Capítulo VIII

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POV EUN SEOL.

Al fin regresaba a Corea con un hermoso diploma de especialidad. Fueron un par de años difíciles, no sólo por estar separada de papá sino también porque traté de arrancarme el amor que siento por MinHo pero dio resultado alguno, al contrario, parecía haberme enamorado más. Creo que el amor siempre estuvo ahí pero tardé en identificarlo y mientras intentaba enlistar todas las razones por las que aquello estaba mal, terminé descubriendo las razones por las que amaba a MinHo y volvía con un dolor que me quemaba por dentro.

Durante estos años MinHo me visitó en varias ocasiones, cada vez que lo veía me sentía tan feliz y a la vez triste porque sabía que él nunca sentiría lo mismo por mí.

Tenía que encontrar una solución a este problema rápido porque no quería que aquello se complicara tanto que tuviera que alejarme de él.

Llegué a la zona para recoger mi equipaje, lo tomé y cuando estaba en camino de ir a los taxis, me encontré con MinHo sonriéndome.

Me sorprendió mucho que fuera a recogerme al aeropuerto pero al mismo tiempo me alegraba verlo. Me llevó a su casa, donde mi padre me estaba esperando, encontrarme con él después de tanto tiempo sin verlo me hizo llorar. Él no quiso ir a visitarme, siempre dijo que si me veía querría quedarse conmigo.

La comida ya estaba lista, nos sentamos a comer y parecía como si fuéramos una verdadera familia, pero ese sueño nunca se haría realidad. Como ya era tarde, MinHo nos invitó a dormir, lo agradecí porque estaba exhausta y necesitaba recargar energías, tenía que empezar a buscar un trabajo y un departamento.

Me levanté en la mañana muy temprano y preparé el desayuno para los tres. Papá fue el primero en levantarse.

-Buenos días hija, ¿por qué te levantaste tan temprano? Pensé que estarías cansada por el viaje.

-Dormí muy bien, además tengo mucho que hacer hoy –respondí alegremente.

-¿Qué tienes que hacer hoy que te ha impedido dormir?

-Tengo que buscar un empleo y un lugar donde vivir.

-No irás a ningún lado, vivirás conmigo –dijo MinHo seriamente apareciendo en el comedor.

No escuché en que momento había entrado a la cocina, ¿qué significaba eso de que viviría con él?

-¡¿Qué?! –dije sorprendida-. ¿De qué estás hablando?

-De que mientras encuentras trabajo vivirás en esta casa –contestó sonriendo.

-Pero...

-MinHo tiene razón, quédate a vivir con él mientras encuentras un buen trabajo, ya que lo obtengas comienzas a buscar una casa, tampoco queremos abusar de su hospitalidad –dijo papá.

Entré en pánico en ese momento, yo no quería vivir con él, de hecho quería estar lo más lejos posible, hasta que fuera capaz de alejar estos sentimientos que me atormentan desde el momento que los descubrí, no obstante, era imposible explicarle a mi padre y a MinHo los motivos por los que no quería vivir con él. Así que al final tendría que resignarme, soportar y encontrar un trabajo pronto

POV MINHO.

Estaba muy emocionado, al fin volvía Eun Seol, la había extrañado mucho, durante todo este tiempo sentí que algo me hacía falta, pero ya estaría completo de nuevo porque ella ya estaba de regreso en Corea.

La visité varias veces pero sólo podía quedarme unos días con ella. El resto del tiempo me sentía un poco triste. Por fin podríamos ser tan amigos como antes de que se fuera.

Invité al señor No a mi casa un par de días antes del regreso de su hija, como una sorpresa. Yo me ofrecí a recogerla en el aeropuerto.

Llegué temprano y la vi llegar, se veía hermosa, al verme puso una tierna expresión de sorpresa, llegó junto a mí y la abracé.

-Hola, te extrañé mucho –dije.

-Nos vimos hace dos meses –contestó ella riendo.

-Ha sido mucho tiempo, vamos tu papá nos está esperando.

-¿Papá? –preguntó confundida.

-Sí, no quiso venir hasta el aeropuerto pero está esperándonos en mi casa. Te preparó algo muy especial por tu regreso.

La tomé de la mano y salimos casi corriendo del aeropuerto, subimos al auto y llegamos a mi departamento. Entramos y ahí estaba el señor No con un pastel enorme que decía "Bienvenida a casa", ella corrió y lo abrazó, se querían mucho. Intenté convencer al señor No muchas veces para que me acompañara a Nueva York a verla, pero él siempre se negaba, decía que no era bueno para viajar.

Durante esos dos años, el padre de Eun y yo nos hicimos buenos amigos, es una gran persona y también un maestro genial, me ayudó bastante a mejorar mi estilo de pelea, después de entrenar con él entendí cómo es que Eun Seol pudo rescatarme de esos tipos.

Eun y su padre se separaron después de unos minutos, ella tenía lágrimas en los ojos.

-Bueno, ya es hora de comer –dijo el señor No.

-¿Qué preparaste papá? Extrañé mucho tu comida.

-Hice tu favorito, kimchi con arroz.

Comimos y comenzamos a charlar, al estar con ellos me sentía como si fuera parte de su familia.

Los invité a dormir porque nuestra celebración terminó muy tarde y sabía perfectamente que Eun Seol no tenía casa en la ciudad. A la mañana siguiente cuando me levanté escuché a mi amiga y a su padre discutir sobre el alojamiento de ella.

Desde antes que regresara de su viaje, ya había decidido que ella viviría conmigo mientras se establecía, además también lo hacía por mí, durante los últimos años me había acostumbrado a su presencia y tenerla cerca me hacía sentir bien, así el beneficio era para los dos. Por eso le dije que viviera conmigo. Ella no lucía muy convencida pero su padre me ayudó a que Eun accediera.

Está bien, pero sólo será en lo que encuentro empleo y sea capaz de pagar un apartamento. ¿De acuerdo? –dijo señalándome con la cuchara.

-Totalmente –respondí.

-Entonces es hora de desayunar –terminó ella.

Nos sentamos a desayunar y después llevamos al señor No a la estación de autobuses, quise llevarlo en mi auto pero se negó, dijo que no era necesario.

-Adiós hija, espero vayas a visitarme pronto, ya sabes que no me gusta venir a la ciudad –comentó el señor No antes de subir al autobús.

-Claro que sí papá, en cuanto consiga trabajo iré a verte –respondió ella sonriendo.

-Y tú muchacho, cuida muy bien a mi hija.

-Claro que sí señor –contesté con seguridad.

-Cuídense mucho los dos. Los veo pronto.

El señor No subió al autobús y nosotros nos fuimos a casa.

-Elige la habitación que quieras –dije cuando llegamos a casa.

-Donde dormí está bien.

-Perfecto.

-A partir de mañana comenzaré a buscar empleo. No quiero darte tantas molestias.

-No hay ninguna prisa, además te extrañé mucho y tenerte aquí es lindo.

La vi sonrojarse y ponerse nerviosa, nunca la había visto así.

- Muchas... gracias. Me voy a dormir hasta mañana.

Se metió a su habitación, realmente la había extrañado mucho, tenerla cerca me hacía muy feliz.

¿Por qué me sentía de esa manera? ¿Acaso ella me gustaba como algo más que una amiga?

'Till There Was YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora