Capítulo 4

4.2K 309 34
                                    

Los días pasaban, conformando semanas. Gracias a la demanda de sus trabajos, el tiempo parecía ser más corto de lo que realmente era. 

En cambio, el hecho de que aquella chica misteriosa de Navidad no apareciera hacía los días de Kara más largos de lo que le gustaría.

Otra noche en el bar, sin señal de aquella morena. Como ella lo había pensado, el barman no tenia idea de quien le hablaba, dijo que veía a tantas mujeres tan seguido que no solía recordar rostros o nombres.

Dispuesta a marcharse nuevamente, después de un agua carbonatada y dos horas en el bar, una presencia desconocida se sentó a su lado y comenzó con una pequeña charla.

-Te he visto en este bar varias noches, y sueles hacer exactamente lo mismo. Alguien que repite el mismo comportamiento suele esperar por algo.- La morena de mechas rojas mostró una sonrisa amigable- ¿Se puede saber a que espera la señorita?

Kara mostró la misma sonrisa amigable que solía cargar, aunque esta traía un pequeño toque de tristeza.

-Esperaba por encontrar a cierta persona que conocí por casualidad hace un par de semanas. 

-¿Algún sujeto que se atrevió a desaparecer por la faz de la tierra?

-Parece ser que ella se hizo invisible o algo por el estilo.- Contestó remarcando el adjetivo de "ella" cosa que hizo sonreír a su inesperada acompañante.- Tuvimos una especie de "encuentro" en la fiesta de Navidad de hace unas semanas, después de besarme desapareció entre la multitud sin si quiera darme su nombre o algo.

-Vaya, una historia de película. Me temo que no puedo serte de ayuda y tampoco soy esa persona que se atrevió a besarte aquella noche. Varios días me tomó en darme valor en venir a hablarte.-Una nueva sonrisa tomó el rostro de Kara y contagió al de la otra joven.- Me llamo Ruby, Ruby Lucas.

-Un gusto Ruby, soy Kara Danvers.- Contestó el saludo estrechando la mano de la joven y mostrando una linda sonrisa

-Me alegra poner al fin un nombre a tan lindo rostro- Al no estar acostumbrada a tales tratos, Kara bajó la mirada con las mejillas en un tono carmesí 

-No tan linda como tu, he de decir.- Dijo Kara a manera de agradecer el cumplido.

Kara decidió quedarse un poco más de tiempo en el bar. Estuvo hablando con Ruby sobre temas típicos para conocerse y una que otra banalidad. A pesar de tener enfrente a una hermosa joven de carácter agradable e interesante forma de pensar, Kara no sintió algo parecido a lo que había experimentado con aquel beso, cosa que la llegaba a contrariar de cierta forma.

-Es algo tarde y mañana mi turno en el hospital es temprano- Comentó Ruby, quien por coincidencia trabajaba en el mismo lugar que Waverly, solo que en el área de cardiología

-Si, yo también debo retirarme. Mi jefe no es muy flexible en cuanto a los horarios.- Una pequeña risa contagiosa adornó la escena.

-Tal vez no sea aquella persona de Navidad, pero realmente me gustaría conocerte un poco más y que me conozcas, quien sabe que pueda pasar- Ruby anotó su teléfono en una pequeña hoja de papel y la dejó frente a Kara- Espero que me des una pequeña oportunidad Kara.

Tras un casto beso en la mejilla, Ruby salió del lugar. Kara tomó el número y lo guardó en su bolsillo antes de retirarse del bar, esta vez había tenido un encuentro inesperado que le daba algo más en que pensar. ¿A caso debía desistir de la búsqueda de aquella chica? Tal vez seguir adelante sería una buena idea o esperar un poco más podría marca la diferencia. 

Sin duda, la noche sería larga.

...

Un nuevo día arribaba la ciudad. Desde temprano y como era su costumbre, Waverly se levantó y realizo todo su ritual mañanero antes de salir de su apartamento en dirección al hospital.

Una copa para NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora