POV LEE MINHO
Me costaba trabajo creer que lo que había sucedido era verdad.
A mí, el famoso y atractivo actor Lee MinHo, lo engañaba su novia con el guardaespaldas. Cualquiera podría pensar que era una broma pero no era así.
Llegué de un viaje a Japón y corrí a ver a Kim JungHee, mi novia, no la había visto en tres semanas y la extrañaba demasiado. Nos conocimos en una fiesta, ella es modelo y lo nuestro empezó por casualidad.
En ese tiempo llevábamos seis meses de relación, la amaba de verdad y pensé que ella también a mí pero después de lo que descubrí esa noche, estaba completamente equivocado.
Decidí darle una sorpresa y llegar sin previo aviso a su casa, tenía las llaves así que no había ningún problema. Entré silenciosamente y escuché sus risas, supuse que debía estar alguien con ella porque había dos copas vacías en la mesa, inferí que sería una de sus amigas.
Seguí caminando, llegué a la habitación, abrí la puerta y lo que vi rompió mi corazón. En la cama estaban JungHee semidesnuda con su guardaespaldas encima.
Cuando se percataron de mi presencia a JungHee se le borró la sonrisa y el guardaespaldas se levantó rápidamente. No les dije nada, sólo salí de ahí cuando estaba a punto de abrir la puerta del departamento, JungHee me detuvo.
-Min espera, no te puedes ir así –la ignoré, ya estaba prácticamente afuera pero ella me tomó del brazo-. No me puedes dejar así, te juro que es la primera vez. Además tú y yo somos una pareja muy importante en el medio. Perderías mucha publicidad si me dejas.
-¿Eso es lo único que te preocupa? –pregunté dolido-. ¿La publicidad? No puedo creer que digas eso. Pero es obvio que no te conocía realmente. Por la publicidad no te preocupes, obtendrás mucha con la noticia de nuestro rompimiento. Ahora si me disculpas.
-No te puedes ir así, tú me quieres ¿no? –dijo con seguridad-. Entonces demuéstramelo, no puedes dejar que una pequeña indiscreción termine con nosotros.
-Tienes razón al decir que te quería pero me quiero más a mí y tú acabas de matar lo que sentía por ti. Así que me voy, mucha suerte.
Me fui del departamento antes de que le dijera algo peor. Estaba tan molesto que acabé golpeando la pared del ascensor, sentí como la sangre corrió por mis nudillos, yo realmente la quería y ella me había usado para obtener publicidad.
Salí del edificio pero decidí no irme en el auto necesitaba caminar, dejé ir al chofer y comencé a caminar.
No me di cuenta de cuánto tiempo había pasado caminando hasta que vi que estaba en una zona de la ciudad que no conocía, no le di importancia y seguí caminando. Estaba furioso, me habían usado y yo ni en cuenta, era un idiota, dejé que me vieran la cara.
De pronto un tipo chocó conmigo, estaba tan enojado que no me importaba con quien desquitarme.
-¡¿Eres idiota?! Fíjate por donde caminas –dije molesto.
-¿Qué dijiste? –preguntó el tipo en el mismo tono.
- Lo que escuchaste, imbécil –exclamé furioso-. Fíjate por donde caminas.
-Creo que tienes la boca muy grande, niño bonito.
Estaba tan furioso que el tipo no me intimidó en lo absoluto.
Fui yo quien lo golpeó primero, el hombre se desorientó un poco pero se recuperó y me tacleó, caímos al piso mientras seguíamos golpeándonos. Usé todo mi enojo y le solté un fuerte golpe en el rostro, con lo cual el tipo se fue.
Me sentía menos enojado aunque la mejilla me dolía un poco. Ya iba a seguir con mi camino cuando apareció el tipo de nuevo pero acompañado de otros tres hombres, quise huir pero no lo logré, me atraparon y comenzaron a golpearme. Intenté defenderme con todas mis fuerzas pero eran demasiados para mí.
De la nada uno de ellos sacó un tubo y me golpeó con él en la cabeza, caí al suelo y ellos comenzaron a patearme, antes de desmayarme escuché a alguien decir:
-¿No creen qué es injusto cuatro contra uno?
POV NO EUN SEOL.
Era verdaderamente cansado regresar caminando a casa desde el trabajo, pero debí ahorrar dinero, ya sólo me faltaba un año para titularme en medicina. Yo tenía la firme creencia que todo esfuerzo era recompensado.
Había sido muy duro llegar a ese punto de la carrera, todo comenzó desde el momento en que tuve que mudarme de mi pueblo natal a Seúl. A pesar de los esfuerzos de mi padre, no contábamos con mucho dinero, por ello tenía que vivir en una mala zona de la ciudad, el edificio no estaba tan mal y mi departamento tampoco.
La zona no era muy segura pero no tenía miedo porque papá me había enseñado a defenderme y era muy buena haciéndolo.
Aunque mi padre me enviaba dinero, debía trabajar medio tiempo para ayudarlo, trabajaba en la farmacia de un centro comercial, no eran muchas horas y pagaban bien. Siempre tomaba diferentes caminos a casa, porque si bien sabía defenderme intentaba no ponerme en riesgo.
Aquella noche caminé por el callejón que pasaba por detrás del edificio, estaba un poco oscuro pero a esas horas era casi seguro pasar por aquí. Estaba a punto de llegar a mi edificio cuando oí como golpeaban a alguien, me acerqué silenciosamente y vi que cuatro tipos estaban golpeando a un pobre muchacho en el suelo, no pude evitar entrometerme.
Voltearon a verme sorprendidos y dejaron de golpear al chico, uno de ellos se acercó.
-Preciosa, no intervengas, es un asunto de hombres –dijo con una tonta sonrisa.
-¿De verdad? –pregunté burlonamente-. Yo no veo a ningún hombre aquí, sólo a cuatro cobardes que no son capaces de pelear uno contra uno –terminé sin temor.
-Cuida tus palabras, bonita –dijo otro de los hombres
-O si no ¿qué? -estaba retándolos porque tenía que llevar al chico a un hospital, se veía muy mal.
-Tendrás problemas con nosotros –dijo otro de ellos.
-Lamento informarles que no me asustan –respondí con una sonrisa.
Uno de ellos intentó tomarme del brazo y lo golpeé tan fuerte que no pudo levantarse del suelo, otro traía un tubo en la mano, tomé mi mochila y se la aventé al tipo, lo aturdí, soltó el tubo y lo golpeé tirándolo también al suelo. Tomé el tubo y mire a los dos que quedaban.
-¿Ustedes también quieren probar? –pregunté con la respiración agitada.
Levantaron a sus amigos y se fueron, como lo sospechaba eran un montón de cobardes.
Me hinqué en el suelo, el chico se veía muy mal, estaba inconsciente. No me daría tiempo de llevarlo a un hospital, decidí llevarlo a mi departamento y curarlo, ver cómo reaccionaba y si seguía mal lo llevaría a un hospital.
Con un poco de esfuerzo lo levanté del suelo, lo subí hasta mi departamento y lo coloqué en la cama, llevé todo lo necesario para curarlo. Primero limpié sus heridas, las curé y lo revisé, no estaba tan mal como pensaba sólo eran los golpes de la cara y el golpe en la cabeza era menor, él estaría bien.
Le quité la ropa que usaba y me di cuenta que era cara, ¿qué demonios hacia alguien así en un lugar como este? Además era muy guapo y tenía buen cuerpo.
Al otro día podría preguntarle todo lo que a mi curiosidad se le ocurriera.
Lo dejé en ropa interior, lo tapé con una manta y salí de la habitación. Lavé su ropa en el cuarto de lavado del edificio. Subí al departamento y me fui a acostar al estudio, ahí tenía un futón donde dormía cuando papá me visitaba. Dejé la puerta abierta por si había algún imprevisto durante la noche.
Estaba tan cansada que me quedé dormida al tocar laalmohada.
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'Till There Was You
FanfictionUna noche, un corazón roto, un callejón oscuro y una pelea son los responsables del encuentro entre Lee MinHo y No EunSeol, esto desencadenará en una historia de amor llena de sobresaltos. Primera historia de la serie de los protagonistas masculin...