Capitulo 13-Noche

6 1 0
                                    

Cae el atardecer y seguido la noche, terminamos de comer algunos dulces en la tienda y cojemos linternas para poder ver en la oscuridad y buscar un sitio donde pasar la noche.
Buscando una casa, noto como que me observan pero no hay nadie, me pone nervioso pensar que alguien me observa, seguimos buscando y veo unas pequeñas luces rojas, apunto con la linterna pero no hay nada, por fin encontramos una casa abierta, nos metemos y buscamos los cuartos, vemos un cuarto cuidado, grande y muy bien cuidado, la cama es de matrimonio y tiene un pequeño olor a viejo con una ventana encima de la ventana en el cual entra la tenue luz de la luna.

-¿Te gusta?- me dijo Silvia

-Duerme, yo me quedaré despierto cuidando de ti-

Silvia abre la cama para poder dormir y yo dejo mi mochila a pies de la cama, tengo que velar por su seguridad. Aun pienso en esos puntos rojos, ¿Que serán? ¿Me lo estoy imaginando? ¿Me estoy volviendo loco? No lo sé pero todo esto me puede, no niego que no quiera dormir o descansar sabiendo que no pasa nada, pero tengo una persona a mi cargo y aunque ella pueda protegerse tengo que cuidarla por si alguna vez no estoy. Me siento a los pies de la capa apoyado en un respaldo de madera que hay. Miro a la puerta la cual está en la esquina derecha del cuarto, los párpados me pesan y quiero descansar pero no debo...
Escucho un crujido y abro un poco el ojo pero sigo cansado, se acerca el sonido pero estoy tan casado que mi vista está nubla.
Veo unas zarpas colocadas en el marco de la puerta y acto seguido una cabeza asomando por la misma puerta, abro los ojos y me levanto sobresaltado, es un mutante simple, para activarme no lo mataré directamente si no a golpes, corre hacia mí y me deslizó a su derecha asestando un puñetazo a su cabeza, se levanta del suelo y asestó dos puñetazos a su pecho y acto seguido un gancho, se tropieza hacia atrás, saco las colas y lo agarro de las extremidades lo acerco rápidamente hacia mí y le descolocó el cuello de un puñetazo, el cadáver cae fulminado por mis golpes al suelo. Registro la casa en busca de más intrusos, pero nada, toda la casa tiene arañazos y sangre, sobretodo un cuarto color rosa, con una cama también rosas, parece la habitación de la niña, al salir del cuarto veo una foto de la familia, eran un padre y una madre con su hija, me lo preguntó varias veces ¿Porque esto?
Noto una brisa de aire en mi mejilla y lo primero que hago es salir corriendo al cuarto donde se encuentra Silvia, no hay nadie, será algo roto, seguiré esperando al amanecer velando por ella.
Un rayo de luz me despierta, parece que me he dormido

-¿Como has pasado la noche Silvia?- Nadie responde -
¿Silvia?

Levanto la mirada a la cama y no está, la ventana de encima de la cama está rota, tengo que buscar a Silvia

Diario de un supervivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora