Capitulo 21-Arma biológica II

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Krauser estaba enfrente de mi con una cara sería e iracunda, corre hacia mí y con una patada en mis piernas me tumba boca arriba en el suelo, intenta clavar la cuchilla en mi pecho pero ruedo y consigo esquivarla, me levanto e intento asestar un puñetazo en su pecho, pone su cuchilla por medio evitando que pueda asestar ese puñetazo, intento ver si hay alguna brecha en su defensa, sus rodillas quedan descubiertas, primero deberé de cansarlo un poco, puede que sí lo hago ahora falle y cubra ese punto, me asesta una patada en la mejilla seguido de un corte, retrocedo pero el vuelve a estar frente a mi, empieza a blandir su cuchilla a una velocidad increíble, consigue hacerme un corte en el pecho en diagonal profundo y  varios cortes en los brazos, de un puñetazo me manda volando hacia una pared, la cual atravieso. Estoy tumbado sobre los escombros, sangrando, la herida de mi pecho se cura y vuelve a estar normal, pero las demás no paran de sangrar, será que solo puedo curar las más críticas, me quito la sudadera y estoy ensangrentado, una gota de sangre cae por el lateral de mi boca, estoy débil, mi media máscara, mis puños y mis colas han desaparecido. Krauser aparece del agujero de la pared

Krauser: ¿Porque luchas? No sirve de nada protegerlos, ellos no te han salvado la vida, no se puede confiar en las personas, soy el único superviviente de un pelotón y de tantas guerras aprendí que nadie te va a levantar, nadie excepto tu, tengo el corazón frío porque sé que no se puede confiar en nadie

Yo: Puede que ya no confies en nadie, pero, algún día llegara alguien que te hará ver qué no estás solo, que puedes confiar en esa persona y nunca te dará la espalda, puede que los que haya allí afuera me traicionen, pero solo lucho por una persona en concreto, si tengo que matar para volver a verla, lo haré, haré cualquier cosa por ella, porque esa persona es mi motivo

Me pongo firme, cara sería aprieto mis puños, siento la fuerza y el odio corriendo por mis venas, saco los puños de nuevo y tapo mi cara con una mano, la máscara aparece de nuevo, pero esta vez está completa, tengo los dientes afilados, mi cara parece la de un demonio con los cuernos hacia atrás, es roja oscura, saco mis colas, unas marcas rojas grandes como mis colas empiezan a brotar de mi corazón, cubriendo algunas partes de mis brazos y pecho, saco mi espada y con ella apunto a krauser

Yo: Si tengo que matarte lo haré, pero no voy a aceptar una derrota, tengo que ser fuerte para poder volver a verla

Krauser se abalanza hacia mí con un impulso, realizando un corte descendente, lo paro con mi espada, empiezo atacar con mis colas, pero lo esquiva, no paro de golpear hasta que veo que vuelve a tener una brecha en su defensa, cargo un puñetazo y lo suelto en su estómago, lo golpeó en la mejilla y suelto una batería de golpes en su barriga, hasta que empieza a escupir sangre, le agarro de la cabeza y lo estampó contra el suelo boca arriba, clavo mi espada en el hombro de su cuchilla

Yo: ¿Y tú? ¿Que razón tienes para luchar? Solo sigues las órdenes de un hombre que cree que somos un virus, no sabes hacer algo por ti mismo solo eres un perro que sigue las órdenes de alguien que crees que es superior a ti, perdiste contra mí desde que le juraste lealtad

Saco la espada y corto sus rodillas, dejadolo sin piernas sobre el suelo, cojo mío espada y la meto en la palma de mi mano izquierda hasta el principio del mango, la vuelvo a sacar y la convierto en una guadaña, color negro, fluyendo el color rojo por ella, tiene el mango en el medio de la guadaña, apunto a krauser con la guadaña

Yo: Se acabó

Realizó un corte en diagonal en su pecho y acabó con su vida, hago desaparecer la guadaña, salgo por el agujero de la pared, las piernas me tiemblan, caigo rendido al suelo, no me encuentro bien, estoy perdiendo el conocimiento...

Diario de un supervivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora