El cuestionamiento sonó duro, y la respuesta forzada.
-Ahora muchos niños no tienen padres. Eso ya no es un estigma -
Sus cejas se unieron. De repente se veía formidable y sintió que un temblor la recorría.
-¿Estigma? ¿Por qué sería un estigma ser el hijo de mi hermano y su esposa? -
Sus dedos se apretaron -Y... Yo quise decir... -Su voz se apagó.
Los ojos de Harry se posaron en ella como sopesándola.
-Igualmente eso es irrelevante. Todo lo que importa ahora es que el niño necesita un padre, y él va a tener uno -
Su mirada se abrió, sin comprender.
-Me tendrá a mí -dijo Harry -Como su padrastro lo adoptaré, y crecerá como si fuera mi hijo. Y... -una nota sardónica se notó en su voz -... te permitirá alcanzar el objetivo que anhelaste alguna vez. ¡Serás mi esposa después de todo! -
Mientras hablaba, cada último rastro de color desapareció de su rostro.
El sueño que había tenido alguna vez, hacía tanto tiempo, acababa de convertirse en una pesadilla.
-No puedes estar diciendo esto... no puedes -La voz de _____ fue apenas perceptible.
El shock se estaba apoderando de ella, shock sobre shock. Ella ya no podía hacerle frente, no con lo que había sucedido en el espacio de menos de una hora...
Hasta hacía una hora, su vida había sido normal. Ahora Harry Styles la había tomado por asaltado de nuevo, exigiendo su cuerpo. Y su hijo. Lo primero ya se lo había dado... pero ¿podría darle esto último?
Harry la miró con su oscura e implacable mirada, mientras ella estaba sentada a la mesa de la cocina, con el café enfriándose frente a ella.
-Pero lo hago. Criaré al hijo de mi hermano como si fuera mío. Su expresión cambió -¿Por qué este show de resistencia? Te estoy dando lo que soñaste, te hago mi esposa -
-Ese sueño se terminó hace mucho tiempo, cuando me di cuenta de cuán tonta había sido -
Su boca se apretó -Una tonta por pensar que me podías atrapar en el matrimonio. Para poder gastar aun más mi dinero -Su mano hizo un gesto en el aire -¡Ya es suficiente! Como mi esposa y madre de mi sobrino, serás tratada consecuentemente. Y al menos... -sus ojos se llenaron de una expresión que ella conocía al dedillo, una que le hacía retener el aliento y aligerar sus extremidades -...sé que en la cama seremos tan buenos como siempre lo fuimos -
Ella se puso de pie, ruidosamente empujando su silla hacia atrás.
-No, no me casaré contigo. ¡Jamás! -
Él se reclinó en su silla, parecía despreocupado.
-Entonces, ¿Te enfrentarás a una batalla de custodia que hará que desees nunca haber nacido -
Se tambaleó.
-¡Ningún tribunal lo alejaría de su madre! -Su tono sonó estridente por el miedo.
El rostro de él se endureció -¿Cree que tu pasado es un libro de lectura edificante? Fuiste mi amante mimada durante seis meses! Bebiendo a lengüetadas todo lo que te di, ávida de más. Estabas dispuesta a concebir un hijo simplemente para obligarme a casarme contigo. Y cuando me di cuenta del farol, te fugaste con mi hermano de veintidós años para intentar el mismo truco con él. Sabías muy bien que había tenido años de tratamiento psiquiátrico, pero lo único que te importó fue persuadirlo de casarse contigo y que te dejara embarazada. Y un mes, ¡un mes!, después de casarte con él, ¡te encontró con otro hombre! Un hombre tan depravado que sacó un cuchillo de Liam y lo usó -
-Que murió también -susurró ella con un hilo de voz -Ellos murieron juntos, cayendo por las escaleras mientras luchaban.. -
Las náuseas la inundaban, ola tras ola, a medida que la visión de la pesadilla regresaba y era nuevamente testigo de aquella horrible lucha, aterrada en la parte superior de la larga escalera de piedra en la casa de Liam, en Atenas. Escuchaba su voz, gritando, gritando...
