -¿Con quién irá Scamander?-
-Seguro que irá solo- reímos -¿A quién le iba a gustar?-

De pronto una voz nos llamó desde la escalera.

Al girarme, la mandíbula casi se me cae al suelo.
Mary estaba preciosa, como ninguna otra chica aquella noche.
Sin darme cuenta comencé a tartamudear, mi pulso se aceleró de una forma exhorbitante y mi respiración se aceleró.
-Ma... mary- dije con vergüenza -es... estás-
-Preciosa- dijo Sherlock terminando mi frase para que me calmase -¿Con quién irás?-
-Pues...- dijo ella con una tímida sonrisa.
-Al fin te encuentro- escuchamos una voz grave a nuestra espalda.
-Lo siento Victor- se disculpó la hermosa muchacha -estaba tan nerviosa que se me pasó el tiempo-

Al ver la estúpida cara de felicidad y embobamiento de Krum, mi ira creció casi instantáneamente, no entendía el porqué.

Al notarlo, mi amigo pisó mi pie con firmeza haciéndome dar un grito.
-¡Auch! ¡Joder Sherlock!- chillé -¡Me cago en...!-
-¿Dónde está (T/N)____?- preguntó Holmes con cierta desesperación -quiero pedirle disculpas por lo del otro día-
-Os llevareis toda una sorpresa- rió Mary -no creo que tarde en aparecer-

Apenas a los dos segundo de decir eso, la cabeza de (T/N)_____ se asomó al umbral de las  escaleras.

Casi pude notar como a Sherlock se le paraba el corazón un instante al verla tan hermosa.
La chica bajaba las escaleras con cuidado con una resplandeciente sonrisa, parecía toda una princesa.

De pronto, el rostro de mi amigo se había transformado en un rostro de molestia al ver como Newt tomaba la mano de (T/N)______ y depositaba un pequeño beso en ella con extremada delicadeza.
-No me lo creo- bufó -¿Es una broma verdad?-
-Creo que no- respondí -pero hacen una pareja muy mona-
-Cállate- respondió Holmes para ir a buscar a su odiosa pareja.

Narras tú

Al ver que Sherlock se iba, supe que se había enfadado.
Definitivamente aquella noche iba a terminar mal.

Newt estaba espléndido con un traje azul verdoso y un chaleco color mostaza, me recordaba mucho a fotos que había visto de su abuelo de joven.
-¡Potter!- gritó el profesor Longbottom corriendo a nuestro lado -¿Estáis listos para abrir el baile?-
-Creo que si- dije con nerviosismo.
-Tranquila- respondió Newt estrechando mi mano con suavidad pero con firmeza -todo saldrá bien-
-Gracias- dije reposando mi mejilla en su hombro para respirar.

Cuando todos los alumnos entraron en gran comedor, los cuatro campeones nos quedamos en la entrada con nuestras parejas hasta que indicaron nuestra entrada.

Tomamos a nuestras parejas del brazo y comenzamos a pasar hacia el centro de la sala uno por uno.
El primero fue Michael, acompañado de la bella Elisabeth Morgan también de Huffelpuff.
Después entró Dominique, acompañada por un apuesto Búlgaro cuyo nombre desconocía.
En tercer lugar entraron Krum y Mary, la cual lucía una hermosa sonrisa al ver la cara de envidiosa de Irene Adler.
Y por último entramos nosotros dos, caminar ante unas miradas tan fijas como aquellas hacía que un nudo se formase en mi estómago.
-Respira- dijo Newt en voz baja -todo está bien-
-Vale- respondí colocándome en mi posición.
-¿Preparada?- dijo agarrando mi cintura con suavidad.
-Si- respondí tomando su mano con suavidad y reposando mi brazo en su hombro.

Cuando la música comenzó a sonar, los cuatro campeones comenzamos a bailar con nuestras parejas.

Newt era un bailarín excelente y sabía como llevar el ritmo de la música a sus pies, no parecía que fuese su primer baile.
-¿En serio es tu primer baile?- hablé sorprendida.
-Si- se sonrojó -pero he practicado con Longbottom-
-Pues lo estás haciendo fenomenal- sonreí.
-Gracias- dijo para alzarme en brazos y dar una vuelta sobre si mismo para luego dejarme en el suelo.

Poco a poco la gente se fue uniendo a nosotros.

Aquello parecía un cuento de hadas, la nieve cayendo del techo, las luces tintineantes, la dulce música... no tenía ganas de que aquello acabase.

Mis brazos se deslizaron alrededor del cuello de Newt mientras mi vista se fijaba en la otra esquina de la pista con mi mejor amiga.
-Sois adorables- vocalizó en silencio haciendo un corazón con sus manos.
-Vosotros sois hermosos- respondí.

Sin esperarlo, la música cambió para ser un ritmo mucho más rockero, aquello comenzaba a animarse de verdad.

Cuando escuchamos la canción "This aint's a scene, It's an arm race" de the Fall Out Boy (Multimedia)
Todo el mundo comenzó a cantar a voz en grito y saltar.

Aquella no he estaba siendo la mejor de toda mi vida y no quería que terminase de ninguna manera.
Como estábamos algo cansados de tanto bailar Newt fue a por un ponche al mismo tiempo que Krum por lo que corrí a ver a Mary.
-¿Qué tal?- chilló emocionada abrazándome.
-Es genial- reí -creo que nunca me he divertido tanto-
-Creo que Sherlock no puede decir lo mismo- dijo señalando a una esquina.

Allí Sherlock estaba apoyado en una columna mirándonos mientras Irene charlaba con sus amigas.

Suspiré y mostré una sonrisa.
-Yo no fui la que le dijo de ir con ella- reí -es su problema-

La magia de la deducción (Parte 4) (Sherlock Holmes y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora