Capitulo 6-Sombras chinescas

12 3 0
                                    

Guardo mis colas, respiro y expulsó el aire, me tranquilizo y asimiló todo lo que ha pasado, quiero buscar respuestas sobre mi, quiero saber qué soy. Busco en la mesa y encuentro papeles, también encuentro una lista con cosas que hacer, están todas rayadas solo queda "entregar al chico" pero no dice nada más, tengo que ir a donde me iban a entregar, tal vez sea un suicidio pero tengo que buscar respuestas, no encuentro nada más hasta que miro los cajones y veo un papel plegado y lo despliego, hay círculos donde señalan esta zona, veo un circulo con letras pone "punto de entrega" no está lejos de aquí de hecho esta en la ciudad de al lado, está justo en el cetro del pueblo, primero iré a casa y luego allí. Salgo de la carpa y veo el campamento, está carpa está lejos del campamento, puedo irme sin que me vean, me escabulló de ese campamento sin ser detectado, logro situarme para ir a casa desde aquel día que aviste el campamento, asinque me dirijo a casa para cojer equipamiento, recorto un gran trecho desde el campamento hasta mi casa, y por fin me encuentro delante de ella, abro la puerta y me dirijo a mi cuarto, y nada más llegar me quito las zapatillas, la camiseta y los pantalones. Abro el armario y cojo una sudadera negra con capucha, unos pantalones grises oscuros, no me siento cómodo con los calcetines y cojo unos con la suela acolchada, como mis zapatillas negras con tres rayas blancas en cada una y por último una bragas de cuello rojas, casi se me olvida pero decido cojer mi mochila roja para guardar cosas, meto un mechero, prismáticos, linterna y agua, bajo al piso de abajo y paso por la cocina para ir al cuarto de mis padres, para buscar un arma de fuego y cargadores, encuentro una pistola y tres cargadores, también un cuchillo de caza, encuentro un cinturón con la funda de la pistola, me lo pongo y guardo la pistola y pongo los cargadores en el cinto, al igual que guardo mi cuchillo en el cinto, me dispongo a salir cuando en la cocina veo una bolsa de patatas fritas y decido meterla en la mochila.
Salgo de casa y sigo el camino que hay para ir al pueblo, mi padre iba por este camino con el coche para poder ir a la escuela, este camino daba a una carretera corta que daba al pueblo. Llegue al pueblo al fin y decidí explorar un poco, no hay nadie, las guerras nucleares han hecho mucho daño, han desolado pueblos y ciudades, el camino asfaltado de piedra se clava en mis pies aunque el calcetin amortiza un poco, veo manchas de sangre en el suelo girando hacia la esquina, agarrando el cuchillo me armo de valor y recuerdo las clases de pelea que tuve con mi padre, me preparo para girar la esquina, la giro y veo un cadáver abierto en canal, sus tripas están siendo decoradas por dos individuos pálidos, de poco pelo y la ropa desgarrada, son varones, me quedo impactado al ver esa imagen, uno de ellos logra captarme y me mira lanzando un gritó, veo sus ojos sin pupilas y sus dientes afilados, el otro también me ve. Uno embiste hacia mí y logró esquivarlo, el otro viene a darme un bocado en el cuello pero pongo el cuchillo de por medio para que no me muerda a mi, no puedo quitárselo de la boca y lo suelto, estoy sin cuchillo, tengo que usar los puños. Me coloco en pose de pelea, uno arremete contra mi, me tranquilizo y cuando está enfrente, suelto un gancho rompiendo su mandíbula, cojo su cabeza y la acerco a mi rodilla rápidamente partiendo su cráneo, el siguiente viene pero más cabreado, suelta una batería de puños, fueron cinco soltados en mi estómago solo encaje los dos últimos golpes, me enfado por dejar que esos dos últimos golpes me diesen, suelto una sucesión de golpes en su pecho llevándolo a la pared, una vez arrinconado se cae apoyado en la pared una vez en esa pose aplaste su cráneo con mi pie contra la pared dejando una marca de sangre en la pared, recojo el cuchillo y lo guardo. Me voy al centro intentando encontrar el punto y creo que lo he encontrado, es un laboratorio con una siglas en una parte de sus paredes blancas "C.C"

Diario de un supervivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora