Diario de un superviviente

Capítulo 5-Verdades como puños

-Vamos levanta- dijo una voz tosca

Abrí mis ojos y vi a un adulto apoyado en una mesa plegable, intento moverme pero estoy encadenado por las muñecas al suelo
Veo que ya has reaccionado- la voz rota siguió hablando- creo que por tu cabeza pasan muchas preguntas, para empezar soy el jefe de este pelotón asentado en el bosque, somos "calaveras de cristal" un clan de soldados dirigidos por el gran jefe, en busca de algo, en busca de ti- terminó la frase de la manera más cortante posible

-¿Yo?- quede impactado por las últimas palabras

-Si tu- dijo con una mirada sería- ¿O acaso crees que tu ojo es natural?, Tu ojo está creado científicamente por tu padre-

¿Mi padre? ¿Esque me mi padre me ha hecho esto? No puede ser
- A se me olvidaba los ancianos que te han estado cuidando no son tus padres son personas que aceptaron cuidarte-

Acto seguido hizo un silbido, entraron mis supuestos padres a ese carpa de color blanco, estaban atados de manos, no podían hablar por la mordaza de la boca, iban acompañados con hombres armados con metralletas.

-Ahora que sabes eso, ¿No te importara que los ejecute verdad? Total te han hecho daño con sus mentiras-

-No me han hecho daño- corte al hombre hablando yo- me han tratado genial, han sido los únicos que me han tratado normal como si no fuese un mounstruo y me han cuidado desde pequeño y he tenido una buena educación y trato por su parte, si los ejecutas, tú serás el siguiente en morir- dije mirando a los ojos de aquel hombre, las venas de alrededor de mi ojo se marcaban

-¿Y quién me va a matar tu?- dijo con un tono burlón- me gustaría verlo-

Acto seguido dio la orden de ejecutar, aquellos hombres hicieron un tiro limpio en la nuca de aquellas personas, no lloraba, había perdido a unas personas importantes para mi y no lloraba, era un monstruo, pero ellos no me veían así, era uno más para ellos y no puedo llorar aún así, han hecho tantas cosas por mi y no puedo llorar...Mire al suelo, apreté mi puño y notaba una fuerza que recorría mi cuerpo, rompí las cadenas y se me quedaron enganchadas en las muñecas con un pequeño trozo de cadena en cada una, apuntaban hacia mí, la fuerza se concentró en mi cintura, concretamente, en la parte trasera. Brotaron 4 colas largas de mi, color negro, tenía ligeros toques rojo como si fluyese por dentro ese color, cerré mi ojo normal para decir

-¿Alguna palabra que decir antes de que pinte está carpa con el color de vuestra sangre?-

Me levanté, y podía controlar esas colas con mi mente, podía ver los rostros de mis víctimas, estaban petrificados, los ejecutores de mis padres están temblorosos no podían disparar, enrolle mis colas y atravesé la cara de cada uno con dos colas, dos para cada uno, me acerque al jefe, este se puso de pie y empezó a retroceder, hasta que se calló de espaldas, lo agarre del pelo y lo levanté, atravesé sus palmas y sus pies con mis colas. Soltó un gritó gigante, pero no sufría bastante, quite la cola de la palma derecha y emepece a quitar sus ojos, volvió a gritar, lloraba sangre, pero no era suficiente, arranque sus brazos, y soltó un gritó aún mayor, perdía sangre y quería acabar con esto, lo solté y acabo acabo arrodillado, junte mis colas, y atravesé su boca, y las separé destrozando su cabeza, había charcos de sangre y la carpa tenía manchas de sangre. Pensé cuál sería mi próximo destino, quería buscar respuestas